El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) ha publicado en el último tiempo una serie de informes sobre lo que se espera del negocio cárnico en 2024. El consultor uruguayo Rafael Tardáguila, de Fax Carne, se encargó de recopilar esos datos.
Del análisis surge que el año que viene los países del Mercosur, el mayor bloque exportador de carne vacuna del mundo, embarcaría 5,3 millones de toneladas en un mercado de cerca de 12 millones de toneladas, lo que significa casi la mitad del total, de acuerdo a lo que proyecta el USDA. El crecimiento desde este año sería de 3%.
En el desglose por países es claro el liderazgo regional de Brasil, país del que se esperan ventas a los mercados por 3,4 millones de toneladas.
En el caso de Argentina se supone que las exportaciones serían de 900 mil toneladas, aunque resulta un dato poco proyectable, ya que lo que sucede dependerá mucho de quien gane las elecciones y qué medidas tome. También del impacto que haya dejado la sequía sobre la oferta de carne.
Al menos hasta fines de 2023 los embarques de carne al extranjero siguen condicionados y el gobierno impide la venta de determinados cortes considerados populares. Además hay presiones de las autoridades a los frigoríficos que operan en el mercado mundial para que bajen los precios de novillos y eso a su vez presione los de novillitos y vaquillonas.
Habrá que esperar unos meses más a ver qué políticas se implementan y cómo repercuten sobre la cadena.
En el caso de Uruguay, se prevé un incremento leve, por encima de las 450 mil toneladas exportadas en 2024. También se aguarda que Paraguay venda levemente por debajo de ese volumen. En total entre ambos países aportarían otras 900 mil toneladas al mercado mundial.
En contra partida, mientras la oferta de estos países se espera que crezca, la demanda China será algo inferior, siempre según el informe del USDA.
Si para este año se esperan importaciones de 3,5 millones de toneladas para el 2024 las compras del gigante asiático se reducirían a 3,3 millones.
“Una mayor oferta global y una debilidad de la demanda asiática no auguran un buen escenario de precios para los países exportadores”, opinó el experto uruguayo.
En estas condiciones la situación será mejor sobrellevada por quienes tienen mejores condiciones de competitividad, lo que no sólo tiene que ver con la situación cambiaria, aunque este sea un factor fundamental.
Brasil compite con mucho volumen, con una cadena de frío bien desarrollada, acceso a muchos mercados, una macroeconomía ordenada, créditos y tasas bajas.
En la Argentina el volumen de producción está estancado, la macro es un desastre, las tasas están por las nubes, se pagan impuestos para exportar que reducen el ingreso a la cadena, y encima hay desdoblamiento cambiario que achica más la cantidad de dinero que perciben los industriales, que últimamente deben pagar el novillo más caro del Mercosur.
La conclusión es sencilla: el escenario global en el mercado de la carne exige de cambios en la política sectorial para no seguir perdiendo oportunidades ni destruir valor en las empresas de toda la cadena.