Nina Pichelli es dueña de Maktub Endurance, haras Maktub y haras Carpe Diem, y se dedica a la cría de caballos para endurance en Entre Ríos, que vende a los Emiratos Árabes.
-¿Endurance son carreras largas?
-Sí, son carreras que van desde los 40 kilómetros (en categoría novicios) a 160 kilómetros, por etapas; se arranca de madrugada y termina hacia el mediodía. Pero en Emiratos Árabes, donde me encuentro ahora, las carreras son mucho más rápidas que en otros países por la facilidad que dan sus suelos, la preparación de los caballos y sus recursos.
-¿Usted dónde realiza la cría?
-Arrancamos en General Belgrano, provincia de Buenos Aires, pero el lugar nos quedó chico. En estos años y con la suerte de que los hijos de Fiorentino (“el” padrillo que les permitió dar el gran salto logístico y económico) demostraron ser caballos de endurance con condiciones increíbles, debimos ampliarnos en instalaciones y en el número de cría, que pasó de ser una cantidad muy pequeño para cubrir nuestras necesidades como jinetes, a criar un lote mayor para cubrir la demanda que tenemos de los establos de Emiratos.
-¿Y ahora dónde están?
-En Entre Ríos, de donde soy oriunda. Cuando por cuestiones de trabajo tuve que empezar a quedarme más tiempo en los Emiratos, decidimos llevar la caballada cerca de mi familia para que ellos, fundamentalmente mi padre que también es un apasionado de los caballos, pudiese controlarlos y ver que todo saliera bien.
Tenemos los caballos repartidos en dos campos: en Gualeguaychú las madres y crías, donde se quedan los caballos a campo hasta que tienen edad para ser domados, lo que nosotros hacemos a partir de los 4 años. En Colonia Hughes (Colón) se lleva a cabo la doma, entrenamiento, clasificación de carreras de velocidad regulada y su cuarentena de exportación, Allí también tenemos los padrillos que solo salen para ir a un centro de reproducción, donde se hacen las transferencias embrionarias, las fertilizaciones y se obtienen las pajuelas para exportar el semen congelado. De esta manera conseguimos controlar la calidad en todos los estadios de la vida del atleta equino, desde su concepción.
-¿Cuánto hace que se dedica a esto?
-Más o menos 10 años. Fue un proceso de aprendizaje, ya que criar caballos deportivos no es lo mismo que un mero cruzamiento de ejemplares; requiere de mucha dedicación y no hacerlo bien iría en contra de mi meta, que es seguir sacando un gran porcentaje de caballos con las condiciones necesarias para esta disciplina. Un caballo de Endurance bien criado depende de un meticuloso plan que lleva la planificación de varias generaciones y una elección sumamente minuciosa de los reproductores a utilizar. Llegar a tener los padrillos y yeguas que hoy forman parte de mi plantel llevó años de búsqueda, constancia, paciencia y negociaciones.
-¿A quién vende sus caballos?
-En Argentina sólo disponemos para la venta servicios de nuestros tres padrillos (LN Fiorentino, LN Spartano y Maktub Parisino), ya que los caballos de nuestra cría se venden en totalidad al exterior, principalmente a Emiratos Árabes Unidos, la meca del deporte. Fiorentino, nuestro primer padrillo, tuvo hijos con muy buenos resultados y él ya es reconocido como un excelente reproductor, lo que nos allanó el camino y facilitó esta posibilidad de vender todo al Golfo.
-¿Dónde aprendió esta profesión?
-Fue día a día. Aprendí mucho del polo y con la premisa de que a caballo se aprende lo que no está en los libros. Mi meta era que los caballos fueran funcionales, que atendieran no sólo a un pedigree sino que demostraran que en sus genéticas tienen las condiciones. Fui aprendiendo con el paso del tiempo y de criadores de Argentina, especialmente de Susana Sánchez. Ella crió durante más de 50 años en inbreeding, bajo la supervisión de genetistas y con sangres del desierto, caballos que mantenían la calidad de los antiguos árabes de los beduinos. Ella consiguió criar verdaderos ejemplares de resistencia.
-¿Qué tiene que tener un caballo o yegua para ser óptimo para este deporte?
-Estructura física, un metabolismo atlético, recuperación cardíaca a alta velocidad (posiblemente lo más difícil de conseguir) y los movimientos. Un caballo para este deporte tiene que tener un físico atlético, con fibra muscular que lo acompañe y capacidad pulmonar. El metabolismo es lo que va a ayudar en su desempeño y performance.
-¿Hay algo que sea lo más importante de todo?
-Que el caballo recupere su frecuencia cardíaca lo más rápido posible luego de haber corrido a alta velocidad. Si bien podemos ver caballos que son buenos recuperadores en sus países de origen, la velocidad con la que se corre en Emiratos deja afuera a varios. Los caballos se pueden entrenar, mejorar y planear estrategias de carrera para obtener buenos resultados pero lo ideal es que tengan las condiciones genéticas de un posible campeón. En endurance los movimientos son muy importantes por la posibilidad de lesiones y su capacidad de desarrollar velocidad, y los aplomos no son algo que se pueda pasar por alto: en mi cría no tienen lugar caballos con defectos de este tipo, sólo se cría con lo mejor.
-¿Cuánto le lleva prepararlo?
-Desde los 4 años empezamos la doma y a prepararlos para las pruebas de resistencia. Un caballo con genética lleva poco tiempo: sólo hay que entrenarlo físicamente y enseñarle a ser un atleta; para cuando tiene 6 años ya está listo para viajar. Un caballo con buen corazón, mente y físico se hace en menos de un año, se adapta fácil a los entrenamientos, no da mayores problemas.
-¿Debe ser de alguna raza en especial?
-Preferentemente árabe, anglo árabe o cruza árabe. El árabe es el campeón de resistencia por antonomasia. El caballo árabe tiene un tipo de fibra muscular que es característica de la raza, no son acumuladores de grasa, por eso se ven tan flaquitos. Esa particularidad ayuda a que no acumulen ácido láctico con facilidad, aumentando su resistencia en relación a otras razas. El anglo árabe (SPC, SPI, Thoroughbred con árabe) debe estar muy bien diseñado para dar buenos resultados.
-¿Cuánto valen en el mercado?
-En Argentina hay caballos de todos precios, dependerá de la calidad de su línea de sangre, condiciones y edad, entre otros factores; en el exterior ya estamos hablando de caballos que valen lo que no se podría pedir en el mercado nacional. Nosotros hemos vendido nuestra genética (semen de nuestros padrillos) también a Chile y España; este año reciben las pajuelas de Fiorentino, así Argentina se vuelve a ubicar en el mercado del endurance, como poseedor de genética Premium.