Un día después del anuncio de retenciones los precios de la hacienda, lejos de bajar, ya que ese sería el efecto lógico por el traslado al precio de la materia prima, tuvieron un fuerte incremento.
En el Mercado de Liniers el precio del novillo aumentó 6,2% respecto del promedio del viernes, el día de la hasta ahora última corrida cambiaria. En esa categoría hubo algunos lotes que incluso superaron la barrera de los 50 pesos por kilo vivo.
Pero otras categorías el salto fue aún mayor y también en ellas se lograron precios récord.
Por novillitos livianos hubo precios de hasta 53 pesos por kilo con un promedio de 50,2 pesos, lo que significa un incremento del 7,2%. En el caso de las vaquillonas el promedio fue de 43,6 pesos y la suba de 3,5%. Los terneros promediaron casi los 50 pesos y la suba en este caso igual a la del novillo, de 6,2%.
finalmente la vaca, la estrella este año por la alta demanda de China, fue otra vez la que obtuvo los mayores beneficios. Con un promedio de 35,2 pesos por kilo vivo, la suba respecto tan sólo del viernes fue de poco más de 10%.
También se viene observando en los últimos días una recomposición del precio del novillo para exportación, que pasó de valer 78 pesos el kilo en gancho a cotizar en torno a los 82 pesos, explicó un consignatario.
¿Por qué tanto aumento en tan sólo dos días? Las medidas económicas, explican los operadores, lejos de generar tranquilidad inundaron de incertidumbre al comercio ganadero y los productores decidieron poner el freno de manos, esperar hasta que aclare.
“Las ofertas en Liniers se redujeron esta semana y se achicó también la venta directa, entonces a los abastecedores no los quedó otra que pagar más”, explicó un consignatario, que añadió: “Nadie sabe cuál es el verdadero valor del dólar y por lo tanto el que puede prefiere quedarse con la mercadería, demorar las ventas y esperar a ver cómo se va acomodando el mercado, además se supone que para las categorías de exportación debería haber un traslado de la devaluación a precios”.
Un importante feedlotero agregó que “además continúa encareciendo el costo de la financiación, lo que obliga a seguir financiándose con recursos propios, es decir, con la venta de hacienda. Por lo tanto vender mal significa descapitalizarse”.
Desde Liniers, les cuento que el precio estuvo encalmado desde junio del año pasado, en dólares está un 40% más barato, como decía un viejo periodista, “el mercado de Liniers queda en Mataderos y no se vende carne sino animales vivos”, por eso la devaluación o retenciones tiene poca influencia.