Juan Pazo, el secretario de coordinación de Producción del Ministerio de Economía, pasó por la primera jornada agroindustrial organizada por la AmCham Argentina y curiosamente no le preguntaron por el impacto de las retenciones (del 33% en la soja y del 12% en el resto de los granos) sobre la rentabilidad de los productores agrícolas.
De todos modos, no parecía necesario, pues el alto funcionario consideró que el extendido y repetitivo reclamo del sector respecto de ese tributo es “un lugar común” que impide a los productores notar muchos de los otros beneficios que obtuvieron de la política desplegada por el gobierno de Javier Milei.
“Somos un gobierno que piensa que el campo es un aliado estratégico, no lo vemos como un enemigo, como alguien al que hay que extraerle recurso, sino como un aliado para llegar con recursos al mundo”, comenzó Pazo su discurso ante el público convocado por la cámara que representa los intereses de las empresas estadounidenses en la Argentina. De entrada, el funcionario trató de quitarle preponderancia al reclamo por las retenciones, aceptando que “el Estado es en gran parte responsable del estancamiento que tiene el campo en la producción hace muchísimos años. Y esto no es solo fiscal. El campo tiene un montón de barreras, y las barreras no eran solo las retenciones”.
Fue allí que consideró como “un lugar común” la discusión sobre ese impuesto aduanero que le permite al gobierno hacerse de unos 10.000 millones de dólares anuales que le pertenecen a los productores.
Pazo comentó que -ante la imposibilidad de quitar ese tributo como había prometido Milei en su campaña electoral- “nos enfocamos en sacar un montón de capas de regulación que eran tanto o más complejas que las retenciones”.
“Cuando empezamos a simplificar requisitos para la exportación de granos en el RUCA (sic), cuando permitimos a los productores comercializar libremente entre ellos, cuando sacamos los volúmenes de equilibrio, los fideicomisos del trigo; cuando sacamos Precios Justos; cuando sacamos Ley de Abastecimiento, Ley de Góndolas… Todo eso tiene impacto en la producción y eso es muy importante tenerlo en cuenta, porque si no siempre caemos en lugares comunes”, reprendió el funcionario a los productores que se quejan siempre de lo mismo y parecen no valorar lo suficiente los avances en los demás aspectos de la gestión.
“Hoy lo más importante que tenemos para darle al productor agropecuario es la confianza. Es tener en claro que ordenar la macroeconomía es lo que le va a dar las principales herramientas para poder tomar decisiones, y que nos dediquemos a producir. Porque si no éramos un actor mas del sistema financiero, porque la realidad es que la producción en los últimos años estuvo más signada por cuestiones financieras que cuestiones productivas. Creo que hoy el gran desafío es entender que necesitamos innovar, la tecnología, que necesitamos aumentar la productividad, porque eso es lo que nos va a generar una mayor competitividad”, afirmó el funcionario del que depende la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
En ese sentido, enfatizó que “no creemos que la competitividad venga por saltos devaluatorios, no creemos más en ese camino”, enfatizó Pazo. Quedó claro que tampoco creen en generar rentabilidad al sector bajando el peso de las retenciones, que actúan recortando los precios de los granos.
Se necesita urgente LA ELIMINACION DE RETENCIONES AL TRIGO.
LOS MÁRGENES DAN NEGATIVOS https://t.co/VtGYGxrD6W pic.twitter.com/EZU8QA19YQ— Daniel Pasquale (@ColonDrp) September 30, 2024
Pazo cree que los números de siembra les dan la razón en tanto los productores siguen sembrando a pesar de la persistencia del tributo. “Lo que vemos en cuanto a esta campaña son números de proyección de siembra alentadores”, indicó, diciendo que prevén oficialmente aumentos en la superficie de trigo, de girasol, de soja e incluso “los mismos números estamos viendo en maíz”, un cultivo que viene de una campaña signada por la plaga chicharrita y que ofrece dudas a todos los productores.
Tampoco consideró Pazo que los retrasos de los productores por comprar sus fertilizantes y agroquímicos de cara a la nueva siembra de granos gruesos tenga que ver con la persistencia de derechos de exportación. “Hay decisiones que se están retrasando y que tienen mucho más que ver con lo climático y con la expectativa de lluvias que con la expectativa de producción”, señaló.
-Hubo muchas medidas que se tomaron. ¿Qué balance hacés? ¿Cómo han repercutido en el sector agropecuario?- le preguntó la periodista que lo entrevistaba.
-Veníamos de la economía más cerrada del mundo. Ese es el contexto en el que nos toco asumir. Y teníamos un sistema de importaciones, de SIRA, que afectaba a toda la producción. Lo primero que hicimos fue eliminar todas esas barreras y hacer un país libre, eliminar todas las barreras de corrupción. Hoy podemos operar libremente.
En el mismo sentido, Pazo recordó que “redujimos aranceles fuertemente, para herbicidas, equipos de riego, estamos intentando generar competitividad bajando regulaciones. Cuando empezamos a trabajar con Senasa, con la eliminación de todo tipo de requisitos para poder operar libremente y no tener una carga de información adicional enorme, a nosotros los productores lo que nos deja es mayor tiempo para dedicarnos a hacer lo que sabemos hacer que es producir”.
“Nuestro trabajo es hacerle a ustedes la vida más fácil, y creo que la complejidad que teníamos en la operación era enorme y era una sobrecarga de regulación tendiente a que el Estado pueda controlar la producción y lo que hacemos nosotros con la producción. Ese es el fin que estamos buscando: les tenemos que dar libertad a ustedes para producir, le tenemos que dar a ustedes libertad para tomar las decisiones que les permita crecer. El estado no tiene que ser una carga”, agregó.
El lugar común sobre retenciones, según esta visión, tampoco ayudó a los productores a analizar los avances en materia cambiaria. “En el sector no nos tenemos que olvidar que la mayor retención que tenía el sector agropecuario en Argentina era la brecha. Nosotros llegamos a operar con 200% de brecha. Hoy está en menos de 30%”, aseguró Pazo.
Para despedirse, el secretario de Producción dejó abierta la puerta a la esperanza de algunos productores, que a pesar de todo lo dicho siguen viendo las retenciones como una carga pesada.
“Sí, se van a bajar impuestos, y vamos a cumplir con lo que prometimos. La baja del Impuesto País es un hecho y está operando. Y es importante entender que esa baja significa recuperación de la rentabilidad para el productor. En la siembra del trigo, en la siembra del maíz, en todas las siembras que tienen un componente de insumos importante. En el sistema de costos, la baja de este 7,5% tiene un impacto directo en los insumos, y esa es mayor rentabilidad”.
Finalmente, para los quejosos de siempre, Pazo elogió la decisión de bajar los aranceles de importación a los neumáticos, recordando que antes en algunos pueblos comenzaban a verse trabajar los talleres en el recapado, porque no había oferta importada. “Estábamos en Rusia, era imposible trabajar así”, se ofuscó.
Para luego cerrar: “No creemos en una economía soviética, no creemos en los controles de precio, no creemos en la sobrerregulación, no creemos en los aranceles que funcionen como barreras de ingreso para los productos e insumos que necesitamos para operar. Creo que ese es el camino para recuperar productividad”.
Las retenciones, bien gracias.