En el marco del Día de la Maquinaria Agrícola, instaurado en 1951 cuando la actividad fue declarada de interés nacional, la Asociación de Fábricas Argentinas de Tractores y otros Equipamientos Agrícolas e Industriales (AFAT) presentó su balance 2025.
La entidad, que nuclea a ocho compañías multinacionales, con doce plantas industriales distribuidas entre Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, volvió a poner el foco en la necesidad de aprovechar el potencial tecnológico disponible y en los condicionantes que siguen frenando la modernización del parque productivo.
Según AFAT, las empresas asociadas cuentan con capacidad instalada para producir 4.000 cosechadoras, 11.600 tractores, 850 pulverizadoras y 86.000 motores, y generan más de 15.300 empleos directos e indirectos. En este nuevo balance anual, la entidad insistió en que la maquinaria agrícola tiene un rol central para capturar el potencial productivo proyectado para los próximos años.
Las empresas, a su vez, aseguraron que con mayor y mejor adopción tecnológica, sería posible llegar de manera sostenible a 155 millones de toneladas de producción, muy por encima de las más de 140 millones actuales. AFAT sostiene que gran parte de ese salto depende de la modernización del equipamiento, y detalló algunos impactos concretos como la combinación de sensores y sistemas autónomos en cosechadoras que puede reducir pérdidas entre un 15% y 20%; la aplicación selectiva de herbicidas mediante inteligencia artificial permite ahorros de entre 70% y 80%; y el uso de electroválvulas en pulverizaciones de cobertura total reduce solapamientos y baja entre un 5% y un 10% el uso de fitoterápicos.
Pero el diagnóstico también incluyó una advertencia, y es que entre el 70% y el 80% de los tractores en uso tiene más de 15 años y un porcentaje similar de las cosechadoras supera la década de antigüedad. AFAT atribuye esa brecha tecnológica a las dificultades crónicas para acceder a financiamiento adecuado, estable y disponible todo el año, lo que termina “desperdiciando oportunidades” de productividad y competitividad.
El mercado mostró señales de recuperación en los primeros once meses de 2025: se patentaron 4.882 tractores, un 2% más que en el mismo período de 2024; 688 cosechadoras, un aumento del 21%; y 618 pulverizadoras, un 3% más. Sin embargo, la Asociación remarcó que, pese al repunte, los volúmenes siguen “por debajo de los necesarios” para lograr una renovación profunda del parque.
Entre los factores estructurales que siguen afectando al sector, AFAT enumeró la elevada carga fiscal, la falta de financiamiento accesible, la volatilidad macroeconómica que desalienta la planificación, la competencia en condiciones desiguales frente a maquinaria importada y el envejecimiento del parque productivo, con impacto directo en eficiencia, seguridad y competitividad.
La organización afirmó que el 2025 deja “señales de recuperación” y una agenda clara de desafíos. Con expectativas de un entorno más estable, AFAT proyecta para 2026 “mayores oportunidades de inversión” y una industria de maquinaria agrícola “más integrada al crecimiento del sector agropecuario”.
Las compañías asociadas en AFAT son: Agrale, FENDT, Massey Ferguson, Challenger, Valtra, CASE IH, New Holland, CLAAS, FPT, Jacto, John Deere y Stara, que operan en conjunto más de 500 mil metros cuadrados de superficie fabril y una red comercial de unos 450 puntos de venta en todo el país, que complementan el entramado industrial del sector.




