“Establécese un cupo adicional de 3500 toneladas mensuales de carne bovina con rito kosher para su exportación con destino al Estado de Israel”, dice sintéticamente un decreto publicado esta madrugada en al Boletín Oficial para flexibilizar el cepo a las exportaciones de carne vacuna para evitar una escalada diplomática con aquel país de Medio Oriente, que era el segundo principal cliente de la carne argentina luego de China.
La flexibilización del cupo, contenida en el Decreto 513/2021, fue firmada por el presidente Alberto Fernández, su jefe de Gabinete Santiago Cafiero y los ministros Matías Kulfas y Luis Basterra.
Hasta ahora el cupo de exportaciones distribuido entre 66 plantas frigoríficas (más de la mitad para diez empresas del Consorcio ABC) era de poco más de 27 mil toneladas mensuales, el equivalente al 50% del promedio exportado por esas mismas firmas en el segundo semestre de 2020. Ahora se añadirá este cupo adicional especial para carne de bovinos sacrificados bajo el rito kosher, que es la única que importa Israel.
La decisión se produce justo cuando ese país había decidido retirar los rabinos que se encargan de certificar que ese rito haya sido cumplido por las plantas de faena. Aunque no hubo cruces visibles a nivel diplomático, el gobierno de Israel siempre se mostró molesto por el nuevo cepo exportador implementado por la Argentina, que preservó de los recortes cupos arancelarios acordados con otros países (como la Cuota Hilton para Europa o la cuota americana), pero descuidó por completo la provisión de carne a Israel.
“No puede ser que cada vez que le da ganas a la Argentina, Israel se queda sin carne”, se había quejado a principio de este cepo exportador Galit Ronen, embajadora de Israel en Argentina. Justo en ese momento, con el inicio de las restricciones a fines de mayo, comenzaban a llegar a la Argentina los rabinos habilitados por el gobierno de ese país para certificar kosher.
El gobierno, al generar este nuevo cupo, reconoció que el embajador de la Republica Argentina ante el Estado de Israel, el ex gobernador entrerriano Sergio Urribarri, mediante nota dirigida al ministro Kulfas le confesó que “recibió numerosas consultas y solicitudes, tanto por parte de importadores israelíes, imposibilitados de cumplir con los compromisos asumidos ante las cadenas de distribución local, como de frigoríficos argentinos exportadores, así como también de autoridades locales”.
En los considerandos del decreto se explicó que ese país importa anualmente unas 100 mil toneladas de carne bovina congelada y enfriada, y reconoció que en 2020 unas 27.300 toneladas provinieron de la Argentina, convirtiendo a Israel en el segundo mejor mercado de la carne local, detrás de China. En total la Argentina exportó unas 900 mil toneladas de cortes vacunos en 2020, el 28% de su producción total, de los cuales a China fueron cerca del 75%.
En el decreto, además, se reconoció que la carne bovina representaba cerca del 66% de las exportaciones totales argentinas hacia ese país.
Además se admitió implícitamente que fue un error dejar afuera de las restricciones esos cortes kosher que en general provienen del pecho o cuarto delantero de los bovinos, y que no tienen demasiada demanda local. “El mencionado mercado por sus características diferenciadas no afecta en forma considerable al mercado interno”, fue el eufemismo utilizado en el decreto.
En este escenario se decidió habilitar este nuevo cupo de 3.500 toneladas mensuales de carne bovina con rito kosher para su exportación con destino únicamente a Israel. Algo de carne kosher también se vende en Estados Unidos, para la comunidad judía de aquel país, pero en ese caso ingresan bajo la cuota de 20 mil toneladas, y no sufrieron restricciones.
Esa es la buena noticia: la flexibilización de los cupos.
La mala noticia es que en los hechos este decreto contiene la profecía casi cumplida de que el gobierno planea extender este sistema de restricciones más allá de la fecha del 31 de agosto próximo, cuando debería vencer.
“Lo dispuesto en el presente artículo regirá hasta el 31 de agosto de 2021, prorrogable mediante resolución conjunta del Ministerio de Agricultura y el de Desarrollo Productivo hasta el 31 de diciembre de 2021 y se tomarán en consideración las variaciones en los precios, la producción nacional y/o el abastecimiento del mercado interno”, se aclaró.
¿Para que abrir un cupo especial el 13 de agosto dentro de un régimen de cupos que vence el 31 del mismo mes? Faltan solo 18 días… Salvo que ya está claro que va a prorrogarse el cepo exportador.
¿Y cómo se repartirá el cupo adicional de carne kosher entre las empresas habilitadas para ese tipo de faena?
El artículo 3° del decreto habilita a las dos carteras a “dictar las normas necesarias para la definición de la metodología por la que se establecerá la asignación de los cupos”, aclarando la salvedad que mientras “para el cupo general se deberán tomar en consideración las cuotas de mercado en las fábricas o establecimientos habilitados para exportar durante el año 2020, en el caso de la carne bovina con rito kosher el cupo se distribuirá de manera equitativa entre los establecimientos y plantas que exportaron a Israel en el primer semestre del año 2021”. Esto debe haberse decidido así para no dejar fuera a las empresas que fueron habilitadas recientemente para hacer faena kosher.