Sebastián Pechar lleva con orgullo grabado a fuego en su alma ser fueguino. Allí, precisamente en Río Grande, creció junto a sus padres y seis hermanos. Después se mudaron a Buenos Aires, pero siempre las vacaciones eran en el campo del sur.
En el capítulo 85 de El podcast de tu vida, Pechar recordó anécdotas de aquellos años de niño y adolescente en la montaña, con “la primada” y amigos. Además creó un grupo de ganaderos en whatsapp y estuvo en la puesta en marcha del CREA Tierra del Fuego, donde comparten experiencias y tratan de llevar el potencial de la región al máximo. Pasen y lean, disfruten de otra linda historia.
-Arranquemos por el principio: Naciste en el confín del mundo, Río Grande, Tierra del Fuego… y un detalle: en plena esquila un 31 de diciembre de 1978. Contame de situación, ¿qué te contaron después tus viejos de aquello?
-Es un orgullo y un privilegio nacer en Tierra del Fuego, debe ser porque somos poquitos, es una isla chiquita. Antes nos conocíamos todos, ahora las ciudades han crecido bastante.
-¿Cuántos habitantes tenía hace 40 años?
-Hoy tiene 100.000 y capaz que en ese momento éramos 15.000 o 20.000. Vuelvo con lo del nacimiento. En ese momento estábamos con el conflicto con Chile por el Canal de Beagle. Fue una época brava, todo se estaba preparando por si se largaba la guerra. Y nací en plena esquila, en el campo de mi mamá, que administraba papá en ese momento. Y se me ocurrió nacer. Mamá estaba amasando unos ñoquis y de repente, dijo “me tengo que ir al pueblo porque se viene”. Imaginate que yo era el séptimo, mi mamá ya tenía experiencia. Estaba canchera para parir.
-¿Y dónde naciste?
-Papá se tuvo que quedar en la esquila. Mamá, mi abuela y una de mis hermanas partieron para el hospital de Río Grande, que estaba preparado para que si se largaba la guerra empezar a recibir algún soldado herido.
-Siete hermanos… guau… ¿Cómo es la diferencia de edades con tus hermanos/as?
-La más grande es Vero que tiene 18 años más que yo. Cuando nací la eligieron de madrina. Los cuatro primeros son bastante seguidos: Vero, An, Ale, Pedro; después, María José, Juan y Yo, cerrando el equipo.
-¿Qué hacías de pibito? ¿Qué te gustaba hacer? ¿Qué hace un niño fueguino?
-Yo nací en Río Grande, pero como ya éramos varios y mis hermanas empezaban la universidad, y también por la enfermedad de mi papá, entonces nos mudamos a Buenos Aires. Mi último recuerdo de Tierra del Fuego fue durante la Guerra de Malvinas, que no me voy a olvidar nunca más, es que estábamos en el campo, de esquila, y con mi hermano Juan vimos entraba por la entrada al campo jeeps y camiones con soldados que llegaron al galpón de esquila y empezaron a buscar por todo el casco porque estaban buscando a unos pilotos de un helicóptero que decían que se había caído en la isla. Después de eso, ya prescolar lo hice en Buenos Aires.
-¿Y después? ¿Estuviste vinculado con el campo?
-Si. Las vacaciones de invierno íbamos a un campo familiar a Bahía Blanca y todos los veranos eran en Tierra del Fuego. Navidad en Buenos Aires si no quedaba otra y después nos íbamos todos en avión a veces a Río Grande. Otras veces cuando éramos más chicos, hacíamos el camión por tierra. Primero a Bahía Blanca, después Comodoro, Río Gallegos, y después Río Grande. Cuando muchas partes de la ruta 3 era de ripio. Es cuando éramos ya los siete hermanos.
-¿Qué cosas te acordás de esa época de pibito en el campo?
-Todas lindas, nuestras vacaciones eran con 4-5 primos más, asique éramos un equipo que andábamos a caballo todo el día. Trabajando en la esquila, la inseminación de las vacas, saliendo a rodear, después nos íbamos a hacer la señalada de los terneros a la cordillera, eso era un lujo. Ya nos conocían en los puestos. Hacíamos travesuras, íbamos para adelante, no teníamos miedo. Después de la señalada nos quedábamos bastante tiempo, entre puesto y puesto de las veranadas. Los viejos puesteros ya nos conocían desde chiquitos. Corríamos caballos salvajes, pescábamos. También recuerdo que siempre nuestros padres nos inculcaron el trabajo al a par de la gente. Es el día de hoy que algún viejo que nos encontramos hoy, de 80 años, yo tengo 40, que se acuerda de nosotros y la responsabilidad y garra que le poníamos.
