La Universidad Austral publicó el AG Barometer, un informe periódico elaborado en base a encuestas con productores agropecuarios, en las que se miden indicadores que dan cuenta de la actualidad y las perspectivas del sector.
“La confianza de los productores baja, tanto en el presente como en los próximos 12 meses, aunque se mantiene en niveles positivos”, indicó Carlos Steiger, uno de los encargados de este trabajo, a modo de resumen.
En el documento eso se indica de esta manera: “El Índice Ag Barometer Austral muestra una caída del 5% (132 vs 139) con disminuciones tanto en el Índice de Condiciones Presentes, que cae un 1% (105 vs 106) como en el Índice de Expectativas Futuras, donde se da una mayor caída del 6% (150 vs 161). A pesar de esta disminución, el Índice de Confianza Ag Barometer se mantiene en valores positivos”.
Otro ítem que da cuenta del deterioro de las condiciones de la actividad es la intención de invertir en activos fijos. “En este rubro la caída es de 65%”, alertó Steiger.
A partir del análisis se aclara que “ha caído el sentimiento positivo en las expectativas de la situación financiera de los productores para los próximos 12 meses, como también lo han hecho las expectativas sobre la situación del sector”.
“La incertidumbre macroeconómica (20%), la falta de financiamiento (20%), el alto costo del financiamiento (16%), la falta de alternativas rentables de inversión (14%) y la falta de confianza en el futuro del sector (12%) son las principales causas de las decisiones de no inversión”, se señala a continuación.
Todo esto no hace más que reflejar las complicaciones que tiene esta campaña agrícola. Por suerte llegaron las lluvias, pero los márgenes dan muy ajustados o negativos para los cuatro principales cultivos.
En el caso del maíz, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó un costo directo de 1.000 dólares por hectárea. La inversión es enorme para productores que no saben cuánto impactará la chicharrita ni cuánto lloverá, pero que sí saben que por ahora no habrá medidas que los ayuden, como la quita de retenciones, hasta que las fuerzas del cielo permitan que haya mejor una mejor situación fiscal. Esperemos que algún día se llegue a la tierra prometida y que los productores y ciudadanos no mueran en su largo camino por el desierto.
En el caso de la ganadería, el retraso de los precios es cada vez más elocuente y sin perspectivas de mejoras por varios meses. La pérdida del valor real de la hacienda es muy grande. Los precios del ganado gordo aumentaron un 35% contra una inflación de más de 100% este año, con costos que subieron más que la hacienda misma.
Mirá el informe completo acá:
Informe AgBarometer Sep 24