El mercado de insumos biológicos sigue evolucionando y consolidándose en Argentina. Ya no es un nicho experimental ni una moda pasajera sino una tendencia creciente que está transformando la manera de producir alimentos.
Empresas de todo el mundo invierten en el desarrollo de bioproductos, y el país no es ajeno a esta expansión. Multinacionales de gran calibre han posado sus ojos en esta forma de producir, y volcaron buena parte de su agenda estratégica a la compra o desarrollo de insumos biológicos. Sin embargo, para que esta tecnología se adopte de manera masiva, aún quedan desafíos por resolver.
En los últimos años, la oferta de biológicos ha crecido exponencialmente, tanto en número de productos como en estrategias de aplicación. Hoy no solo existen tratamientos para semillas, sino que también hay soluciones foliares para control de plagas, enfermedades y nutrición. Este avance ha permitido que cada vez más productores los consideren dentro de sus esquemas de manejo, aunque la adopción a gran escala sigue siendo un desafío.
Uno de los actores clave en este sector es Koppert, una empresa de origen holandés con una trayectoria de más de 50 años en la protección biológica de cultivos. Si bien sus inicios estuvieron ligados a la horticultura intensiva, la compañía fue diversificando su alcance hacia cultivos extensivos, forrajeros e incluso sistemas de producción pecuarios. En Argentina, desembarcó en 2019 y, desde entonces, viene ampliando su portfolio con tecnologías cada vez más avanzadas.
En el marco de la muestra EnBio, que se realizó en la localidad entrerriana de Victoria, Bichos de Campo conversó con Guillermina Tropeano, responsable de marketing de la compañía, sobre el estado actual del mercado y los pasos que aún faltan para que los biológicos se consoliden en el agro argentino, apelando a su doble rol de especialista en estos insumos, y productora agropecuaria.
Tomando como partida el concepto de que los biológicos ya no son una novedad ni una moda, sino algo que llegó para quedarse y ocupa un lugar importante el escenario productivo, le consultamos a la especialista en qué situación estamos tanto en adopción de tecnologías como de producción.
Al respecto, Tropeano contesta: “Nosotros en este evento particular ya estamos en nuestro tercer año participando. El rubro de biológicos viene en un auge y un crecimiento importante. En principio, el objetivo fue darlos a conocer, pero hoy creemos que ya hay una base de formación y un crecimiento en la adopción en distintos rubros. El productor ya sabe que existen los biológicos, pero ahora el desafío pasa por entender cómo usarlos correctamente, cómo combinarlos y adaptarlos a cada sistema productivo”.
Sin embargo, con una adopción que creció de golpe en los últimos años, los datos muestran un amesetamiento en ese crecimiento, y una barrera impuesta. Surge ahí la inquietud de averiguar qué es lo que falta para que más productores los incorporen a sus labores diarios.
Tropeano analiza: “Estamos en un proceso de transición y creo que las tecnologías lo que van haciendo es poniéndose a prueba campaña tras campaña. Venimos de un sistema productivo muy estructurado en el uso de químicos y pasar a los biológicos implica modificar muchas prácticas. No es solo reemplazar un insumo por otro, sino aprender a manejar un sistema de producción diferente, con tiempos y estrategias distintas”.
La experta, también deslizó en la charla con este medio, uno de los fundamentos que hacen de los biológicos una opción real, y el paradigma que vinieron a romper.
“La idea es que las tecnologías sigan profundizándose, se trabaja en calidad de formulaciones. Al trabajar con tecnología viva, es muy importante la calidad del producto y que aquel asesor o productor que lo quiera utilizar, tenga los recaudos para que ese microorganismo llegue a destino en las condiciones que lo tiene que hacer. Es una nueva forma de producir. Es una nueva forma de manejar los productos. Ya no es solamente una receta, sino tomar conocimiento de que nos puede brindar la biología y la tecnología para aprovecharla para generar una producción mucho más sustentable que perdure en el tiempo”, subraya Guillermina.
Mirá la entrevista completa con la productora agropecuaria y especialista en marketing de Koppert Guillermina Tropeano:
-En Koppert han pasado de productos para semilla a soluciones foliares. ¿Hacia dónde va la tecnología en biológicos?
-Estamos viendo una gran diversificación. Antes, los biológicos estaban asociados mayormente a tratamientos de semilla, pero hoy ya tenemos un paquete tecnológico mucho más amplio, con productos foliares para control de plagas, enfermedades y también para nutrición. Además, la investigación sigue avanzando y estamos desarrollando soluciones para otros sectores, como forrajeras, ganadería y tambos.
-Para los productores, un tema clave es la rapidez con la que pueden ver resultados. ¿Cómo se trabaja para mejorar esto?
-Siempre esperamos resultados, ya sea en rinde o en control de plagas o enfermedades, pero la biología funciona de otra manera. Siempre les recomendamos que hagan pruebas en sus propios lotes para evaluar el desempeño en sus condiciones específicas. Lo importante es entender que la adopción de biológicos es un proceso. Al principio pueden complementar el uso de químicos, pero con el tiempo, cuando ven los beneficios, terminan apostando cada vez más por estas tecnologías.
Los biológicos ya no son una moda, sino una herramienta consolidada dentro del agro. Ahora el desafío pasa por seguir innovando, profundizar su conocimiento y mejorar su adopción en los sistemas productivos tradicionales.