El orgullo cordobés de contar con una voz autorizada para hablar del agro y no bajar la cabeza ante los grandes medios de la ciudad de Buenos Aires, tiene nombre propio: Juan Carlos Vaca. El actual director de Agroverdad, recuerda con precisión que fue un 6 de abril de 1966, cuando puso por primera vez los pies en un medio de comunicación. Como pasaba “antes”, a Radio Universidad entró como cadete del sistema informativo para transitar toda la carrera, convertirse en periodista y llegar a dirigir a otros colegas desde la sencillez de sentirse un eterno cronista.
Para Vaca, contar a Bichos de Campo sobre su irrupción en el periodismo le hizo revivir con emoción aquellos días de aprendizaje. Por eso, con total humildad pondera a quien le permitió transitar por estos caminos. “Rendirle homenaje a María Reyes, quién era la directora artística de la radio. Era una mujer muy solidaria, muy servicial. En realidad no voy a decir que me apreciaba mucho, apreciaba a mucha gente y le dio una mano a una infinidad de gente”, la homenajeó.
Mirá acá la entrevista a Juan Carlos Vaca:
Así desde muy abajo y sin proponerse hacer una carrera vinculada al agro, fue que Juan Carlos se ganó el título de decano del periodismo agropecuario en Córdoba, solo por saber que las buenas historias deben comenzar a contarse desde el principio y desde el lugar. “Sigo sosteniendo que hoy, el máximo directivo de un medio lo que tiene que hacer es venir a los eventos y trabajar de cronista para conocer qué está pasando, cómo esto del circuito. Por ahí los directivos se ponen en la cúspide y ya después para abajo no miran”, remarcó.
-Ya sabemos cómo arrancaste en el periodismo. ¿Pero por qué en el sector agropecuario?
-El agro se cruza también por casualidad el año 1978, si no me equivoco. Yo no sé si quién me impulsó a hacerme cargo de un noticiero agropecuario que había en Radio Universidad, si lo hizo por afecto o lo hizo por castigo. Solo me dijo mirá, necesitamos que alguien se haga cargo de ese choreo- recordó. En Córdoba, choreo quiere decir trabajo, changa.
Desde ese mismo instante le tocó poner a prueba su capacidad de comunicar. “Era infernal, no había una sola noticia, eran todos aviso de remate, feria y bueno, había que tener radio, tenía que intervenir y tener un poco de control sobre la pauta publicitaria”.
A pesar de estos inicios, Vaca está convencido de que hacer periodismo es una pasión, más allá del tema a abordar. Por eso se propuso hacer bien las cosas, entender de lo que habla y sobre todo tratar de informar. “Hay que ponerle todas las ganas, toda la fuerza y todo el intelecto que se tiene y a veces no. Y cuando no lo tienes, hay que tratar de leer, estudiar, preguntar, consultar a los que saben”, recomendó.
Con esta claridad Juan Carlos Vaca ha sido un referente de muchas generaciones de periodistas. Y fuera de los limites de Córdoba, con la máxima de “no poner todos los huevos en un mismo canasto, en la década de los 90, se desempeñó como corresponsal de la Nación hasta su jubilación a mediados del año 2000. Pero este experimentado periodista, nunca se retiró y hoy sigue aportándole al campo desde el sitio Agroverdad.
En casi 58 años de ejercicio, son innumerables las anécdotas de este cronista. Por eso en lugar de responder cuál fue la noticia más importante que le tocó contar, prefiere darle relevancia a la noticia que le tocó callar.
“Cuando saltó el problema de la aftosa, yo tengo la noticia. No se cómo me llega el dato, la chequeo y me confirma un veterinario autorizado para eso, y para una prueba, una confirmación más, llamo al secretario de Agricultura y Ganadería de ese entonces, Sobrero. Pero luego el tipo me llama y me dice por favor Vaca, hágame un favor, es un favor a la provincia, piense en la provincia, no publique. Entonces no mande la nota. Al día siguiente un diario muy chico de Córdoba sacó de titular ‘Primer foco…’ Me dije, nunca más”.
-Por esta razón y también por orgullo ¿Ve bien que Córdoba tenga su propio periodismo agropecuario?
–Sí, absolutamente. Sobre todo lo miro en relación al ámbito urbano. Es lamentable que nosotros los periodistas agropecuarios estemos restringidos al ámbito agropecuario, salvo por cuestiones comerciales, porque aportamos pauta. De lo contrario no existirían en los medios los espacios agropecuario. Entonces la opinión pública urbana -la del interior no, porque está mimetizada con el agro- es eminentemente anti campo y te lo demuestran. Entonces creo que no habría que confundirse y en estos medios tratar de transmitir alguna cosa del ámbito urbano.
-¿Te parece que es el principal desafío que tenemos? ¿Tratar de educar un poco a la audiencia urbana?
–Mira en eso yo soy un poquito escéptico porque me parece que el sector agropecuario y sus instituciones no terminan de entender cuál es la operación comunicacional que hay que hacer. Cuando digo operación -pareciera que hablo en términos militares- me refiero a la tarea de conjunto para que el sector agroindustrial termine de articular una política para todos los medios. No hay un instituto del campo que todos los días nos esté tirando trabajo. Yo no voy a negar que hay instituciones que trabajan bien, que trabajan mucho, que producen informes, que hacen investigaciones que son valiosas, pero el sector en su conjunto no hace un trabajo sobre la opinión pública. Al final la gente termina teniéndole bronca porque cree que los productores agropecuarios se llevan carretillas llenas de oro.
-¿Entonces es como que el agro queda relegado?
-El agro en particular podría hacer muchísimo más de lo que es. Y las fábricas, las procesadora de máquinas, son de conocimiento, de investigación científica, de desarrollo de nuevos productos. Hay un montón de productos nuevos, investigado y desarrollados acá en Argentina. Entonces vos podés concebir que tengamos un poco más del 50% de pobreza en este país, cuando vas a cualquier lado al estrujar la piedra sale agua ¿Cómo puede ser que haya pobreza y hambre en este país con la producción que hay? Yo no digo que hay que ir expropiar a los productores, porque estoy muy lejano de esa ideología y mentalidades. Pero supongo que en un país que tiene tales potencialidades, porque todos los días nos hablan de las potencialidades del país y no hay ninguna duda de que sí las tenemos, suceda esto.