Estaba pendiente la agenda agropecuaria de una demorada visita del presidente Javier Milei a su par chino Xi Jinping, ya que hay múltiples acuerdos sanitarios que deben firmarse entre ambos países y la sensación es que Beijing esperaba ese gesto del argentino para destrabar esos asuntos. Entre las cuestiones pendientes, a la cabeza estaba la ansiada reapertura de ese mercado para al carne y los subproductos del pollo, como las garras, que se prohibieron en 2023, luego de la aparición de casos de Influenza Aviar en la Argentina.
Pero ni siquiera con Milei jurando amor eterno al líder del Partido Comunista chino se logrará ahora la reapertura de ese mercado para las avícolas, un flujo de unos 120 millones de dólares anuales para la Argentina. ¿Por qué razón? Es posible que todo deba volver a fojas cero porque en la Argentina el servicio sanitario volvió a detectar la presencia de Influenza Aviar Altamente Patógena H5 (IAAP H5). De nuevo la gripe aviar está dando vuelta entre nosotros.
Todavía no se ha dado a conocer la información oficial, pero Bichos de Campo pudo saber que este viernes 14 se confirmó la detección del virus IAAP H5 en aves de traspatio de la localidad de Tres Isletas, en el departamento Maipú, en el centro norte de la provincia del Chaco. La localidad equidistante de la frontera con Paraguay y las ciudades de Reconquista y Corrientes. Como ha sucedido en toda la región, se presume que este rebrote surgió a partir de la llegada a la zona de aves migratorias enfermas. En otros países ya estaban en alerta por nuevos brotes.
Hay varias especies de aves involucradas en esta detección del IAAP H5 en un gallinero chaqueño, ya que se ven involucrados gallinas, pavos y patos.
Aunque un informe interno del Senasa afirma que; “es importante destacar que la presencia de IAAP en aves de traspatio no afecta el estatus sanitario del país”, ya que no se trata de un establecimiento comercial, este hallazgo seguramente hará retroceder varios casilleros el pedido argentino a China para que reabra su mercado a la carne y las garras de pollo y gallina. Ese comercio se suspendido ni bien en febrero de 2023 el virus ingresó en la Argentina y a otros países latinoamericanos.
En aquella crisis, dos años atrás, en la Argentina se registraron cientos de brotes en aves de traspatio. Pero los que resultaron claves para la pérdida de mercados fueron los 18 eventos registrados en establecimientos comerciales de diversas provincias, que provocaron el sacrificios sanitario de millones de aves. La mayoría de los mercados comenzó a reabrirse luego de que el Senasa lograra controlas esos focos y declaró al país como libre de influenza aviar, en agosto de 2023.
De a poco, las industrias avícolas fueron recuperando destinos de exportación. Primero se reabrió Singapur, luego Vietnam, luego la Unión Europea, más adelante Chile, pero siempre la figurita difícil fue recuperar China, que hasta ese momento era el principal mercado para el sector. La Argentina produce unas 2,1 millones de toneladas de carne aviar, de las que usualmente exportaba entre 10 y 20%. Pero China era a la vez el gran destino para colocar tradicionalmente las garras de esos animales.
En junio de 2024, antes de ser despedido de su cargo, el ex secretario de Bioeconomía Fernando Vilella llegó a viajar para pedir a Beijing por esta reapertura de los negocios, pero los chinos lo mandaron de vuelta a casa con las manos vacías. A partir de allí la especulación política es que el gigante asiático no accedería a esa y otras demandas comerciales y sanitarias de la Argentina hasta que el presidente Milei aceptara visitar formalmente al presidente Jinping, para pulir rispideces entre ambos gobiernos. Esta visita oficial se viene posponiendo desde hace varios meses.
El argumento esgrimido por las autoridades sanitarias argentinas para volver a declarar el estatus de país libre de IAAP H5 es que no se registraban casos desde mayo de 2023, y que además se estableció una estrategia de regionalización para la eventualidad de que -como sucede ahora- aparecieran nuevos brotes. En esos casos, se aplica un criterio para aislar sanitariamente esa zona, y las restricciones comerciales ya no involucran a todo el país sino a las empresas ubicadas en dicha zona.
Aunque en aves de traspatio y no en un gallinero comercial, la noticia de la reaparición de la enfermedad en Chaco ahora será una dura prueba de fuego para esta estrategia oficial. Por lo pronto, el Senasa lanzó “un llamado a reforzar las medidas de manejo, higiene y bioseguridad en todos los establecimientos avícolas, con el fin de prevenir el ingreso y difusión del virus”. Al mismo tiempo puso en marcha el sistema de alertas y pidió a quienes observen síntomas en aves que avisan de inmediato al organismo.
La influenza aviar es una enfermedad altamente infecciosa, producida por un virus de la familia Orthomyxoviridae que afecta principalmente a las aves domésticas y silvestres. En ocasiones también pueden contraerlo las personas y otras especies animales, como equinos, porcinos y perros. Los síntomas en aves son falta de apetito y descoordinación, plumaje erizado, respiración dificultosa, con secreciones nasales, diarrea, menor producción de huevos, y hasta la postración y muerte.
La novedad de la reaparición de esta zoonosis en el país se produjo justo el mismo día en que la República de Corea confirmó al Senasa su reconocimiento a las garantías de los sistemas de control y certificación, y por lo tanto habilitó cinco establecimientos para que exporten su producción a ese destino.
“En noviembre pasado se realizó una auditoria con la recepción de una comitiva de inspectores coreanos que recorrieron las instalaciones de cinco frigoríficos exportadores de productos aviares y las oficinas del Senasa. De esta manera, Corea anunció la apertura del mercado a partir del 1 de enero de 2025”, celebró el Senasa en un comunicado.