Que la producción agropecuaria basada en insumos de origen biológico es la tendencia por estos años ya no es novedad. Grandes compañías multinacionales productoras y expendedoras de insumos apuestan fuerte por este mercado, y cuenta de eso dan los movimientos que comenzaron a hacerse hace no más de 5 años donde estos gigantes empezaron a comprar empresas productoras de este tipo de insumos.
También la adopción de este tipo de productos alcanza niveles altos a nivel mundial, donde se realizan producciones más intensivas que en Argentina, donde predomina la agricultura extensiva y retrasa un poco esos niveles de adopción globales. También, claro, influye la coyuntura económica y climática que afecta a productores.
Aun así, en el Estado funciona la Dirección Nacional de Bioeconomía, que la tiene a Perla Godoy como coordinadora de innovación en Biotecnología, quien afirma en diálogo con Bichos de Campo: “La manera de producción agropecuaria no puede cambiarse de la noche a la mañana”, ante la pregunta de este medio sobre el futuro de los insumos biológicos y su futuro inmediato.
Desde la Dirección Nacional de Bioeconomía se viene apostando a la transición en la forma de producción, mediante diferentes políticas públicas, que tienen el objetivo de apoyar a aquellas micro, pequeñas y medianas empresas que produzcan bioproductos, el pilar fundamental de la bioeconomía.
Para cumplir con la finalidad de cuidar el ecosistema, la Dirección Nacional perteneciente a la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en articulación con SENASA y la Comisión Asesora de Usos de Bioinsumos, viene implementando diferentes programas, como “Biodesarrollar”, lanzado hace pocos meses atrás, donde se estimula la adopción y desarrollo de bioproductos por parte de las PyME argentinas.
“Esta cuestión de trabajar con los bioinsumos, de apoyarlos, sobre todo las producciones locales, es una manera de comenzar a dejar de usar los agroquímicos convencionales para empezar a usar también los bioinsumos en la producción agrícola o agropecuaria”, explica la coordinadora Godoy y agrega que “una de las formas de ayudar y estimular a los productores locales es escuchar las necesidades de las distintas cámaras que nuclea a los productores”.
Desde la Dirección también se implementan vías de comunicación electrónicas, para aplacar las dudas de todos los desarrolladores locales.
A pesar del trabajo que se lleva adelante, para Dalia Lewi, quien preside la Dirección Nacional de Bioinsumos, todavía falta trabajo en la divulgación académica, ya que los profesionales que trabajan “a campo” no tienen mucha información sobre los productos que hay disponibles en el mercado en la actualidad.
“En CABUA (Comité Asesor en Bioinsumos de Uso Agropecuario) se generó un plan de acción el año pasado, donde justamente se habla de la difusión y formación de profesionales, entre otras muchas acciones propuestas. Este plan de acción ya tuvo su acto administrativo, que por resolución se aprobó y se están llevando las acciones para resolver paso a paso y poder detectar cuáles son las necesidades y actuar en consecuencia”, relató Lewi.
Mirá la entrevista completa con Perla Godoy y Dalia Lewi:
A su vez, Dalia Lewi contó a Bichos de Campo: “También hay un proyecto de normativa para darle un tratamiento particular a los biopreparados. y resolver el problema que existe para distinguir los preparados químicos tradicionales y los bioinsumos en SENASA”.