El ministro de Agricultura, Julián Domínguez, comenzó a reaccionar ante la posibilidad de que una gran sequía cause destrozos y deje mal parados a muchos productores. Por eso se reunió este martes con el Jefe de Gabinete, el tucumano Juan Manzur, y le solicitó -según una gacetilla oficial- una “ampliación del fondo de emergencia para asistir a los productores y a los gobiernos provinciales”.
¿Es un milagro? ¿Un regalo que han dejado los Reyes Magos al pasar por acá? Desde hace doce años que el Fondo Nacional para la Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios (FONEDA) creado en el artículo 16° de la Ley de Emergencia Agropecuaria -que fue sancionada en agosto de 2009- está congelado en 500 millones de pesos anuales. Jamás se actualizó, incluso cuando la Argentina padeció inundaciones, granizadas, tormentas y sequías tan graves como la que actualmente se presenta.
El kirchnerismo es bastante responsable de ello, por cuanto cuando actualizó esa vieja ley de Emergencia determinó un monto fijo para ese fondo sin prever ninguna clausula de actualización. Así las cosas, la Argentina disponía en 2009 (con un dólar de 3,85 pesos) de cerca de 130 millones de dólares para socorrer a sus productores. Pero ahora esa suma se ha desvalorizado (con un dólar oficial de 100 pesos, que se duplica en el mercado informal) de solo 500 mil dólares.
A pesar de ello, en muchos de los ejercicios que se sucedieron desde 2009 a la fecha, el Ministerio de Agricultura “subejecutó” las partidas correspondientes al Fondo de Emergencia o las malgastó ayudando muchas veces a municipios o provincias para la compra de maquinaria, en actos que tenían más tufillo de ser electorales que socorrer una urgencia real de los productores.
Domínguez, que por fortuna comenzó a preocuparse por este asunto y sobre todo por el impacto de la sequía, ahora pidió a sus superiores una ampliación urgente de esos fondos, pues evidentemente prvé que son esos 500 mil dólares no será suficiente. “Estamos en un monitoreo permanente, en contacto con los ministros de las provincias, haciendo una evaluación y un diagnóstico de la situación y del impacto del cambio climático sobre los distintos cultivos”, aseguró el ministro.
El titular de Agricultura añadió que en el último semestre en algunas zonas hubo una disminución de hasta 200 milímetros en el nivel de las precipitaciones, lo que complicó la situación. Indicó que en su cartera están observando con preocupación la evolución de la zona núcleo, especialmente en lo que respecta al maíz de primera, la soja, y la falta de disponibilidad de forraje o pasto para la ganadería en algunos lugares. También manifestó la preocupación por la situación de la provincia de Entre Ríos, que ha tenido serios problemas con incendios.
“Con el Jefe de Gabinete hablamos de la necesidad de estar preparados para dar solución a esta situación, ya que vamos a tener un impacto en el sector, del que tendremos una evaluación después de la tercera semana de enero. Por eso coincidimos en poner operativo el fondo de emergencia nacional para asistir y acompañar a los productores en este momento de dificultades”, afirmó Domínguez.