“Es algo inentendible”. Así calificó Juan Uccelli, presidente de la Asociación Argentina de Productores Porcinos (AAPP), la decisión oficial de permitir la importación de cerdo en un contexto donde hay una alta oferta local, con productores y empresas faenadoras que se funden por exceso de oferta, como ya sucede con la cadena avícola.
“No pedimos que cierren las importaciones; pedimos las mismas reglas de juego, que la gente sepa que puede comprar una carne fresca argentina que tiene menos de 48 horas, o bien que puede comprar una carne congelada importada y que lo mínimo que tiene es un mes y medio si viene desde Brasil, y de 6 meses si viene desde Dinamarca”, reclamó Uccelli.
En diálogo con Nicolás Razzetti y Fernando Bertello en Bichos de Campo en radio Rivadavia, Uccelli indicó que “no estamos atravesando quizás, una situación compleja como la que ocurre en el sector avícola, pero estamos preocupados por algunas cosas que están sucediendo y que no ayudan en nada a bajar el precio al consumidor. Están trayendo productos importados, pero los precios no bajan, lo que no hace más que complicar a los productores y beneficiar a 4 o 5 importadores”, aseguró.
El dirigente explicó que, en datos interanuales, se registra un aumento del 30% en el precio de algunos cortes porcinos, muy por encima de lo que aumentó la carne aviar y la carne vacuna, según datos oficiales y privados. “Pero si lo trasladamos al aumento del primer semestre de 2017, el precio máximo del capón bajó 1,6% y el precio al público subió 5,6%; comparado con la carne vacuna, estamos por debajo”.
Consultado acerca de los volúmenes importados, el presidente de la AAPP expuso que “en 2015 la importación se ubicaba en 3% de participación y este primer semestre del 2017 ya estamos en 11%, lo que habla de un aumento grande”.
Y añadió: “El inconveniente es que se perjudica al consumidor y al productor, porque en definitiva no se trae carne fresca, sino congelada, nadie hace controles, los supermercados descongelan la carne importada, la colocan en una bandeja y más allá de que indican fecha de envasado y vencimiento, no especifican la fecha de elaboración. Por ende, creemos que hay un agravante de identificación en los etiquetados de los productos”.