Mastellone Hnos (La Serenísima) logró reducir a la mitad la pérdida registrada en el primer trimestre de este año a fuerza de un plan agresivo de ajustes.
Si bien la pérdida neta en los primeros tres meses del año (828 millones de pesos) no deja de ser un número importante, es sustancialmente menor a la preocupante cifra registrada a comienzos de 2020.
La principal causa del quebranto, según el balance presentado por Mastellone Hnos –la principal industria láctea argentina– a la Comisión Nacional de Valores, reside en “la imposibilidad de recuperar vía los precios de venta de sus productos todos los aumentos de costos registrados” debido al “congelamiento de precios dispuesto por el gobierno nacional a partir de la creación del programa de precios máximos”.
Ante ese escenario, el directorio de Mastellone “se vio obligado a ejecutar diversas acciones con el fin de poder morigerar el desfasaje existente entre precios de venta y costos con el objetivo de sostener el normal abastecimiento de productos”.
El balance de la compañía indica que en términos económicos los resultados del ajuste “han sido parciales”, dado que “las acciones desarrolladas terminarán consolidándose en el próximo trimestre”.
Las erogaciones correspondientes a salarios y cargas sociales en el primer trimestre del año fueron de 2803 millones de pesos, una cifra 15% menor a la del mismo período de 2020. También se logró un ajuste de fletes del orden del 7% (3009 millones de pesos en enero-marzo de este año versus 3250 millones en el mismo lapso del año pasado).
Tales ajustes, junto a otras reducciones en diferentes áreas, permitieron bajar el gasto total del período a 9595 millones de pesos, una cifra 7,7% menor a la de enero-marzo de 2020.
Las erogaciones por compras –el grueso del cual corresponde a la leche– se redujo en apenas un 2% al sumar 10.553 millones de pesos en el primer trimestre del año versus 10.780 millones en el mismo período de 2020.
Mastellone, que tiene más de la mitad del portofolio de productos comprendido en el programa de precios máximos (lo que implica que debe subsidiar el precio de los mismos con sus propios recursos), sigue intentando aumentar su perfil exportador para compensar el quebranto registrado con las operaciones internas.
“Continuaremos con la ejecución de acciones necesarias para devolver a la compañía a un sendero de crecimiento y estabilidad, lo cual podrá ser logrado en la medida de alcanzar un diferencial positivo entre el resultado de éstas, frente a la evolución de los factores clave como el costo de la materia prima láctea, costo laboral, devaluación del peso (argentino) y demás variables claves del negocio”, indicó el balance.
El próximo 3 de julio la empresa enfrenta el vencimiento de Obligaciones Negociables por un capital de 199,6 millones de dólares, lo que representa un desafío financiero enorme. La empresa dijo que “se encuentra analizando las distintas alternativas de financiamiento posible de forma tal de cumplir con todas las obligaciones”, entre las cuales se incluye la posibilidad de cancelar esa deuda por nuevas Obligaciones Negociables, algo que “dependerá de que se llegue a un acuerdo con los actuales acreedores”.