El miércoles, jueves y viernes de esta semana habrá reunión del Consejo Directivo del INTA. Las deliberaciones mantendrán en vilo a miles de trabajadores del organismo, que están temerosas de perder su trabajo. Es que lo que discutirá la conducción colegiada del organismo tecnológico agropecuario es un fuerte ajuste de su estructura, que podría incluir la desaparición de una gran cantidad de dependencias en todas las regiones productivas del país.
El INTA era este lunes un hervidero de rumores y de angustia. La versión más escuchada decía que la conducción del organismo iba a disponer el cierre de tres de los cinco centros IPAF (institutos creados en 2006 para crear y difundir tecnologías específicas para la agricultura familiar), 25 agencias de extensión ubicadas dentro de Estaciones Experimentales, además de decidir sobre la fusión de algunas direcciones nacionales. También, hay que aclararlo, las fuentes consultadas dijeron que no se preveían despidos sino solo un ajuste de las estructuras.
Hace unos días, entrevistado por Bichos de Campo, el presidente del INTA, Juan Balbín, habló de la necesidad de reorganizar la institución para acercarla más a las necesidades de los productores, pero no mencionó el cierre de oficinas e institutos en el interior del país. Tampoco habló de la necesidad de ejecutar nuevos despidos.
Por el contrario, en enero de este año, Balbín declaró al diario Clarín que había cumplido con las metas de ajuste de personal pactadas con el Poder Ejecutivo. “Hemos hecho un achique de planta, en un convenio con Modernización, por el cual hemos pasado de una dotación de 7.600 a 7.000 personas. Hemos cumplido con eso a través de jubilaciones y acuerdos con gente que ha tomado el retiro voluntario. El presupuesto es acotado pero esperamos ser eficientes para sostener el funcionamiento vital del INTA”, indicó el ex presidente de los grupos CREA.
Ver Juan Balbín anticipa una mutación en el INTA: “Se va a interactuar mucho más con el sector privado”
Mario Romero, un dirigente del gremio Apinta, señaló que en realidad desde principios de la gestión de Cambiemos se han perdido 850 puestos de trabajo en el organismo que depende de la Secretaría de Agroindustria, básicamente por el retiro o la jubilación de muchos técnicos y profesiones que nunca fueron reemplazados. También por contratos que no han sido renovados.
“La visión que tenemos nosotros es que nada les alcanza. primero le piden un ajuste al INTA y cuando se hace, le vuelven a pedir otro y otro. Pero ya no hay margen de ajuste en el INTA. Si hay otro ajuste se va a llevar puesta a mucha gente porque ademas no hay guita para funcionar. Ni siquiera hay plata para llevar a cabo los proyectos que aprobó el propio Consejo Directivo en febrero pasado”, contó Romero a Bichos de Campo.
ATE, la Asociación de Trabajadores del Estado, coincidió que el INTA está sumido en estos momentos en una “paralización”. Ese sindicato denunció que “la historia se repite, pues esto se vivió durante la dictadura militar ey el gobierno neoliberal de los ’90”.
Las versiones que cirularon por todo el organismo daban cuenta de que el plan de ajuste incluía la eliminación de los IPAF de la Patagonia, el NEA y el Cuyo, por lo cual sobrevivirían dos centros específicos para pequeños productores en el NOA y la región pampeana. Además se borrarían de la estructura 25 agencias de extención (son las que s eocupan de divulgar las tecnologías entre los productores de la zona, que están funcionando en igual cantidad de Estaciones Experimentales Agropecuarias (EEA) del instituto.
Pero además se achicarían un 20% todas las estructuras de conducción en el INTA central y las regionales. Es decir, a poda alcanzaría también a los asistentes regionales, a los directores y coordinadores de algunas áreas.
El Presupuesto 2019 que preparó el Ministerio de Hacienda era de 7.516 millones de pesos, pero en esas condiciones más del 90% de ese dinero debía ser destinado a pagar los salarios del personal. A último momento el Congreso le asignó un pequeño adicional, que por lo visto tampoco alcanza para motorizar los diversos programas que lleva a cabo el organismo.
Todavía hay mucho ñoqui para sacar