-Sos ingeniero en Producción Agropecuaria, ¿Por qué elegiste trabajar del campo? ¿Tenías un plan B?
-De mis hermanos. Pedro el mas grande de los varones también es Ingeniero en Producción Agropecuaria, y siempre fue una carrera que me gustó. También estaba agronomía, pero yo siempre preferí más la producción animal que la vegetal. La agricultura no la había vivido nunca, ni en Tierra del Fuego ni en Bahía Blanca. El plan B podría hacer sido veterinaria. Pero sabía que era alrededor de los animales y estando en el campo.
-¿Y te acordás de algo que descubriste durante la carrera?
-La realidad es que de agricultura cuando arranqué no tenía ni idea. Después fui aprendiendo. Pero inicialmente descubrí con el tiempo que me gustaba la parte de administrar o gerenciar, hacer que las cosas sucedan, dentro de mi perfil profesional no soy muy técnico. Me gustó también ver distintas realidades cuando viajábamos a los campos. Viajes buenísimos en donde veías de todo y de distintas producciones.
-En 2018 creaste un grupo de Whatsapp de Ganaderos argentinos, después uno de ganadería latinoamericana… ¿Qué buscabas? ¿Cómo se dio?
-Nunca pensé que eso iba a llegar a dónde llegó. Yo participaba de unos grupos de whatsapp, en los que se hablaba de distintas producciones, pero cuando se hablaba de agricultura había un montón de ideas, pero cuando hablábamos de ganadería éramos 4-5 nomás, y nos tapaban con agricultura. Entonces, quería participar de alguno en el que se hable sólo de ganadería, pero después de hablar con algunas personas me di cuenta que no había. Y lo armé. Primero a todos mis contactos que sabía eran ganaderos o les gustaba. Y los iba sumando. Después ellos mismos sumaron gente y así llegamos al cupo que el límite era de 250 participantes y ¡había lista de espera! Un día entró un uruguayo, un chileno, y así con un grupo armamos ganaderos latinoamericanos y llegamos al cupo y con gente en espera. Pero básicamente cada uno puede preguntar cosas, contar experiencias, compartir novedades, es un grupo abierto y en el que se generan intercambios de muy algo nivel.
-Hace un par de años se te ocurrió poner en marcha un Grupo CREA de Tierra del Fuego. Creo eran 7 establecimientos, hasta donde sé, los que participan y comparten info. ¿Cómo es producir en Patagonia? Sobre todo en el sur sur, Tierra del fuego, Quizás sur de santa Cruz… ¿Cuáles son las claves?
-En Tierra del Fuego en particular, históricamente todos los establecimientos eran ovejeros, la producción ovina era lo más importante que había en la isla. Y hace 30 años cada uno tenía algún rodeo de vaca de cría, pero chiquito. No había mucho. Y a medida que los últimos años arrancó el problema de los perros asilvestrados, que salió de las ciudades y se empezó a meter a los campos y matar ovejas. Vos en la isla tenés el norte, del río grande hacia arriba, que es todo meseta magallánica y eso es sin monte. Después tenés eco tono y cordillera, con mucho monte, y ahí los perros empezaron a hacer estragos y los productores de la isla de esa zona se fueron pasando al vacuno. Algunos campos de cría y otros ciclo completo.
-¿Qué potencial tiene?
-El potencial que tiene, los índices reproductivos, preñez, destete, son muy buenos. A pesar del clima complicado y la falta de recursos forrajeros en invierno la hacienda, por un tema de carga animal se mantiene con una buena condición corporal. Sería bueno a futuro lograr una identidad de la carne fueguina, carne del fin del mundo, recontra orgánico, no es casi necesario vacunar, es un lugar muy sano.
-¿A cuántos kilos los llevan?
-Y, 360 kilos, algunos 400 kilos, todo eso a puro pasto. Capaz que en el invierno algo de suplementación que se hace con balanceado, o pellet o cubos de alfalfa, pero se logra un novillo terminado a pasto, no hay chance de llegar a una terminación como uno de corral, pero se logran buenos márgenes.
-¿Se faena ahí y se consume en la isla?
-Si y no. En Ushuaia y en Río Grande tenés dos mataderos municipales. Que siempre tienen algunas dificultades, porque son viejos. Entonces, también se puede llevar a Santa Cruz, en Río Gallegos que hay frigoríficos de cordero y ahí se puede faenar también novillos. En la isla entra todavía carne del continente en gran cantidad.
