Durante meses, como deben discutirse las cosas cuando se discuten seriamente, la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural de la Cámara de Diputados de Chile debatió en torno a una propuesta del Ministerio de Agricultura de ese país para crear un programa de recuperación y conservación de los suelos agrícolas degradados. La buena noticia es que la iniciativa fue aprobada, en general y con unanimidad, por esta instancia. Es decir, va camino a convertirse en ley.
Se trata del SIGESS, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Agricultura, que contribuirá a la recuperación y conservación de los suelos degradados, beneficiando a los pequeños y medianos agricultores del país, indicó un comunicado del Ministerio, que recordó que “el suelo es el mayor reservorio de carbono orgánico del planeta Tierra y juega un rol fundamental en la mitigación y adaptación al cambio climático, en la conservación de la biodiversidad y en los servicios ecosistémicos”.
Como aquí, donde el INTA sostiene que 70% de los suelos sufre de erosión, y donde además los suelos con aptitud agrícola han perdido la mitad de la materia orgánica que tenían en pocos años, allá en Chile se estima que el 79% de los suelos tiene algún nivel de degradación y que casi la mitad se encuentra erosionado, producto de la contaminación, la deforestación y las malas prácticas agrícolas, entre otros factores.
Es en este contexto que el Ministerio de Agricultura impulsó el proyecto de ley “Sistema de Incentivos para la Gestión Sostenible de Suelos (SIGESS)”, el cual realiza una reformulación al SIRSD-S (el Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios), que se ha ejecutado por más de una década en distintos territorios del país.
El nuevo programa SIGESS contará con tres instrumentos. El primero es una bonificación que incentivará prácticas específicas en áreas de conservación y mejoramiento de suelos productivos, lo que abordará las barreras económicas que enfrentan los productores para llevar a cabo estas acciones de gestión.
El segundo instrumento considera capacitaciones y transferencia tecnológica a los productores agrícolas y el tercero es la creación de un fondo comunitario para aquellos que resuelvan problemáticas en conjunto, como por ejemplo, las consecuencias generadas por los incendios forestales y las inundaciones.
El SIGESS será ejecutado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), mediante planes de manejos elaborados por operadores acreditados, de acuerdo a sus lineamientos estratégicos.
Tras su aprobación en comisión, el subsecretario chileno de Agricultura, Wilson Ureta, valoró su contribución. “Seguimos avanzando con esta importante iniciativa de nuestro ministerio, la cual contempla en su diseño nuevos elementos para enfrentar las exigencias del cambio climático, y tal como su nombre lo señala, será un sistema de incentivos dirigido a pequeños y medianos productores agrícolas, tanto para recuperar suelos ya degradados como para prevenir esta problemática a futuro”, señaló.
¿Y por casa cómo andamos?