Las primeras reacciones de las entidades del agro al anuncio de Milei en Palermo ya anticipaban que la medida le da tiempo al gobierno, mejora las expectativas pero no genera una revolución en el mercado. Los informes de diversos analistas de granos confirman esas sospechas.
Aunque estrictamente la rebaja a las retenciones anunciada el sábado aún no rige, pues la medida no fue publicada en el Boletín Oficial, en la práctica el mercado agropecuario ya lo da por sentado. Eso lo expresan las cotizaciones de los futuros en la jornada de este lunes, pero también las estimaciones que hacen quienes estudian las tendencias semana a semana.
Como primera lectura, los especialistas, al igual que los dirigentes, evalúan muy positivamente la medida. Lo que sí ponen en duda es cuál es el impacto efectivo que tendrá sobre los principales complejos agroexportadores esta reducción del 20% de la carga tributaria.
Sobre todo si se tiene en cuenta que, en la práctica, implica un regreso al esquema anterior al 30 de junio, justo después de que se haya liquidado casi la totalidad de la cosecha gruesa. A eso se suma que, por las expectativas que hubo en la antesala a los anuncios de Milei, el mercado ya se había adelantado en parte a la baja en las retenciones.
“En lo personal considero que hubiera sido mejor haber anunciado directamente la extensión del esquema el pasado 30 de junio, evitando así semanas de especulaciones e incertidumbre. De todos modos, podemos estar o no de acuerdo con las formas, pero no podemos dejar de celebrar la medida”, expresó la consultora Mariela Brandolin en su artículo publicado en Agroeducación.
En la misma línea, los consultores Zorraquín y Meseses aseguraron que la medida “debería mejorar el ánimo y ofrecer previsibilidad al mercado”, sobre todo porque la reducción de las retenciones para granos, cereales y carnes, aseguró Milei en Palermo, será “permanente”. A futuro, evalúan, eso podría dejar atrás al cortoplacismo que primó siempre en las operaciones.
Ahora bien, más allá de lo que significa en términos de ánimos, los especialistas ya anticipan que no se verá un gran impacto en las cotizaciones y los márgenes de los principales complejos.
“Parte del trabajo en precios ya se hizo”, expresó en su informe semanal Dante Romano, que es profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. Eso lo expresan las subas locales -divorciadas del mercado de Chicago- que hubo los últimos días, en un clima de expectativa alimentado por rumores.
En ese sentido, Romano es cauteloso en su diagnóstico, y asegura que, en las planillas, el anuncio de Milei “genera una mejora de precios teórica de unos 25 US$/tn en soja, 5 US$/tn en maíz y 7 US$/tn en girasol”, pero que el impacto real será más limitado, teniendo en cuenta que el mercado ya se movió en esa dirección.
“Siendo realistas, probablemente esa suba no se materialice completamente. El verdadero
impacto dependerá del nivel de abastecimiento que tengan los compradores y de su urgencia por hacerse de mercadería”, evaluó, en un tono similar, Brandolini.
Sin descorchar ni nada, en el agro evaluaron que la baja de retenciones va en el sentido correcto
Cuando se haga efectivo lo anunciado por el presidente en Palermo, el poroto de soja pasará de tributar de 33% a 26% y sus derivados -harina y el aceite, sobre todo- de 31% a 24,5%. Es precisamente en este complejo, por las características que expresó las últimas semanas y el saldo que dejó la liquidación de la cosecha gruesa, en donde los consultores esperan un mayor cambio.
Una parcial mejora en los precios, que ya se empezó a vislumbrar estas horas, demuestra a Romano que “el anuncio llegó en un momento justo” para la oleaginosa. Si bien el ritmo de comercialización había sido muy bueno hasta junio, el regreso al esquema anterior de derechos de exportación lo había enfriado y se empezaba a ver muy poca soja con precio en el mercado.
Tal como señala el especialista, “el stock de seguridad empezó a bajar, y ya se estaba volviendo una preocupación”, sobre todo para los compradores, “que ya habían adquirido un volumen importante y necesitaban que se le asignara precio a la soja entregada o comprometida”.
El problema no era “conseguir la soja”, sino que se le pusiera precio a la soja que el productor envió o se comprometió a enviar. Eso, esperan, se revertirá y permitirá a la industria adquirir materia prima a precios razonables.
Distinta es la situación en el caso del maíz, en donde las expectativas no son tan claras. En lo que coinciden los consultores es que la rebaja del 12 al 9,5% para este grano debería representar una mejora de unos 5 dólares por tonelada. De por sí, es una suba importante, pero, advierten, no tendrá un impacto mayúsculo.
“Es una diferencia importante, pero que entra dentro de lo que habitualmente ocurre con la volatilidad de este producto”, explica Romano. Encima, a eso se le suma el factor climático, pues las lluvias invernales no han permitido que se materialice la presión de cosecha, y ese desajuste entre oferta y demanda ya ha impulsado el precio a la alza.
“El maíz ya se venía ubicando unos 13 dólares por encima de la capacidad de pago. Esto se debe a una demanda firme combinada con una menor afluencia de camiones en puerto, algo inusual para esta época del año”, señaló Brandolin.
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Más allá de que las precipitaciones en la zona núcleo no fueron abundantes, sí alcanzaron a frenar la trilla -que ha llegado al 84% a nivel nacional- porque el productor debe esperar a que se libere la humedad para levantar esos granos.
“Cada punto de humedad extra implica un costo de 7 US$/tn, lo que hace que la lluvia pese más que las retenciones”, remarca Romano.
Por fuera de eso, el consultor sí destaca que esta medida sí representa un cambio positivo para los exportadores, que podrían ver mejoras en sus negocios tras un período en el que venían pagando precios muy elevados, de hasta 180 dólares por tonelada, para cumplir con los embarques.
En cuanto a la situación de los productores, prima la cautela en los análisis de los especialistas, sobre todo si se tiene en cuenta que, hoy por hoy, un 70% de la producción de granos se hace sobre campos arrendados y que la presión tributaria de los DEX no es la única que afrontan.
Así y todo, la consultora de Zorraquin y Meneses destaca que puede esperarse una leve mejora financiera. “Si esta baja efectivamente se refleja en mayores precios reales, puede revertir y hacer positivos los márgenes. Bajos, pero positivos”, aseguraron desde la consultora empresaria.
Algo es algo, no.
Vamos en buena dirección, por lo menos las medida de rebaja de los DEX, se hizo antes de sembrar la cosecha gruesa.
Hasta ahora los K , aumentaban los DEX. cuando los cultivos estaban implantados.
Lo peor fué la cuchillada por la espalda de Losteau, que un 11 de marzo, pocos días antes de comenzar la cosecha, los aumentó.
El soberbio caradura, con una sonrisa socarrona, dijo que los DEX móviles iban a beneficiar al agricultor