A diferencia de lo que sucede en la Argentina, nación que insólitamente acaba de prohibir la registración de la exportación de su principal producto de exportación, Brasil, al mando de Jair Bolsonaro, está aprovechando como nunca el actual escenario internacional.
En febrero pasado las exportaciones agroindustriales brasileñas alcanzaron una cifra nunca antes alcanzada para dicho mes: 10.510 millones de dólares (+65,8% que en el mismo mes de 2021). El mayor valor exportado en febrero se había registrado en 2019 (6840 millones de dólares).
El crecimiento de las exportaciones estuvo impulsado por el aumento de los precios medios de los productos exportados (+24%) y también por el aumento de la cantidad exportada (+33%). Las importaciones de productos agroindustriales, en tanto, alcanzaron los 1250 millones de dólares en febrero de 2022 (-2,1%).
Un aspecto llamativo es que el mes pasado las exportaciones brasileñas de trigo fueron de 246,3 millones de dólares (836.600 toneladas), mientras que las importaciones sumaron 141,5 millones (498.800 toneladas).
¿Eso qué significa? Que Brasil, a pesar de ser un gran importador de trigo, aprovechó los altísimos precios internacionales del cereal para generar divisas a través de embarques destinados a Arabia Saudita, Marruecos e Indonesia, entre otros mercados.
El récord de exportaciones de febrero de 2022 elevó la participación de la agroindustria en las ventas externas totales del país al 45,9% del valor total exportado. En febrero de 2021, esa participación era del 38,7%.
De acuerdo con datos difundidos por la Secretaría de Comercio y Relaciones Internacionales del Ministerio de Agricultura de Brasil, los productos más destacados el mes pasado fueron poroto y harina de soja, carne vacuna y aviar, café verde y trigo.
El dato es que las ventas al exterior de harina de soja en febrero alcanzaron un récord histórico con exportaciones por 699,6 millones de dólares (+50% que en febrero de 2021) como resultado del aumento de 52,8% en el volumen despachado. En este caso, la Unión Europea fue el mayor comprador, seguido de: Indonesia, Tailandia y Vietnam.
La inminente suba de retenciones ya provocó bajas importantes en los precios de la soja argentina