Desde hace meses el sector agropecuario se encuentra a la expectativa de las novedades en materia climática para la próxima campaña. El fantasma de una nueva sequía, emparentada con el fenómeno climático Niña, enciende todas las alarmas de la agroindustria.
Es que en este tipo de fenómenos, las precipitaciones son menores a lo habitual, algo que ocurrió en la campaña 22/23 y difícilmente sea olvidada por generaciones, puesto que recortó a la mitad la producción agrícola de Argentina.
En ese entonces, la sequía se extendió por tres largos años, y tuvo su corolario en la campaña citada, bajo un fenómeno Niña severo.
La campaña siguiente a la del terror, es decir, la que terminó hace semanas, tuvo condiciones climáticas en general aceptables, lo que resultó en una buena cosecha, sobre todo en la zona núcleo, donde la producción alcanza techos de rendimiento.
Pero ya sobre la cosecha de esta campaña gruesa, empezaron nuevamente las alertas porque la temperatura del Océano Pacífico indicaba que para los próximos meses, había grandes chances de repetir un fenómeno Niña, y el fantasma de la sequía se apoderó del agro argentino.
Sin embargo, a estas alturas del año, las temibles proyecciones que se tenían desde principio de año, comienzan a diluirse, al menos en parte, porque según especialistas, la Niña no sería tan maligna, y mejora las condiciones para pensar una próxima campaña.
En ese sentido, el especialista Pablo Mercuri, de INTA Castelar, analizó esta cuestión ante el micrófono de Bichos de Campo: “La información climática es un insumo totalmente necesario hoy día para nuestro sector, para la toma de decisiones, así que su seguimiento periódico es necesario y el clima va cambiando”, anunció el especialista, a modo de introducción de la charla.
El actual director del Centro de Investigación de Recursos Naturales de INTA, y ex director del Instituto de Clima y Agua, aseguró que las predicciones muy tempranas, que se suelen hacerse, estaban referidas al clima interanual, la influencia del Océano Pacífico, en si está caliente o frío, si va a ser Niño, Niña o neutral, y cómo eso puede impactar en la distribución de lluvias y temperaturas en nuestro territorio.
“Es algo que se sigue muy de cerca por nuestro sector. Las predicciones muy tempranas indicaban la probabilidad de una niña marcada, posiblemente moderada, a lo largo de la trayectoria de esta campaña 24-25”, recuerda Mercuri.
Sin embargo, según el especialista, “hoy, las nuevas probabilidades que arrojan los modelos oceánico-atmosféricos, indicarían que eso se ha debilitado. Podría ser o una Nniña leve, o de corta duración, iniciándose a partir del comienzo de la primavera y finalizando el inicio del verano, y avanzando, posiblemente hacia valores neutrales”.
Esta declaración representa una muy buena noticia para todo el sector agropecuario, que ve morigerada la ocurrencia de una nueva sequía devastadora. “Esto indica en lluvias, precipitaciones, que esperaríamos de normales, a levemente por debajo de lo normal, especialmente durante este inicio de campaña”.
Mirá la entrevista completa con Pablo Mercuri:
Respecto al ciclo de las tres sequías consecutivas, y la ahora un poco lejana posibilidad de repetirse, Mercuri subraya: “No es posible establecer esa correlación o relación entre las campañas vividas en esa sequía extrema de tres niñas consecutivas, una sequía acumulativa, especialmente la última, la 2022-2023. Las condiciones son totalmente diferentes en lo que hace a la situación de océanos en estas campañas pasadas de sequía extrema a la condición actual que estamos conviviendo”.