El presidente la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, confirmó este jueves que existe una creciente preocupación en todo el sector agropecuario por la escasez de vacunas para frenar los múltiples casos de encefalomielitis equina, una zoonosis que es capaz de provocar la muerte de caballos y contagiarse a humanos. El dirigente apuntó contra la decisión de eliminar la obligatoriedad de vacunar, tomada en 2016 por el Senasa, bajo la gestión del gobierno de Cambiemos.
En aquel entonces se decidió que esta vacunación deje de ser obligatoria para pasar a ser optativa, lo que hizo que el stock disponible del inoculo descendiera considerablemente, a punto tal que hoy casi no se consigue en el país y hasta hay productores desesperados viendo como la pueden conseguir en países vecinos.
Con la emergencia sanitaria declarada en horas de la madrugada de este jueves, el problema sanitario que amenaza seriamente el rodeo de caballos comienza a extenderse a lo largo del territorio nacional, con brotes confirmados de esta enfermedad en Santa Fe, Corrientes, Córdoba y Buenos Aires.
Pino aseguró durante una reunión con delegados y directores de la entidad: “Es algo que está sucediendo porque se dejó de vacunar. Hubo una decisión de dejar de vacunar y los laboratorios dejaron de fabricar vacunas porque no se las vendían a nadie. Digamos, se cortó la obligación. Aunque mucha gente, siguió vacunando, más que todos los caballos que se trasladan, en esa temática de cortarse la obligatoriedad, los laboratorios dejaron de fabricar”.
Para completar el escenario descripto, el presidente de la Rural agregó: “Ahora bien, empieza este problema, y es un problema que va avanzando, y nos encontramos con que los laboratorios no tienen capacidad de fabricar tantas dosis de vacuna como se necesita. Se habla de 3 millones más o menos de caballos en la Argentina”.
Declararon la emergencia sanitaria en todo el territorio nacional por encefalomielitis equinas
En relación a las cantidades necesarias de ese medicamento, Pino afirmó que mantuvo diálogo con varios proveedores, pero que pudieron asegurarle la provisión solamente de 50 mil unidades en el corto plazo, contra las 3 millones de dosis necesarias. “Me dijeron que estamos en un problema, los laboratorios locales también están prometiendo, que ojalá se puedan hacer, que van a ser 300.000 dosis cada 10 o 15 días y de esa manera ir empezando a cubrir”.
A su vez, el ruralista manifestó la preocupación de que los brotes de esta enfermedad crezcan y generen dificultades no solo por la imposibilidad de mover animales vivos sino en cuanto a la exportación de carne: “Esto está poniendo en riesgo, me decían en Senasa, la exportación de carne, también porque Europa levantó un warning (alerta), y pidió ver y esperar un poquito a ver qué pasa con esto”.