Frente a la embestida ambientalista contra los agroquímicos, los productores suelen responder que para desterrar cualquier peligro bastaría con que todos hicieran las cosas bien y respeten las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA). ¿Peor cómo puede resultar creíble para el resto de la sociedad esa posición cuando los que hacen las cosas correctamente conviven con una flota de aviones aplicadores que se considera “clandestina”?
¿Es así? ¿Existe una flota clandestina de aviones dedicados al agro?
Sí, existe, y los miembros de la Federación Argentina de Cámaras Agroaéreas (FEARCA) son quienes así los denominan. Y quienes los denuncian. Por más que no usen parche, se refieren a varios casos de empresas que prestan servicios a productores sin estar minimamente inscriptas en los registros pertinentes. Operan por fuera de los radares.
En Bichos de Campo siempre nos llamó la atención este asunto de un país que no puede controlar una flota de unos pocos cientos de aviones civiles. Directivos de FEARCA, en un programa especial que hicimos sobre ese sector, llegaron a decir que la flota clandestina llega a ser tan numerosa como la de aviones que están bien regulados. Mirá aquel programa:
Lo cierto es que la palabra “clandestinos” volvió a aparecer en la primera reunión que los socios de esa Federación mantuvieron con la nueva responsable de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli. Durante el encuentro, la aviación agrícola se expusieron algunas de las problemáticas que acarrea el sector.
“Se puso en tema sobre la mesa la problemática que sufre la federación debido a la cantidad de aviación clandestina. Ante esta situación, la ANAC ratificó que continuará su presión contra los aeroaplicadores clandestinos y se comprometieron a analizar, junto con el Departamento de Legales de FEARCA, la posibilidad de interponer acciones penales federales contra los mismos que, además, son los generadores del conflicto ambiental que hay en el país”, informó luego de esa reunión la entidad.
Ver Los aviones para combatir plagas agrícolas comenzaron a utilizarse hace 90 años
Ojalá prospere esa ofensiva. El agro no puede ser creíble para el resto de la sociedad si persiste.
Por otro lado, las empresas aeroaplicadoras contaron a Tamburelli que están sufriendo la caída de la Certificación de Explotadores de Trabajo Aéreo (CETA), lo que hace que los seguros aeronáuticos no sean válidos ya que la CETA es la entidad que los regula. Ante esta problemática, la ANAC se comprometió a firmar 18 trámites antes del viernes 6 de marzo para que las empresas regularicen su situación.
Con respecto a la problemática ambiental, “la ANAC se comprometió a trabajar en conjunto a favor de la aviación agrícola. Esto se llevará a cabo a través de una comunicación permanente con autoridades de los municipios o jurisdicción que tengan planteos ambientalistas sobre la prohibición de la actividad”, dijeron los pilotos.
Clandestinos o no si trabajan mal, sin respetar las condiciones climáticas mínimas, la gente tampoco les va a creer. Un conocido aplicador de la zona entre venado tuerto y Rufino tiene por costumbre hacer lo que se le canta y ya nos quemó lotes enteros de avena y trigo. Deben exigir un comportamiento profesional a todos los pilotos, no hay otro camino.