Sin hacer distinción de rubros, las soluciones robóticas siguen ganando terreno. La mas reciente inventiva dentro del agro viene de la mano del INTA, que trabaja en el desarrollo de una pequeña cereza electrónica para optimizar el empaquetado y traslado de la fruta de exportación. Sucede que las cerezas son muy sensibles a la manipulación y durante el proceso suelen dañarse. Eso lleva al aumento de los frutos de descarte y a la disminución de la rentabilidad.
El dispositivo fabricado base de sensores, posee dimensiones, peso y superficie de dureza muy similar a las distintas variedades de cerezas disponibles en el mercado. Dichas características son precisamente las que le permiten -a partir de un transmisor inalámbrico bluetooth, baterías recargables de litio y un acelerómetro- reportar los movimientos y lugares en los que reciben golpes las cerezas.
Esta información será clave para mantener el valor comercial y mejorar la calidad de las cerezas de exportación, que tienen como principales destinos Europa, Estados Unidos, Hong Kong, Singapur y China. En lo que va de año, Argentina exportó 7.210 toneladas de cerezas con un precio promedio de 4 dólares por kilo, según datos de la Cámara Argentina de Productores de Cerezas Integrados (CAPCI).
Y es durante los procesos de empaque y traslado que las cerezas sufren golpes, que luego se traducen en daños en la superficie del fruto llamados pitting.
“En promedio se pierde el 5% de las cerezas por pitting. Aplicar esta tecnología permite mejorar el proceso y una correcta toma de decisiones podría implicar una reducción de las pérdidas en un 50%. Eso es el 2,5% de todas las cerezas que se exportan, que son 180 mil kilos y que da como 720 mil dólares”, detalló Andrés Moltoni, referente del Laboratorio de Agroelectrónica del INTA.
Por su parte Liliana San Martino, investigadora de la Estación Experimental Los Antiguos de Santa Cruz, reconoció que la cereza es una fruta muy delicada que requiere un trato cuidadoso, ya que recién expone las consecuencias del maltrato hasta 3 semanas después de haber recibido un golpe. Es decir, cuando ya está en el destino. De ahí la importancia de reducir este impacto.
“Actualmente las pérdidas por pitting en las plantas de empaque pueden oscilar entre un 10% y un 40%, según ensayos recientes del INTA”, precisó la especialista.
“A partir de la implementación de esta tecnología, vimos que se pudieron hacer mejoras concretas en algunas plantas de empaques que la probaron. En especial, en materia de calibración de la máquina transportadora a fin de reducir los saltos que registran las frutas. Llevamos 4 temporadas de calibración considerando distintas variedades de cereza y la electrónica”, agregó a continuacion.
En un campo experimental de Jujuy se pudieron cosechar las cerezas más tempranas del Hemisferio Sur
Si bien durante la presentación del dispositivo los especialistas observaron que el prototipo goza de muy buena aceptación entre los productores, tanto de Argentina como de Chile, el dispositivo todavía no está disponible para ser utilizado en las plantas de empaque. Por el contrario, se trabaja en una versión actualizada que le permita ser conectada a un dispositivo móvil.
Sobre otras mejoras que están implementando, Moltoni comentó: “Se mejora el encapsulado que recubre al equipo, para lo cual se realizó una impresión 3D y se ensayaron distintos materiales, desde plásticos duros hasta materiales flexibles y con diferentes espesores, hasta encontrar la combinación que logró los mejores resultados en las mediciones. Esta tecnología brinda información concreta para que el sector tome las decisiones necesarias a fin de realizar las mejoras que requiera la planta de empaque”, concluyó.