Las tierras donde hoy se levanta la localidad cordobesa de Los Surgentes, en el Departamento Marcos Juárez, eran fiscales hasta la primera parte del siglo XIX. Desde 1866 fueron adquiridas por distintos propietarios y en 1910 el ministro de obras Públicas, Ezequiel Ramos Mexía, aprobó el nombre de “Los Surgentes” para la estación ferroviaria que se levantaba en campos de Carlos Sauberán. Recuerda la página municipal que ese nombre “proviene de pozos semisurgentes que surgen por el afloramiento acuífero de napas de aguas subterráneas, visibles en ambas barrancas del río Carcarañá conformando un paisaje distintivo”.
Parece joda, pero más de un siglo después esos bellos surgentes se están transformando en un dolor de cabeza para los productores de la zona, que solo en ese distrito cultivan unas 40 mil hectáreas. O mejor dicho el problema son las napas, que ya están tan cerca de la superficie que espantan y a veces inundan.
Esta situación motivó que la gente de AAPRESID, la asociación de Siembra Directa; del Ministerio de Producción de Córdoba; del INTA y de 14 empresas agropecuarias hayan decidido juntar fuerzas para llevar a cabo un proyecto de investigación durante tres años, que se realizará en la flamante Chacra Los Surgentes-Inriville (la localidad vecina, que sufre los mismos problemas con la altura de las napas).
“En el sudeste de la provincia de Córdoba, las pérdidas de producción por los niveles freáticos y los consecuentes temporales alertaron al sector agropecuario”, dice una información divulgada por AAPRESID, donde ya funciona un programa llamado Sistema Chacras, que se dedica a impulsar diversas investigaciones requeridas por el sector. En este caso, la investigación será sobre cómo producir en una región afectada “por las cercanías de la napa freática a la superficie del suelo y los anegamientos temporarios y permanentes”.
Los Surgentes e Inriville son una zona sensible para AAPRESID, ya que allí producen varios de los pioneros de la siembra directa en el país. Pero ahora hacerlo se ha transformado en un desafío: En 2019 la superficie afectada por la suba de las napas alcanzó 36.000 hectáreas aproximadamente, mientras que en septiembre del año 2018 la superficie cubierta por agua era de solo 5.500 hectáreas. Es decir, la superficie anegada aumentó 650%, cuando según la Estación Meteorológica INTA Marcos Juárez desde septiembre a enero cayeron 675 milímetros de lluvias.
“Las pérdidas de cultivos por tener el suelo cubierto de agua alcanzaron a 206.000 toneladas de maíz y soja, lo cual implica una merma de ingresos de 1.745 millones de pesos”, indicó AAPRESID en base a cálculos del Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Córdoba.
La presencia de napas cercanas a la superficie produce efectos negativos, como procesos de anoxias (falta de oxígeno) con pérdidas de plantas o reducción de rendimiento, a los que se le adicionan otra serie de complicaciones como inundaciones temporales y permanentes, problemas físicos de suelo (como falta de piso para sembrar, realizar labores intermedias o de cosecha), ascenso de sales, sodios y contaminantes por capilaridad, problemas de inundaciones en los ejidos urbanos y rotura de infraestructura viales, entre otros trastornos.
La misma nota dice que en la zona se encuentran la mayoria de pioneros de la siembra directa. Tal vez eso tenga mucho que ver con el incremento de las napas… Si mal no recuerdo uno de los slogans de Aapresid allí por los comienzos de la Sd era tenemos que cosechar agua en el perfil… Y literalmente 20/25 años después estamos cosechando agua…. Según Herí Rosso ( pionero enserio de la siembra directa ) era importante una labranza profunda cada 5/6 años de cultivo y rotación… Lo que desde muchos sectores fundamentalistas de la sd fue considerado como un error… Tal vez el viejo tenia razón….