La campaña gruesa 2019/20 se encuentra casi cerrada. Resta recolectar los últimos puchitos de maíz (5,4% de la superficie) y de sorgo granífero (8,2%), mientras que la soja ya fue levantada en su totalidad. Según el último informe semanal de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, además, ya está prácticamente concluida también la siembra del trigo nuevo, que corresponde a la campaña 2020/21: la siembra alcanzó a cubrir el 94,1 % de las 6,5 millones de hectáreas proyectadas.
La última zafra tuvo un título destacado: el maíz superó en volumen a la soja por primera vez en 23 años. Sí, desde la campaña 1996/97 que ganaba la soja, y por momentos con bastante diferencia. Es que el maíz se degradó mucho en épocas de altas retenciones y con su mercado exportador intervenido. Apenas se sembró en 3,4 millones de hectáreas en el 2013. Pero desde hace tres años ya que se sostiene arriba de las 6 millones.
Para cerrar esta campaña 2029/20 la Bolsa de Cereales calcula que el número será redondo: 50 millones de toneladas. La pasada había sido mayor: 50,6 millones. Pero la soja todavía ganaba, por eso no hubo título. Lo que sucedió es que este año la reina soja cayó de 53 millones a 49,6 millones de toneladas. Y en área, que había logrado superar las 20 millones de hectáreas años atrás, ahora está en 17,4 millones.
Ver: Agustín Tejeda Rodríguez: “Luego de 23 años, esta campaña tendremos más maíz que soja”
Claro que la diferencia de toneladas se da por el mayor rinde del cereal sobre la oleaginosa. “Esta campaña se dio un muy buen rinde en general del maíz, con 8 toneladas por hectárea de promedio. La soja anda entre los 3,3 a 3,4 toneladas”, identificó Martín López en diálogo con Bichos de Campo.
Aquí la entrevista completa con el agrónomo analista de la Bolsa de Cereales:
Para la campaña 2020/21, que arrancaría por septiembre con la siembra de los primeros maíces en el norte, desde la Bolsa porteña todavía no tienen pronósticos elaborados, pero López contó que lo que se impone en la decisión de los productores es la mirada de los pronósticos climáticos. Incluso por sobre los precios esperados para la forrajera.
Los pronósticos venían preocupando por el poco agua que se estaba acumulando en los perfiles, pero en estos días se están cargando un poco, sobre todo en la zona de mayor importancia actual que es la núcleo de la fina (trigo y cebada).
La recarga de los perfiles en los meses previos a la siembra gruesa irá definiendo la cantidad de maíz de primera o tardío y también la soja a implantar. “De todas formas, el año pinta neutro con una capacidad de reservas en suelo intermedias”, dijo López. Así que las condiciones para sembrarlo no serían extremas.
Lo que sigue son las recientes perspectivas pluviométricas para la semana próxima y la primera de agosto: