Nacira Muñoz es bióloga y para muchos productores eso parece ser una mala palabra. También para la legislación vigente desde hace años, que obliga que la conducción del organismo tecnológico deba ser indefectiblamente ocupada o bien por un profesional veterinario o bien por un ingeniero agrónomo. Nacira no lo es, pero es la nueva vicepresidenta de un INTA que en los últimos tiempos se ha llenado de caras nuevas. Y de profesiones que le aportan matices diferentes.
Nacira, que acompañará al tucumano Mariano Garmendia en la conducción del INTA, llegó al puesto gracias a una “excepción burocrática” a esa vetusta regla. Ella, de todos modos, no parecer hacerse drama, pues se siente “inteana” casi desde la cuna: ingresó a trabajar allí en 2003 mientras hacía su trabajo final de grado. Investigaba la interacción de los pelos radicales o rizobios de la soja para la captación de nitrógeno. Nacira es una bióloga que sabe de la genética de la soja mucho más que cientos de agrónomos.
En los pasillos de la Expoagro, Bichos de Campo entrevistó a la flamante vicepresidenta del INTA, que sin duda representa una inyección de sangre nueva en un organismo que viene de pasar por una gestión definitivamente “anodina” durante los dos primeros años del gobierno de Alberto Y Cristina.
Mirá la entrevista:
Muñoz dice que con su designación siente “una enorme responsabilidad porque no solo detrás de las autoridades políticas y de los espacios de gobernanzas que tenemos en el INTA hay muchos trabajadores (ella agrega trabajadoras, pero en Bichos de Campo hace rato hemos decidido no gastar tinta ni saliva como hacen los políticos) sino que también hay un fuerte compromiso de trabajo para el desarrollo nacional”.
Nacira arranca bien. Dice que siente “ese compromiso” pero no maquilla la realidad: reconoce que el contexto es complejo, como harían muchos otros funcionarios.
-¿Por qué es complejo el contexto?
-En términos económicos hay una situación que hay que abordar- responde. Habla del país pero también de los problemas presupuestarios que enfrenta el INTA , donde la situación de estrechez de recursos se siente mucho y agobia a los investigadores- Cualquier sistema está interconectado y los cimbronazos se sienten claramente.
-¿Y que te gustaría que suceda con el INTA?
-Que se recupere y luego que se profundice ese proceso de planificación estratégica que transitó siempre el INTA en interacción con otras instituciones apoyando al desarrollo agropecuario. Esas definiciones estratégicas son muy importantes, te marcan un rumbo. Un INTA planificando futuro es algo que uno desea todos los días.
-Muchos productores dicen que no se necesita el INTA, que ya los desarrollos que necesitan los aportan empresas como Monsanto, por nombrar una que fue importante pero que ya no existe como tal…
-Bueno, a ver, cada uno tiene sus objetivos. Funcionamos en un mundo y dentro de ese contexto Monsanto tendría su propósito y está muy bien que avance, como cualquier otra empresa. Nosotros articulamos con ellos, pero el rol del Estado debe poder definirse como estratégico para el desarrollo nacional.
-¿Y vos pensás que el INTA sigue teniendo una utilidad?
-Seguramente hay contradicciones que nos llevan a repensarnos y eficientizar nuestras acciones. Nosotros tenemos con el compromiso de investigar y generar extensión con nuestros productores que no siempre se contraponen con inversiones que se hagan desde cualquier otro ámbito privado o público. Pero hay horizontes de desarrollo y nosotros debemos fortalecer la investigación y el desarrollo propio, que tienda a nuestra soberanía tecnológica.
Nacira, está claro, cree que el INTA tiene muchísimo para aportar todavía, porque “está presente en todos los territorios” y en contacto directo con muchos tipos de productores, cualquiera sea su escala. Reconoce que han hecho diagnósticos internos que les marcan que “en algunos ámbitos tenemos que pone run poco más de esfuerzo”. Pero aclara que “el INTA contribuye y mucho: tiene 65 años de acompañamiento y apoyo al sector agropecuario y ahora, con más fortaleza, al agro-bio-industrial, para salir un poco de esta instancia de primarización en la que estamos”.
La flamante vicepresidenta del INTA también defiende la institución de otro flanco de críticas que frecuentemente se escucha en el sector privado: la irrupción en el organismo de profesionales que poco y a veces nada tienen que ver con las ciencias duras agropecuarias. Ella es un ejemplo vivo que se quedó a mitad de camino, porque la biología claramente está cerca del agro. Pero hay sociólogos, técnicos en informática, periodistas…
“Nuestras instituciones no pueden comprenderse si no nos entendemos desde el gran contexto de la trasndisciplina. Todas la disciplinas son importantes, todas tienen sesgos disciplinarios pero también todas en conjunto contribuyen”, explicó. Luego enfatizaría: “No se puede comprender el mundo si no nos pensamos transdiciplinariamente”.
Nacira no parece asustarse de este tipo de polémicas sino que por el contrario las propicia. “Si esta situación genera debate, ese debate hay que darlo con honestidad intelectual. Muchas veces desde los prejuicios construimos horizontes que no son deseables, pero también muchas veces descubrimos que tenemos más cosas en común que diferencias”.
esta pava llego a INTA a imponer ideologia. usurpando un cargo y violando la ley. se hace la importante y quiere controlar todo, representando a un gobierno korrupto que no le tira 1 mango. INTA continuara en su caida libre, con sus 8000 gnocchis discutiendo el sexo de los angeles mientras el Instituto no encuentra su rumbo. hoy INTA es caro para el pais porque no genera NADA y solo es un antro de resentidos. andate Nacira. representas a un gobierno debil que transita penosamente su ultimo año y vos no tenes idea de como mejorar INTA, mucho menos sañvarlo de su implosion.