Continúan apilándose las denuncias por usurpación y hechos de violencia de parte de pequeños productores contra el Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), en toda esa provincia. Cada vez son más las personas que deciden romper el silencio y contar la situación por la que están atravesando. Fue el caso de Juan Lacorte, un productor agrícola de la localidad de Quimilí, que ya lleva acumuladas cinco denuncias por las cuales aún no ha recibido ningún tipo de respuesta.
“Yo tenía un campo que heredé de un tío, entre El Colorado y Los Juríes. Hace cinco años que no puedo entrar. Es el sostén de mi familia”, dijo Lacorte a Bichos de Campo.
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Según relató el santiagueño, durante 20 años se ocupó del terreno recibido, al cual le efectuó reformas. Lo alambró, limpio y preparó para actividades de siembra. Sin embargo un día vio impedida su entrada.
“Fui a trabajar y me encontré con esta gente diciéndome que me vaya, que yo había vendido el campo. Les pedí que me muestren quién lo compro, algún papel con una firma. Nunca pudieron conseguir nada. Me dijeron que no me correspondía porque pertenecía a tierra indígena y que yo debía que vivir dentro del territorio para que sea mío. El campo es mío, yo soy quien todos los años lo trabaja. Todos los años solicito el crédito algodonero por el cual el gobierno avala que yo tengo la posesión”, afirmó el productor.
-¿Conocías a alguna de las personas que estaban allí?- le preguntamos a Lacorte.
-Sí, toda gente que se ha criado conmigo. Son compañeros de escuela, vecinos. Es lamentable, hoy están irreconocibles. Yo también supe pertenecer al Mocase pero con otra clase de mentalidad. Me abrí de la organización porque vi que detrás había una mafia y a mí no me enseñaron a hacer eso.
A continuación agregó: “Vinieron con la misión de cuidar al campesino, que no vengan los grandes terratenientes a quedarse con lo poco que tienen. Pero se están quedando con todo, tengan o no escritura. Se han transformado en empresarios”.
-¿Intentaste recuperar tu campo por las vías normales?
-Hice cinco denuncias, tengo todos los comprobantes. Incluso me he presentado en Santiago, en Derecho de Tierra. Nunca tuve una respuesta de la Justicia. Posiblemente mi denuncia haya ido a parar al inodoro. Creo que hay curro político, hay jueces metidos o apretados. Ya están entrando a la ciudad de Quimilí. Aquí hay dos terrenos tomados por el Mocase. En un tiempo más no vamos a ser dueños de nada.
-¿Creés que si le hubieras acordado con el Mocase hubieses podido conservar tu campo?
-No, no somos esa clase de gente. A nosotros nos enseñaron que hay que ganarse las cosas como corresponde, con sacrificio.