Hoy comenzó a regir el nuevo marco regulatorio para el corte de biocombustibles con combustibles de origen fósil que aumenta el uso interno de los últimos en desmedro de los primeros.
Por medio de la Ley 27.640 –publicada hoy en el Boletín Oficial– a partir de ahora el corte de biodiesel con gasoil se ubicará en un rango del 3% al 5% (versus un 10% en el régimen anterior), mientras que en el caso del bioetanol de maíz pasa a ser de 3% a 6% (versus un mínimo de 6% anteriormente). El corte de bioetanol de caña de azúcar se mantuvo sin cambios en el 6%.
Las empresas que integran el sector, muchas de las cuales son Pymes de capitales nacionales, esperan ahora que en la reglamentación de la normativa se recomponga el cupo recortado en el Congreso, porque si eso no sucede la supervivencia de las mismas está en juego.
En el caso del biodiésel, por ejemplo, desde la implementación del marco normativo anterior en 2006 (Ley 26.093) se crearon nada menos que 26 pequeñas y medianas fábricas elaboradoras del biocombustible en base a aceite de soja, las cuales ahora, si el corte con gasoil se reduce a la mitad o menos, se tornan en un activo obsoleto.
Pero, irónicamente, el mismo día en el cual se publica el nuevo régimen para biocombustibles, apareció en el Boletín Oficial una resolución del Ministerio de Agricultura por medio de la cual se creó el “Programa de Agropymes Sustentables”.
¿De qué se trata? Según la resolución, consiste en “impulsar el desarrollo, producción, industrialización, procesamiento, comercialización y distribución tanto en el mercado interno como para exportación, de alimentos y subproductos agropecuarios y agroindustriales de pequeña y mediana escala poniendo particular énfasis en el desarrollo local, regional y de carácter asociativo y sustentable en términos económicos, sociales y ecológicos”. Es decir: eso mismo que hacía el anterior marco normativo sobre biocombustibles y que el nuevo ya no hace más.
La resolución del Ministerio de Agricultura dice que el nuevo programa tendrá una duración de tres años. Y después no aclara nada más. Quizás se trate de una distribución de cucardas, diplomas de mérito o quién sabe qué. Misterio.
Mientras tanto, las Pymes sustentables que ahora están a un paso de ser inviables siguen implorando a los funcionarios del gobierno de Alberto Fernández que eviten el desmantelamiento del sector.