Los Molinos Pymes pidieron la intervención de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia la suspensión del Fondo Estabilizador del Trigo Argentino (FETA) por una supuesta violación a la Ley de Defensa de la Competencia. Lo curioso es que ese organismo que debería evitar los casos de posición dominante y competencia desleal depende del mismo área del Estado que maneja el FETA, la Secretaría de Comercio.
“Se le atribuye, a quien debe velar por equilibrio justo y equitativo del comercio, generar desorden y distorsión mediante dumping de precios”, define la denuncia.
Apelando a que el nuevo secretario Matías Tombolini resuelva tan flagrante contradicción, los molinos nucleados en la Asociación de Pequeñas y Medianas Industrias Molineras de la República Argentina (APYMIMRA) presentaron una denuncia contra el FETA por violar principios de la Constitución Nacional y la Ley de Defensa de la Competencia.
Los molineros exigen que la Secretaría de Comercio “no intervenga más en la cadena del trigo y de la harina fijando precios. Además, requirieron que se investiguen las acciones de las entidades y los órganos involucrados en el mecanismo instaurado por el FETA”. Estos son no solo la propia secretaría, que armó este fideicomiso en tiempos del kirchnerista Roberto Feletti, sino también el BICE, administrador del mismo.
APYMIMRA denunció ante Defensa de la Competencia en los términos de la ley 27.442, el art. 42 de la Constitución Nacional, demás principios constitucionales vulnerados y por la contradicción de sus propias resoluciones.
El argumento fue el mismo que las pymes molineras usaron en sus sucesivas advertencias pú blicas a los secretarios de Comercio modelo 2022: Felleti, Guillermo Hang, Martín Pollera y Matías Tombollini. “Las Pymes no pueden vender por debajo de nuestros costos (a un precio fijo menor) y luego esperar al subsidio porque no tienen ni espalda financiera ni margen económico. Además, tal como lo previmos y como sucedió con el ex ONCCA, las reglas no son transparentes y los desembolsos se demoran”.
Desde la mirada de este sector que decidió como el grueso de la industria molinera no adherir al mecanismo ideado por Feletti (se sospecha que a favor del molino más grande del mercado, que es Cañuelas), “el FETA benefició a unos pocos molinos en detrimento de la mayoría. La Secretaría asegura una cantidad de molinos incorporados que no llegan al 10% de la molinería. Recordemos que toda la molinería rechazó la herramienta por ser inadecuada e injustificable”, se explicó.
Además argumentaron que después de 6 meses de funcionamiento, el fideicomiso financiado con 400 millones de dólares de las retenciones a la soja “no ha tenido resultados favorables”, ya que “el precio del pan continuó subiendo conforme a la inflación”.
“No existen, por parte de la Secretaría de Comercio, fundamentos técnico-económicos, ni alimentarios que justifiquen las medidas implementadas”, insistebn los molinos más pequeños, para quienes además “los pymes no son los formadores de precio. Según informes de FADA, los molinos representamos el 4% en la formación del precio del pan”.