El Instituto Forestal Nacional (Infona) de Paraguay publicó el “Reporte de Cobertura Forestal y Cambio de Uso de la Tierra al 2020/2022” que indica que entre 2020 y 2022 la cobertura a nivel nacional pasó de 39,9% a 36,6%.
La titular del Infona, Cristina Goralewski, indicó que el cambio de uso de la tierra se fundamenta en la modificación de la cobertura boscosa a tierra para cultivos, pasturas, asentamientos humanos o bien actividades de extracción de madera.
“Este tipo de actividades se encuentran permitidas en el Chaco paraguayo, a diferencia de la región Oriental, donde rige la Ley de Deforestación Cero, que prohíbe el desmonte pero permite el aprovechamiento sostenible de los bosques con la extracción selectiva de cierto volumen de madera, de acuerdo a licencias y planes aprobados por las instituciones pertinentes”, señaló el gobierno paraguayo por medio de un comunicado.
El comunicado, que para el lector desprevenido puede resultar insípido, representa en realidad un desafío abierto a la Unión Europea, dado que a partir del 1 de enero de 2025 no podrán ingresar al territorio de la UE-27 productos agroindustriales provenientes de zonas que hayan sido deforestadas luego del 31 de diciembre de 2020. Los bienes comprendidos en la medida son aceite de palma, carne vacuna, soja, café, cacao, madera, carbón vegetal y caucho, así como productos derivados de los mismos.
Le región Occidental del país –el Chaco paraguayo– es una zona tradicionalmente ganadera con un enorme potencial de crecimiento a partir de la expansión del área agrícola. Empresas tanto brasileñas como argentinas –como es el caso de Brasilagro controlada por Cresud– están llevando a cabo grandes desarrollos en la zona.
El hecho de que el comunicado oficial del gobierno paraguayo –liderado por el flamante presidente Santiago Peña– resalte el hecho de que la legislación nacional permite el cambio de uso del suelo no es fortuito, porque, precisamente, la normativa europea, tal como está diseñada, representa una intervención directa en la soberanía de las naciones agropecuarias al introducir de facto una legislación que neutraliza las normas nacionales.
Paraguay cuenta con un 44,3% de cobertura forestal al año 2022, de los cuales el 82,8% se encuentra en la región del Chaco. El estudio de Infona señala que en los últimos dos años se dio un cambio de uso de suelo de 360.000 hectáreas en la zona, que tiene potencial para seguir sumando mucha más superficie productiva (lo que pretende, justamente, evitar la legislación europea).
El estudio de Infona señala que un 78% de los cambios de uso de suelo realizados en la región occidental en el último bienio se hicieron según la normativa vigente, que estipula la conservación de una reserva legal del 25%, bosques protectores de cauces hídricos y franjas de separación de parcelas productivas.
El compromiso del presidente Peña con el agro quedó en evidencia este fin de semana, cuando el mandatario asistió a la tradicional Expo Rodeo Trébol 2023, donde el presidente de la Asociación Rodeo Trébol, Egon Neufeld, pidió que el nuevo gobierno lleve adelante obras que contribuyan a consolidar la “revolución productiva” que está experimentando la región.
¡La fuerza de nuestro país está en el campo! ¡Excelente jornada en la Expo Rodeo Trébol! pic.twitter.com/oMb7B1S71K
— Santiago Peña (@SantiPenap) August 19, 2023
El representante de los productores solicitó al gobierno la inversión en una red de infraestructura vial, hídrica y energética para la región. “Debemos trabajar fuertemente en conectar definitivamente a los chaqueños con el mundo en forma permanente y permitir que el sector de la producción de carne por excelencia y la pujante agricultura con grandes inversiones locales, nacionales e internacionales, pueda generar mayor cantidad de divisas al país”, expresó el productor.
Que la legislación lo permita no significa que esté bien. Quiere decir que la conservación de los ecosistemas no es una prioridad.
Ojalá los europeos no les compren nada.