La enorme brecha de precios existente entre el FOB de aceite de soja estadounidense versus los orígenes sudamericanos se redujo de manera dramática en las últimas semanas, lo que representa un factor bajista potencial para la oleaginosa.
“Los precios del aceite vegetal disminuyeron debido a menores precios de la energía y a la reducción de la demanda de dicho insumo en la fabricación de biodiesel”, señala un informe del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).
La política implementada tanto por el gobierno federal de EE.UU., como por muchos estados de manera regional, viene promoviendo la producción y el consumo de biodiésel, la mayor parte del cual se elabora con aceite de soja, entre otras materias grasas.
A partir del crecimiento de la producción de biodiésel convencional y del hidrotratado o HVO (Hydrotreated Vegetable Oil) en particular –este último tiene una composición química equivalente a la del gasoil de origen fósil–, el año pasado el precio del aceite de soja en el mercado de EE.UU. creció de manera desmedida.
Debido a la impresionante suba del valor del aceite de soja, muchas fábricas de biodiésel y HVO comenzaron a buscar fuentes alternativas de materias grasas para reducir costos, entre la cuales se destacan el aceite de colza –mayormente importado de Canadá– y el aceite de cocina usado.
Por tal motivo, el diferencial del aceite de soja Golfo de México (EE.UU.) versus Paranaguá (Brasil) y Rosario (Argentina) se redujo para tornar más competitivo al aceite de soja estadounidense en el mercado internacional.
De todas maneras, el USDA espera un crecimiento del uso interno de aceite de soja en EE.UU., el cual sería en 2024/25 de 12,84 millones de toneladas versus 12,34 y 12,07 millones en los dos ciclos previos respectivamente.
El potencial factor bajista presente en el acortamiento del diferencial de precios FOB del aceite de soja por el momento está contenido por los reposicionamientos instrumentados por los fondos agrícolas que operan en el CME Group.