Hace una semana, la Mesa de las Carnes, que agrupa toda la cadena productiva ganadera (aunque con la visible ausencia de las entidades rurales), presentó ante la Secretaria de Agricultura, Ganadería y Pesca un plan que llaman “lineamientos para la ganadería argentina”. Allí repiten una vez más una serie de recomendaciones que permitirían incrementar la producción de carne vacuna, para incrementar las exportaciones, generar más divisas, sin que por eso falte el alimento en el mercado interno.
José María “Cacho” Romero, el subsecretario de ganadería, dijo en el marco de Congreso Federal Ganadero del Rosgan que el gobierno nacional coincide “en un 90%” con los planteamientos expuestos, a tono con los intereses “de la mayoría de los actores que miramos, atendemos, trabajamos y vivimos de la ganadería”.
Curiosamente, es funcionario del mismo gobierno que mantiene desde 2021 restricciones visibles a la exportación de carnes, y que todas las semanas ejerce presión sobre los frigoríficos para que mantengan bajos los precios para el consumo doméstico.
¿Podrá ser entonces esta afirmación tomada en serio?
Romero aclaró que si bien los puntos en común entre la Secretaria de Agricultura y los actores privados que integran la Mesa de Carnes son muchos, existen miradas distintas en algunos aspectos como es el caso del crecimiento de stock vacuno.
“Estamos de acuerdo primero en una cantidad de diagnósticos. En esa cantidad de diagnósticos podemos tener algunos desacuerdos, en el sentido que ellos plantean como un eje central el aumento del stock ganadero. Nosotros pensamos que hay un camino por recorrer primero en lo que es la eficiencia y la productividad del stock que tenemos, porque nuestro recurso forrajero es escaso. Para poder crecer hay que pensar en tener un recurso forrajero que pueda dar la suficiente cantidad de dietas que permitan atender a ese número de cabezas”, dijo Romero a Bichos de Campo.
El funcionario, entonces, cree que hay que mejorar otras cosas antes de incrementar el número de animales. Y dio una curiosa explicación al respecto, ya que con mayor cantidad de vacunos crecerían también los problemas: “Imaginémonos los inconvenientes que tuvimos en este año de enorme sequía que van a ser recurrentes, o inundaciones ante estos cambios climáticos, con 54 millones de cabezas. Imagínate con 64 o 65 millones de cabezas, eso se hubiera multiplicado exponencialmente”, razonó.
Mirá la entrevista completa:
Entre las cuestiones que marcaron unidad de pensamiento, en tanto, mencionó algunas relacionadas principalmente con la mirada comercial de la actividad y las buenas prácticas que vienen implantando los productores ganaderos.
“Coincidimos, en que el productor ganadero está teniendo una mirada diferente sobre la ganadería, ha hecho muchísimas inversiones, están centrando el ojo del negocio en la ganadería, que era una cosa no tan vista. Por ejemplo, si sacamos una radiografía saliendo del cuadro de crisis que hubo en el año 2023 por la sequía histórica. Cuando cerramos el stock, el 31 de diciembre del año 2022, nuestros productores habían tenido un récord en porcentaje de destete del 67%, un valor nunca alcanzado desde que tenemos registro. Quiere decir que nuestros productores apostaron a la eficiencia”, amplió el subsecretario, que puso como ejemplo que durante el pasado año “habían nacido 15.120.000 terneros”, un “récord histórico”.
También aporto algunos datos sobre la productividad y las exportaciones de carne vacuna durante el período de gobierno que está por concluir. “La producción había sido muy importante, las exportaciones fueron de 901.000 toneladas, arañando el récord del año 2020, que fueron de 902.000, y este año vamos a estar en 970.000, 980.000 toneladas exportadas, muy cerca del millón”, comentó.
-¿Seguramente desde la Mesa de Carnes van a pedir que en el mediano, largo o corto plazo no haya restricciones para la exportación?
-Hablamos de restricciones a las exportaciones y en realidad la única restricción que tenemos es a los 7 cortes de determinadas categorías, porque no tenemos ni la vaca D, ni la vaca E, ni siquiera el toro, no tenemos cuota Hilton, cuota 481, cuota americana, todo eso no tiene ninguna restricción. O sea, algunas categorías tienen restricción de los 7 cortes.
