Desde hace poco más de un mes Sergio Massa es ministro de Economía de la Argentina y absorbió además a los degradados ministerios de Desarrollo Productivo y de Agricultura, Ganadería y Pesca, que ahora son simples secretarías. Su prioridad, de todos modos, ha sido hasta aquí el ajuste de las cuentas públicas más que el fomento de la producción, a punto tal que ahora decidió aplicar un fuerte ajuste en el presupuesto del área a cargo de Juan José Bahillo: aplicó recortes por casi 8.500 millones de pesos.
Los datos sobre el feroz ajuste del gasto en la Secretaría de Agricultura surgen de la Decisión Administrativa 880/2022, que fue publicada en el Boletín Oficial con la firma del jefe de Gabinete, Juan Manzur. Allí la cartera agropecuaria lleva todas las de perder, pues las planillas adjuntas reflejan que deberá ceder 8.486.940.276 pesos de su presupuesto 2022, presuntamente porque son partidas que no han sido ejecutadas hasta el momento.
El recorte es infernal, pues equivale a una tercera parte del total del dinero asignado a la cartera que hasta agosto pasado era Ministerio y estaba al mando de Julián Domínguez. Según los datos de la Oficina Nacional de Presupuesto, a este área de gobierno le correspondieron 24.693.130.856 pesos.
Los casi 8.500 millones de pesos que serán reasignados a otras urgencias dentro de la administración publica corresponden sobre todo a transferencias no ejecutadas hacia las provincias. Es decir, a políticas activas en los territorios que debería atender Agricultura.
Así, hay 5.000 millones de pesos que se recortarán del Programa Federal de Reconversión Productiva y Apoyo a la Actividad Ganadera. Se supone, en una primera lectura, que era el dinero del publicitado Plan Ganar, del cual Bahillo no ha dicho todavía nada sobre su continuidad. En este caso, la gestión Domínguez venía anticipando el giro de recursos a las provincias para la aplicación de planes sanitarios.
A esa suma se agregan otros 3.500 millones de pesos correspondientes a los programas de Políticas para la Gestión del Riesgo Agropecuario, desde donde se supone que se brinda asistencia y municipios afectados por situaciones de emergencias climáticas.
Adicionalmente el Tesoro toma 1,74 millones de pesos que el área de Control Comercial Agropecuario no gastó en viáticos para inspecciones. Y solo premia a la cartera agropecuaria asignándole 14,8 millones para estudios de prefactibilidad pendientes. Ese dinero, de todos modos, habría sido recuperado de la venta de camionetas y vehículos viejos del propio Ministerio.
Además del fortísimo ajuste en el presupuesto de Agricultura, Ganadería y Pesca, otra señal que está dando Massa sobre su orden de prioridades es que ya designó a todas las segundas planas de funcionarios en la cartera de Economía y en la de Desarrollo Productivo, pero todavía no se firmaron los nombramientos de quienes secundarán en diversos cargos a Bahillo.
Esta situación, que ya lleva más de un mes, está paralizando muchas tareas en la cartera agropecuaria, que requieren de la firma de un funcionario responsable. Por ejemplo, no se renuevan las matrículas de los operadores de las cadenas agropecuarias que deben obligatoriamente registrarse ante el RUCA (Registro único de la cadena agroalimentaria).