El argentino Rodolfo Bellinzoni es uno de los principales referentes globales en materia de lucha contra la fiebre aftosa. Desde hace décadas es el director de Operaciones e Innovación del laboratorio Biogénesis Bago, que aquí no es solo proveedor de la vacuna (más allá de la controversia sobre sus precios) sino que mantiene el banco de cepas de esa enfermedad animal, que le debería permitir a la Argentina reaccionar rápido ante una emergencia. Por lo tanto, es casi de manual preguntarle a él sobre el reciente foco de fiebre aftosa que apareció -luego de 40 años- en Alemania.
-Ya bastante preocupados estamos todos con la influencia aviar y otras zoonosis como para que se cuele también la fiebre aftosa en el continente europeo. ¿Te sorprendiste cuando supiste la aparición de este foco en Alemania?
-Sí, fue una sorpresa. Después, cuando uno analiza y piensa, la verdad es que no debería haber sido una sorpresa. Yo hago la misma reflexión con el Covid, que nos sorprendió a todos pero cuando lo mirás científicamente, en años previos había estado la epidemia del SARS y del MERS, que son virus muy parecidos y que habían producido alguna expansión de brotes en personas. Es decir que la amenaza estaba. Y está ocurriendo cada vez con más frecuencia el ingreso de virus de aftosa en zonas donde no existía previamente.
-¿Por ejemplo?
-Por ejemplo en Indonesia, donde no ocurría desde 1986, ingresó en el año 22. Corea desde el año 2016-2017 no tenía más brotes, y en 2023 tuvo un brote y lo controló rápidamente. Después la incursión de virus que saltan de las regiones donde originalmente circulan a otras ocurrió con el SARS 2, que es un virus típico de Sudáfrica, que entró de golpe en Medio Oriente y llegó hasta Turquía y Argelia. Entonces ocurren cambios.
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-Finalmente son virus. ¿No había un latiguillo que decía que el virus de la aftosa cada 10 años recrudece, se las ingenia como para molestar de vuelta?
-Sí, tenés razón, son olas. Yo recuerdo hace muchos años que miré estadísticas de las épocas que no se vacunaba en ningún lado. Europa, en los años 40 y 50, de los únicos lugares donde uno puede tener datos estadísticos tan antiguos… Tenían olas cada 5 o 10 años aún sin vacunar. O sea, es como que los virus de pronto se retiran y de pronto aparecen.
-De todos modos, ¿de algún modo te sorprendió este caso, sobre todo porque es Alemania?
-Exacto. Aunque Alemania hace 3 o 4 años que viene sufriendo la peste porcina africana. Y Europa en estos últimos 3 años ha tenido la incursión de Lengua Azul, por vectores que tienen que ver con el cambio climático. Los culicoides, los mosquitos que transmiten estas enfermedades, empiezan a aparecer en lugares donde normalmente no estaban, como en el territorio europeo. Hay una enfermedad hemorrágica de los rumiantes que también apareció hace dos años en Francia, Italia y España, que es un virus parecido a la Lengua Azul. Son virus que normalmente no había y ahora están. De hecho, en la confusión inicial aparentemente aquí en Alemania pensaron que tenían Lengua Azul estos animales y después se supo que era aftosa.
-¿Y qué puede estar generando este rebrote virósico mundial? El cambio climático, el mayor comercio, que los países se relajaron… ¿Qué puede estar explicando esto?
-Hay una combinación para mí de varios factores. La intensidad con que se mueven las personas y las mercaderías ha aumentado enormemente. La Europa de hoy no es la Europa de hace diez años, la inmigración tremenda que tiene, y el ir y venir de gente, de trabajadores que son de otros países, de otras regiones. El incremento también de especies salvajes que empiezan a tener una superposición con las especies domésticas, es cada vez más marcado. De hecho, acá en Argentina estamos viendo problemas también con las poblaciones de jabalí en la Mesopotamia, en algunas otras regiones. Todo esto va generando el incremento y el cambio de los formatos de cómo se manejan las crías de animales domésticos. Aumenta también a veces la posibilidad de que estén más en contacto, con más cercanía.
-En Alemania la aftosa apareció en búfalos. ¿Qué se sabe de esto?
-Este caso de Alemania, hasta acá, es un caso en una zona más bien de turismo, conservada, extensiva. Pero llama la atención, apareció ahí.
-Estuvimos en ascuas hasta saber qué cepa era este el virus de aftosa. Finalmente no había que preocuparse tanto. Era una cepa que acá conocemos y del cual estamos aparentemente cubiertos por nuestras vacunas.
-Sí, la cepa de virus O es la más frecuente en cuanto a extensión en todos los lugares donde hay aftosa. Cuando uno mira a nivel global la cantidad de brotes que hay, de los diferentes tipos, porque hay siete tipos de virus de aftosa, el 80/90% son por virus O. En el caso nuestro, nosotros como somos proveedores de bancos de antígenos y además proveemos aproximadamente a 30 países a nivel global, tenemos convenios para que el Centro Mundial de Referencia de Virus de Aftosa de Pirbright, Inglaterra, reporte la cross protección (protección cruzada) de nuestra vacuna con las diferentes cepas que circulan en distintos países.