Romero explicó que esos 7 cortes que no pueden exportarse “significan unas 160.000 toneladas al año, y sin embargo el sector industrial ha hecho un acuerdo de precios por 300.000 toneladas por año. O sea que en definitiva está aportando mucho más de lo que podría significar esa restricción de la que estamos hablando, que es la única restricción que existe, porque si hablamos de las DJEC, que son las declaraciones juradas de exportación de carne, solamente se exportaron el 90% de las otorgadas”.
En este sentido, Romero reiteró: “Se pidieron más (permisos) de lo que realmente se exportó, es decir que no hay ninguna restricción, lo que sí hay es un seguimiento de la evolución, y esto lo viene a confirmar que este año vamos a cerrar con casi 1 millón de toneladas. Entre las 970.000 a 980.000 toneladas seguramente. Es muy difícil unir una cosa con otra, unir la restricción con un récord, así que me parece que es un tema zanjado”.
Los frigoríficos, como en la época de Guillermo Moreno, están obligados a tramitar dos permisos antes de poder realizar un embarque: los correspondientes a la Aduana y las Declaraciones Juradas de Exportación de Carnes (DJEC), a cargo de la propia Secretaría de Agricultura, que son semejantes a ex ROE (Registro de Operaciones de Exportación). Pese a que últimamente fue generoso con los volúmenes exportados, pues necesita las divisas, el gobierno puede con estos instrumentos cerrar en cualquier momento las exportaciones, sin mayor explicación.
Pero más que estas restricciones a las exportaciones auto infringidas, el subsecretario de Ganadería se empeñó en señalar factores externos que -según entiende-, son los que afectan las exportaciones de carne argentina.
“El mayor inconveniente que tenemos en este momento con las exportaciones son externalidades que tienen que ver con el precio de China, básicamente, y con el precio de otros mercados. China ha bajado un 35% y un promedio de un 28,5% de nuestras exportaciones en dólares. Nos hemos caído en el mercado chileno. El tercer mercado en importancia para nosotros es Israel, y con el conflicto que tiene se podría afectar al sector”, aseguró Romero.
-Algunos sectores productivos vienen manifestando preocupación por una posibilidad de un nuevo impuesto al sector ganadero. ¿Sobre esto qué podés llegar a decir?
-Tanto nuestro secretario (Bahillo) como nuestro ministro (Massa) han dicho que vamos a recorrer un camino de menores impuestos y no de mayores impuestos. El objetivo es bajar impuestos, bajar derechos de exportación, fomentar el valor agregado, fomentar exportaciones, exportar trabajo argentino. Yo creo que hay una distorsión en relación a la visión que se tiene. Pero bueno, particularmente en un momento político como este, se puso en el eje decir que queremos cobrarle mayores impuestos a los vientres. Eso no es así, no va a pasar.
¿Se acuerda del Plan GanAr? El subsecretario de ganadería José María Romero asegura que está vigente
-¿Se reactivó el plan GanAr, que estaba por ahí dormido? ¿Cuál es la idea con este plan?
-Bueno, el plan GanAr nunca estuvo dormido. Quizá algo en lo que fallamos y me incluyo como uno de los principales actores, es no comunicar a veces las cosas que seguimos haciendo. Por ejemplo, mi subsecretaría, desde que asumió Sergio Massa, hemos generado dos programas para la agricultura, dos programas para los porcinos, dos programas para los productores laneros, dos programas para los productores tamberos, hemos atendido a la influencia aviar, todos esos programas significan 75.500 millones de pesos que puso el Estado a disposición de la producción primaria en el sector pecuario solamente. El plan GanAr siguió activo y durante la gestión de Sergio Massa, hemos girado a las provincias y están en la fase terminal de giro 8.200 millones de pesos a los gobiernos provinciales para apoyar los planes ganaderos provinciales que tengan concordancia con los objetivos que nos hemos planteado desde la secretaría para los ejes estratégicos de apoyo a la ganadería argentina para lograr mayor eficiencia y obviamente mayor productividad.