La canadiense Nutrien, una de las mayores compañías de fertilizantes de mundo, contrató al Bank of America para que busque comprador del 50% del capital que mantiene en la empresa argentina Profertil en sociedad con la estatal YPF.
La noticia, adelantado por el sitio EconoJournal, representa un desafío importante por el volumen directo e indirecto de la inversión. El balance de Nutrien del ejercicio 2024 valúa su participación en Profertil en 349 millones de dólares.
No se trata de una sorpresa, porque la propia corporación canadiense en el balance 2024 había publicado que estaba reviendo su participación del 50% en Profertil, algo que, en el lenguaje corporativo, significa “cartel de venta”.
La cuestión es que no será sencillo encontrar comprador porque el candidato, además de desembolsar el monto solicitado por Nutrien, tendrá que “comprar” también el proyecto de ampliación de la planta elaboradora de urea que “duerme” hace años.
El proyecto en cuestión consiste en construir una nueva fábrica de urea, lindante a la actual en Ingeniero White (Bahía Blanca), para duplicar la producción nacional y transformar a la Argentina en una nación autosuficiente en nitrógeno.
La pandemia, el conflicto ruso-ucraniano y la compleja situación macroeconómica argentina complicaron la posibilidad de llevar adelante el proyecto, que representaría una gran oportunidad para agregar valor a la creciente producción de gas proveniente de los yacimientos no convencionales.
El emprendimiento demandaría una inversión no menor a 2000 millones de dólares con un plazo de construcción de unos tres años, por lo que, claramente, no se trata de un desafío sencillo para un país como la Argentina.
Si bien la capacidad teórica de la planta localizada en Ingeniero White, Bahía Blanca, es de 1,32 millones de toneladas anuales, en 2022, gracias a una serie de mejoras que contribuyeron a incrementar la eficiencia, lograron alcanzar un récord de 1,40 millones
La decisión de Nutrien de salir de Profertil no obedece a una cuestión económica, sino estratégica en lo que respecta a relocalización de activos. Si bien a comienzos de 2024 la empresa –dolida por las pérdidas provocadas por los desmanejos cambiarios del gobierno de Alberto Fernández– había anunciado que se retiraría del mercado argentino, finalmente operaron por mantener la operación comercial en el país.