El Banco Central (BCRA) prohibió de manera sorpresiva a las compañías de tarjetas de crédito vender pasajes, hoteles o cualquier otro servicio turístico en el extranjero en cuotas sin interés con el propósito de desincentivar la salida de divisas del sistema financiero argentino.
La medida es una señal más, entre muchas otras, que muestra el bajísimo nivel de reservas líquidas presentes, las cuales, según estima el economista Gabriel Caamaño Gómez, serían de apenas 1100 millones de dólares.
Está claro que , con la nueva medida, los viajes al exterior quedarán reservados solamente a los millonarios (en divisas, no en pesos, claro), mientras que el resto de la población, ya sea que necesite viajar para realizar actividades turísticas, visitar familiares o realizar un tratamiento médico impostergable, deberá esperar.
Lo insólito es que, mientras que el gobierno semana tras semana implementa nuevas restricciones para evitar la salida de divisas –que incluye la restricción de importaciones de bienes críticos para la economía–, por el otro lado instrumenta medidas orientadas a restringir la posibilidad de generar divisas.
Mientras que las naciones exportadoras de carne vacuna no dan abasto para suplir la creciente demanda internacional del producto, Argentina aplicó este año un “cepo” exportador que derribó el volumen de carne embarcada para provocar un serio problema financiero y económico en muchos frigoríficos.
Ahora bien, ¿de cuánto dinero estamos hablando? Eso mismo le preguntamos desde Bichos de Campo al analista de mercados ganaderos y cárnicos Andrés Costamagna, quien reveló que la cifra es bastante abultada.
“El valor medio de la tonelada exportada de carne vacuna este año es de 5800 dólares y Argentina estaba lista para despachar más de un millón de toneladas”, indicó Costamagna.
“Sin embargo, debido a las restricciones implementadas, el país terminará con suerte exportando cerca de 800.000. Entonces esas 210.000 a 215.000 toneladas que no se venderán respecto del potencial implica que Argentina se perdería de un ingreso de 1200 a 1300 millones de dólares y el Estado de recaudar más de 100 millones de dólares por derechos de exportación”, advirtió.
El consultor agregó que además la importante caída de los embarques de cortes bovinos registrada el mes pasado da cuenta de que “la exportación no tiene nada que ver con los aumentos de precios minoristas en el mercado local, porque los embarques cayeron, pero el precio interno subió y eso da por tierra con el argumento oficial que llevó al cepo y que causó tanto daño en toda la cadena”.
“Acá perdieron los productores por el estancamiento de precios, la industria que vendió menos, los trabajadores y también el resto de la sociedad, porque el Estado mismo sintió el impacto en la recaudación”, añadió.
Mientras tanto, el sector más radicalizado de la coalición gobernante encabezada por el presidente Alberto Fernández sigue imaginando mecanismos para aislar aún más a la oferta interna de carne vacuna respecto de la demanda internacional, a pesar de que la evidencia empírica muestra que esas medidas no tienen ya impacto alguno en la aceleración inflacionaria generalizada presente en la economía argentina.