-¿Qué te gusta más de lo que hacés hoy?
-En mis primeras experiencias profesionales, primero en Córdoba, después en campos en provincia de Buenos Aires, yo veía que mis ex compañeros asesores estaban girando de campo en campo y cambiando de zona, y yo siempre en el mismo lugar. La verdad que hoy lo que más me gusta de los últimos años, desde 2011 que empecé a andar de forma independiente, es andar. Me gusta ir conociendo distintas cosas. La parte más linda hoy, ni hablar de ir a Tierra del Fuego, es un privilegio, es poder moverme. Ver distintas producciones y campos.
-Llegás a tu casa después de un día largo, cansado, ¿Cómo reseteás el bocho?
-Me gusta estar físicamente bien, porque me hace bien. Trato de hacer ejercicios a la mañana temprano. Cuando se puede. Y empecé a jugar al rugby con los veteranos del Náutico de Necochea, que la verdad es muy divertido. Soy de los jóvenes de los veteranos porque hay algunos que tienen 70. Y tengo 3-4 amigos del club. Estamos como responsables de las divisiones de los más chiquitos. Entonces, cuando Hilario tiene entrenamiento voy a club, charlamos, mateamos, eso está bueno para despejar. Otro hobbie son los caballos, pero ahora estoy complicado…
-¿Jugás o jugabas al polo?
-Si, polo de campo. Nada muy profesional. Cuando vivía en Córdoba pasaba mis fines de semana en un centro de doma de lo que para mí es mi familia cordobesa. Cuando llegué allá no conocía a nadie y me invitaron a jugar un fin de semana y de ahí… para que te des una idea son mi familia en Córdoba. Es un deporte que me encanta, pero se necesita tiempo y recursos.
-¿Cocina? ¿Cómo te va? ¿Tenés algún plato que digas, “con esto la rompo”?
-Los que me conocen saben que, para la cocina, cero. Tampoco es que vivo del delivery, pero es algo que no me llama en absoluto. Y tampoco me gusta tanto comer. Obvio cuando veo que hay algo rico, un buen asado, una rica comida, lo disfruto.
-Si pudieses viajar en el tiempo ¿A dónde te gustaría ir y por qué?
-Medio tristón, pero me gustaría volver a cuando era chico y vivir más cosas con mi papá. Por su enfermedad no pudimos compartir mucho. O volver un tiempo antes de que mi viejo se enferme y evitarlo. No sé cómo… pero sí, querría vivir más cosas con él.
-¿Algún lugar que te gustaría conocer?
-Alaska, Canadá. El otro día vimos con los chicos un documental y me encantó. Hace rato que ando con ganas de ir. Como verás lo más parecido a Tierra del Fuego. La otra punta. Me encantaría. Es un paraíso.
-Si mirás películas o series, ¿Qué te gusta ver?
-Películas, “Corazón valiente”, después de esa creo casi no existe más. En parte por la historia y en parte por el paisaje. Por suerte pude hacer un viaje por Europa solo y fui a Escocia y es un país infernal de bueno, muy lindo. Otra película, “Herencia de un valiente”, la 1 y la 2, te la recomiendo. Las tengo guardadas esas. Es del 80 y pico.
-¿Algún superpoder que te gustaría tener?
-Lo más parecido a un cóndor para poder volar la Cordillera desde arriba. Ahora veo los drones y para mí es de los mejores inventos de los últimos 50 años.
-Elegite un tema musical para cerrar la nota
-Como soy patagónico voy a elegir un patagónico, Hugo Giménez Agüero, que habla de un chico que se fue a estudiar a La Plata, que era de Santa Cruz, de un pueblo que se llama 28 de noviembre. El tema se llama “Estar lejos”, para mí es motivador, un poco triste, pero me gusta mucho. Me identifica. Su abuela le manda frutillas de la zona, esas que yo comía de chiquito también. Me lleva todo a ese momento y esa situación.
Excelente nota. Gracias por tanto amor a nuestra querida Tierra del Fuego. Volví hace unos años a la isla y todavía no se cómo, ni porqué, pero si sentí que nunca me había ido del todo y lo mucho que la extrañaba. Gran saludo!
Por el título pensé que su madre trabajaba en la esquila, pero no; era la dueña del campo… Así es romántico cualquiera…
te llamas Néstor!! Resentido