–¿Así que estamos seguros?
-Nosotros acabamos de publicar un trabajo científico en que chequeamos desde 2010 a 2022 cepas de virus O y A que fueron todas protegidas por la vacuna que nosotros proveemos y producimos acá. Y esta cepa está incluida entre esas cepas, así que daría una tranquilidad y una garantía que estamos prevenidos.
-El Senasa ahora ha interrumpido el comercio de productos animales desde Alemania, hasta que se aclare bien el hecho. Peor imaginemos si alguien igual trae una salchicha contaminada de Alemania y se filtra de nuevo la aftosa. ¿No tendríamos por qué asustarnos porque estamos vacunando en la Argentina?
-Sí. Igual hay que tener en cuenta algunos detalles, que nosotros vacunamos bovinos, o sea que ovinos y cerdos no se vacunan. Pero en principio tendríamos que estar tranquilos y no debería haber. Y uno además tiene la herramienta para actuar rápido si tuviera que actuar. Si hubiere alguna cuestión accidental de un brote, recordemos por ejemplo el del 2006 en Corrientes, cuando todavía había actividad viral en los países vecinos, fue un brote muy pequeño y muy fácil de controlar porque había buena cobertura vacunal. Y pasó lo mismo en Corea. Nosotros, como Biogénesis Bagó, proveemos a Corea de la vacuna, el 70% del mercado coreano utiliza vacuna nuestra. En el 2023 ellos tuvieron un brote en un lugar donde habían tenido alguna dificultad para tener bien inmunizados los animales y quedó muy restringido rápidamente porque el resto de la población estaba muy bien inmunizada.
-Claro, el animal enfermo en todo caso queda rodeado de animales que tienen buen grado de inmunidad. Esa es la seguridad que da la vacuna. Ahora, esto abre un debate porque tenemos una ambivalencia de posiciones en el Mercosur, donde Brasil ha dejado de vacunar…
-Bueno, justamente cuando se decide dejar de vacunar, una de las cosas que hay que hacer es un análisis de riesgo. Y el análisis de riesgo debería indicar qué medidas hay que tomar para un eventual cese de vacunación, para poder estar alerta si uno tiene que enfrentar una emergencia, cómo hace para corregirla lo más rápido posible, al menor costo posible, para evitar pérdidas enormes en caso que ocurriera. Uno no puede ser absoluto en estas cosas, pero tiene que estar todo bien hecho. Y cuando ocurren estas cosas, como ocurre en Alemania, no se sabe todavía cómo va a seguir esto, pero hay que estar atento. Una de las cuestiones que llama un poco la atención es que los animales que estaban alrededor de estos búfalos, donde detectaron el virus, habían desarrollado anticuerpos, lo que indica que el virus estuvo en ese rodeo por un tiempo. Entonces, esto es una alerta importante.
-¿Entonces?
-Alemania ya ha tenido pérdidas enormes, porque se le cerraron ya un montón de mercados. Y recuperarlos puede llevar de tres meses a seis meses. O sea, van a tener pérdidas enormes. La pregunta es si el que va a dejar de vacunar tiene que tener evaluado eso. Brasil debería tener evaluado y debería tener un buen plan de contingencia.
-Y si no… nos van a tener que comprar la vacuna de vuelta a nosotros.
-Sí, eso sí es verdad. Pero también el riesgo para nosotros sería enorme, y los análisis de riesgo que tendríamos que hacer serían totalmente diferentes que los que hacemos hoy. No sería un escenario deseable porque el acceso a los mercados sería más complicado para todos.
-Sería un virus que está picando en otros lugares del mundo, entrando de nuevo en América, como ya sucedió con la Influenza y con otros virus. ¿No hay que hablar con los brasileños urgente para diseñar estrategias regionales?
-Existe la necesidad. Siempre se habló, cuando tuvimos nosotros la crisis del 2001, que a partir de ahí todas las decisiones tenían que ser regionales y compartidas entre todos los países, pero no funcionó de esa manera. Estamos ahora en estas situaciones en donde hay diferentes puntos de vista. Pero la base de todo esto es hacer buenos análisis de riesgos, sobre todo en lo que significa estos escenarios tan cambiantes. Esto que le pasa a Alemania, podemos ir para atrás y en el 2001 le pasó a Inglaterr, que no tenía aftosa desde el año 1967. En 2001 tuvo que sacrificar 5 o 6 millones de cabezas, le llevó casi un año controlar el brote, y es una isla.
-¿Esto de algún modo le da razón a los que dijeron en Argentina que no había que dejar de vacunar?
-Bueno, yo pienso de ese modo. Si bien todo se puede evaluar, se puede discutir, puede haber distintos puntos de vista, pero pienso que la vacunación hoy es una herramienta fundamental para tener una buena protección. El 70% del territorio global tiene circulación viral. Somos pocos los países o las regiones en las que no hay aftosa y no hay circulación del virus. Y cada tanto y cada vez más frecuente están apareciendo estos eventos en lugares donde no ocurrían desde hace muchísimos años.