En poco tiempo más arranca la campaña fina argentina 2022/23 en un entorno que, si bien a nivel internacional es explosivo, en el ámbito local suma componentes adicionales que lo hacen mucho más complejo.
“Esta será la campaña más riesgosa de los últimos diez años: hay un aumento muy importante de los costos y, a pesar de la suba de los precios del trigo, el rinde de indiferencia es mayor por lo que el margen de error es extremadamente bajo; por lo tanto, la gestión no es solo a campo, sino impositiva, administrativa y comercial”, indicó Sebastián Salvaro de la consultora AZ Group a Bichos de Campo.
Es decir: se necesitarán, aún considerando los precios futuros esperados del trigo 2022/23, muchos más quintales de trigo para cubrir los costos de producción que en 2021/22. Por ese motivo, la recomendación básica es al menos asegurar la proporción de cosecha esperada de trigo con futuros u opciones del Matba Rofex.
“Primero, la recomendación es estar mucho más que nunca mirándonos el ombligo a nivel de precios. La gestión de compra de insumos tiene más relevancia porque el valor de cada producto tiene una injerencia enorme. Hay que trabajar con los equipos técnicos la aplicación eficiente de esos productos”, añadió.
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El consultor dijo que, si bien en algunas regiones productivas “la cebada le puede ganar al trigo”, no proyecta grandes cambios en la superficie entre ambos cultivos de granos finos.
La gran pregunta por responder es qué nivel de tecnología se empleará en el presente ciclo, no sólo por el racionamiento de insumos, sino porque eventualmente puede llegar a haber problemas de abastecimiento (especialmente en el caso de fertilizantes).
En cuanto a la gestión de stocks de granos en manos de empresas agrícolas, Salvaro señaló que cada situación debe evaluarse de manera particular.
“Mi recomendación es analizar bien cuál es la posición patrimonial de cada empresa y desde ahí tomar decisiones que tienen que ver con qué activo me conviene quedarme”, apuntó.
“La pregunta es para qué me voy a quedar con granos y pasarlos a la siguiente campaña; y si decido venderlos, entonces la pregunta es a qué activos ir; en ese sentido, lo que trato de transmitirle a los productores es que hay que ir a activos asociados al dólar”, concluyó.