Las islas se prenden fuego y Rosario se volvió a llenar de humo. Del humo que ahoga, y del otro: el humo que emiten quienes simplifican las causas de este fenómenos echando la culpa de todo solo a los productores.
En esta lista siempre suele aparecer primero el nada menos que el ministro de Ambiente, Juan Cabandié, que incluso llegó a decir en las últimas horas que los incendios eran causados por productores “agrícolas”, siendo que o existen en las islas del Paraná demasiadas chances de sembrar trigo o soja. Luego de advertir la tontera que decía, el alto funcionario moderó su declaración: “Estos focos ígneos tiene intencionalidad. Siempre procuramos que la situación se modifique, nos parece una situación muy penosa.. Hay distintos intereses que se ponen en juego. Hay intereses que tienen que ver con inmobiliarios en los terraplenes; con la actividad ganadera; pesca; caza, porque se quema para poder cazar con facilidad, y -hay menos- pero existen casos que tienen que ver con lo agrícola”.
Lo cierto es que las autoridades nacionales, con el ministro a la cabeza, ampliaron las denuncias ante el Juzgado Nacional de Victoria, Entre Ríos, y reclamaron a las autoridades judiciales que “determinen quiénes son los titulares de esos campos y quienes los queman”, según explicó Cabandié. Ojo que en este caso también se puede llevar una sorpresa, porque hay muchísimas islas que son tierras fiscales y podría ser el propio Estado el negligente. En total, según las mensuras georreferenciadas, en los últimos días se han quemado unas 10 mil hectáreas de pastizales.
Como Cabandié, la opinión pública citadina es muy proclive a culpar solo a los productores agropecuarios de estas circunstancias.
En las últimas horas, la Sociedad Rural de Rosario trató de responder a esa mirada incompleta de la historia. “El río está muy bajo, hay sequía y heladas. ¡Los pronósticos lo anticipaban, se lo advertimos!”, aclararon los dirigentes del campo.
“Todos sabíamos que con estas condiciones climáticas si no se tomaban las medidas preventivas, los incendios, el humo y las cenizas podían volver.
Las autoridades no saben prevenir, ni cumplimentar las leyes vigentes, ni ejercer la Justicia justa”, añadió un comunicado de la entidad rosarina, recordando que, por ejemplo, el Distrito de Islas de Victoria tiene vigente la ley 9.868 de Prevención de Incendios que no ha sido reglamentada desde 2008.
Para la Rural de Rosario, no es echando a los productores de la región como se combaten los incendios sino todo lo contrario, repoblando la región. Para la entidad, una de las razones de los incedios hay que buscarla en el retroceso de la ganadería: “Actualmente en la Zona de Islas hay menos presencia de animales herbívoros que años atrás. Esto significa un menor consumo de pasto”.
“Si se fomentara la ganadería en la Zona de Islas, no solo se reduciría la carga ígnea y por ende habría menos incendios, sino que también se generarían mayores puestos de trabajo. Estigmatizar a los ganaderos no es el camino justo y no pararan los incendios. Exigimos que se aplique la justicia sobre los verdaderos culpables de los incendios y que se tomen las medidas de prevención necesarias para que estos no vuelvan a ocurrir”, dijeron los ruralistas.