El economista del INTA y ex secretario de Agricultura, Gabriel Delgado; y el secretario de Relaciones Internacionales de Tucumán y ex titular del PROSAP, Jorge Neme. son los dos nombres que más suenan por estas horas para hacerse cargo de la política agropecuaria en el gobierno de Alberto Fernández, a partir del 10 de diciembre. Esta semana, a poco de las elecciones, mandaron señales tranquilizadoras hacia el sector productivo, y más específicamente al sector ganadero. Dijeron que la prioridad de esa gestión será “producir más y exportar”.
Sucedió durante el cierre del Simposio Agroindustrial realizado este jueves por el Grupo de Lideres Empresariales de Argentina (Lide), que reúne a CEOs de empresas destacadas. Entre ellos figura Gustavo Grobocopatel, que ofició de moderador en una charla con los dos principales referentes agropecuarios del victorioso Frente de Todos.
En esa oportunidad, Neme hizo hincapié en “producir más y en exportar. Es la prioridad absoluta”. Pero, en referencia a los embarques de carne vacuna, el tucumano consideró que es necesario “buscar determinados acuerdos en el sector ganadero. Hoy la tecnología te permite separar una media res en distintos cortes; se puede pensar en que haya 3 o 4 cortes que no se exporten y que tengan otro precio. Hoy la tecnología informática te permite controlar esas cosas”, indicó.
Neme y Delgado trabajaron en el documento “Notas para una política agropecuaria”, uno de los tantos que apuntalaron la campaña electoral del peronismo. Siempre hablando del negocio frigorífico, aseguró que “Argentina y el sector ganadero tienen un atraso enorme, ya que tenemos cinco estándares sanitarios distintos”.
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En ese sentido, señaló: “Nosotros tenemos que tender hacia una industria de la carne moderna, actualizada, con cortes, con productos terminados y con valor agregado”.
En términos generales, el ex funcionario del PROSAP dijo que “exportamos solo el 11% de nuestro Producto Bruto Interno (PBI), y ese número no cambia hace 40 años. Puede haber cambiado en valor, pero no en la cantidad”. Quien actualmente se desempeña como secretario de Relaciones Internacionales en el gobierno de Juan Manzur agregó que “el desafío es extender la producción a todo el territorio argentino”.
Como parte de este estrategia de expansión, Neme ejemplificó: “Nosotros tenemos 2 millones de hectáreas bajo riego en el país. Pero podríamos regar 500.000 hectáreas en Río Negro y transformar a la Patagonia en un espacio fenomenal de producción de carne de calidad, con el mejor estándar sanitario del mundo, y además agregar otras 150.000 hectáreas en Chubut”.
“No olvidemos que tenemos al Chaco, Formosa y Corrientes, que conforman un mundo esencial para la ganadería y las proteínas de calidad. Sólo con inversión se pueden proteger tanto el ambiente como los derechos de las comunidades aborígenes. A todo eso debemos apuntar con el mundo empresario”, expresó.
Otro tema clave para Neme es la producción porcina. Se preguntó: “¿Cómo puede ser que Argentina tenga 60.000 cerdas en producción, Brasil tenga 3 millones y China 200 millones?”. Luego se respondió: “Es la consecuencia de que durante años no hubo un negocio previsible, por todas las idas y vueltas entre la política pública y el sistema financiero, el cual condicionó a la política pública durante años en la Argentina”.
“Eso tiene que ver con que hace años que mucha gente acá vive exclusivamente de la renta financiera. Eso hay que desactivarlo”, exclamó Neme.
A su turno, Delgado hizo alusión al crecimiento de las carnes tradicionales y al de aquellos productos que se basan en el consumo de proteínas vegetales, que ya se comercializan con alta aceptación. Tampoco escapó a la discusión de la llamada “carne sintética” o de laboratorio, sobre la cual aún se está trabajando recién en el desarrollo.
El ex secretario de Agricultura de Carlos Casamiquela confesó que dialoga mucho sobre los alimentos con la chef Narda Lepes. “Es una mujer muy militante y comprometida con los temas. Los médicos le hacen bullying a todos los chefs, pero yo discuto mucho con ella sobre este tema de la carne artificial. Cuando en 2017 yo era director de Economía del INTA trajimos al tipo que inventó el proceso de darle escala industrial a la generación de carne in vitro, porque pensaba y sigo pensando que este tipo de procesos industriales van a tener un lugar”, relató Delgado.
El economista aclaró que aunque las proteínas tendrán un bajo costo, y que se va a partir el mercado, “vamos a poder seguir vendiendo el Rump and Loin (corte del cuarto trasero integrado por los bifes angostos, el lomo y el cuadril) por mucho tiempo”.
Delgado recordó que “cuando salió la empresa Beyond Meat (Más allá de la Carne) al mercado, y cotizó en la bolsa, explotó en precio y en solo dos semanas, la empresa llegó a valer lo mismo que todo el rodeo de vacas de la Argentina. Hoy vale la mitad porque es una tecnología más simple de lo que se conoce, porque son alimentos ultra procesados, y entonces no va con la lógica de comer de modo natural, y tienen mucho sodio más allá de que su sabor es parecido al de la hamburguesa tradicional”.
Más allá de todo esto, Delgado aclaró que “los que somos carnívoros, seguiremos siéndolo, y nos ponemos cada vez más exigentes con la carne que consumimos. Eso seguirá pasando en China y Europa, con lo cual la ganadería argentina seguirá teniendo desarrollo de su carne premium”.
Pero sí consideró que “Argentina está mal parada en varias miradas: tenemos problemas para generar animales grandes, tenemos el doble de vacas de los terneros que tenemos, con porcentajes de destete nacional que están por debajo del 60%, y tasas de interés del 70% que te afectan cualquier dinámica poblacional”, advirtió.