La cosecha de trigo va a ser récord este año. Según previsiones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires alcanzará las 25,5 millones de toneladas, superando así al record anterior en casi 15%. Esto obliga a tener estrategias comerciales bien aceitadas.
El analista Gustavo López abordó este tema, indicando que la campaña “se presenta con mucho rinde, pero con poca calidad”. Destacó que, aunque los rendimientos en regiones como el NEA están alcanzando entre 2900 y 3000 kg por hectárea, “hay una dicotomía: un precio que no es el mejor, mucho volumen y calidad que es bastante pobre”.
Este año, los precios del trigo “han caído a niveles preocupantes, situándose en torno a los 165-168 dólares por tonelada”, analizó López. Ante esta situación, aconsejó a los productores que “el que pueda espere un poco a que pase todo el vendaval”. La incertidumbre en el mercado genera preocupación, por lo que una venta anticipada podría no ser la mejor decisión.
El analista enfatizó la importancia de la calidad del grano, advirtiendo que “el productor debe ser consciente de que se puede encontrar con niveles de proteínas bajos, como 9% o 10%.” Esta calidad afecta directamente el precio, así que se recomienda a los agricultores “realizar una evaluación exhaustiva de su producto antes de decidir su comercialización”.
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En cuanto a la estrategia de venta, sugirió que el productor vaya “promediando”, que liquide “algo para cubrir los fijos” y maneje “lo que va quedando con el tiempo”.
Además, consideró que podría ser sensato vender otros productos, especialmente si el trigo no muestra perspectivas de mejora significativa en el corto plazo. “Lo que hay que pensar en el mercado es que puede que el trigo no sea la mejor opción en este momento”, apuntó.
López también discutió las perspectivas del mercado, señalando que “no se anticipan mejoras significativas en los precios internos del trigo”.
Sin embargo, aclaró que esto no significa que no haya oportunidades en el futuro. “Aunque el panorama es complejo, hay posibilidades de que el mercado se ajuste y los precios suban, pero no en el corto plazo”, señaló. Esta visión le llevó a recomendar a los productores ser pacientes y evaluar cuándo es el momento correcto para actuar.
Sobre la comercialización del trigo de menor calidad, el analista mencionó que “parte de este trigo se destinará a destinos alternativos que no son Brasil”. Esto puede abrir oportunidades en el mercado forrajero, lo que representaría una salida viable para aquellos que tienen trigo que no cumple con los estándares de calidad más altos.
Finalmente, en cuanto al maíz y la soja, López expresó que el maíz tiene un panorama más equilibrado y que la soja se enfrenta a un entorno complicado, con márgenes negativos tanto para la industria como para la exportación. “Nadie sabe dónde estamos parados en el caso de la soja”, concluyó.





