Se esperaba para el arranque de esta semana la publicación en el Boletín Oficial de un decreto o resolución que flexibilizara el cepo a las exportaciones de carne vacuna con destino a China. O es decir, la carne de vaca vieja que no se consume en el mercado local.
Por ahora no hay novedades a pesar de que el acta que firmó el nuevo ministro de Agricultura, Julián Domínguez, con los cuatro dirigentes de la Mesa de Enlace establecía que la apertura de este tipo de exportaciones se iba a producir el lunes 4 de octubre.
Lo que se presume en el sector privado frente a esta demora es que la puesta en marcha de la medida no parece tan sencilla, porque para la apertura de una cuota especial para la vaca conserva se deben tomar en cuentas diferentes parámetros como las past performance (antecedentes de exportación), lo que fue reclamado por empresarios pero también por algunos gobernadores.
El 28/09 el flamante Ministro @DominguezJul anunció la apertura de exportaciones de carne bovina a China a partir del 4/10.
Sin novedades en el @boletin_oficial hoy, el anuncio sobreactuado con firma de acta incluido no fue cumplido.
La palabra empeñada en el campo se respeta pic.twitter.com/sdTkRBwJs2— Ignacio Mántaras (@nachomantaras) October 4, 2021
Además, hay plantas que están en una situación más complicada que otras, en tanto su negocio principal era la venta de carne a China. Esto las obligaba a acumular carne en cámara para no frenar las faenas ni afectar el empleo, que es otro frente de conflicto.
Según estimaciones del sector privado -y el propio Domínguez dijo algo similar el martes pasado- hay cerca de 50 mil toneladas de carne res con hueso acumuladas en las cámaras propias y de terceros. Este abultado stock en manos de los principales frigoríficos exportadores genera incrementos de costos por el mantenimiento necesario del producto (el costo del frío, claro). Ese volumen fue el que informaron los exportadores al gobierno cuando reclamaron la liberación del mercado asiático.
Para los frigoríficos hay cierta compensación en el precio de lo que exportan. Por caso, los precios de la carne Hilton con destino a la Unión Europea superan ya los 15.000 dólares la tonelada, duplicando el piso que tuvieron durante la pandemia y acercándose a los máximos históricos. Los cortes Hilton son los más finos (lomo, cuadril y bife angosto) y tienen preferencias arancelarias para el ingreso a ese mercado.
Pero también aumentan los precios de la carne que se exporta a China. El garrón y brazuelo -principales cortes exportados- se venden a ese mercado a 7.800 dólares la tonelada, los cortes de la rueda en 6.500 dólares y los sets de vacas en 6.000 dólares. La suba fue de 20% a 25% con respecto a los valores registrados en los días previos a la decisión oficial de cerrar las exportaciones.
Los que no tienen compensación y están pagando los platos rotos son los productores. El precio del novillo en el Mercado de Liniers promedió 3 pesos por kilo vivo menos que en mayo pasado, mientras que el novillito vale ahora 2 pesos menos, la vaquillona 4 pesos menos. Solo subió la vaca, que en el promedio mejoró 10%.
Esto significa, en términos reales (es decir cargándoles la inflación a las cotizaciones de las haciendas) que la caída de precios de la hacienda fue de entre 15/20% desde el inicio de las restricciones exportadoras en mayo pasado, con excepción de las categoría Vacas, que perdió sólo la mitad de eso.