Mendoza es la provincia que más se vio golpeada por la crisis de las economías regionales. Mario Leiva, presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco, explicó en Bichos de Campo, que “cada unidad económica productiva puede rondar las 10 a 15 hectáreas. Allí cayó tanto la producción de ajo, como la de damasco, durazno y ciruela. Según el último censo agropecuario, en Mendoza desaparecieron 10.000 unidades productivas en la ultima década, a razón de 1.000 unidades por año, y este efecto trágico se dio más en el sur provincial”.
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En referencia al margen de costos, Leiva explicó que “en el ajo es un desastre, porque no hay precio. El productor que lo puede aguantar en la finca, lo hace porque están ofreciendo de $3,50 a $4 el kilo”. Las frutas para industria de la zona: damasco, durazno y ciruelas, tampoco se salvan de los magros márgenes. “Pagan $3,50 el kilo, que es lo que cuesta sacarlo de la planta” exclamó Leiva. Y agregó: “Necesitamos que los industriales paguen $6 el kilo, que fue el precio pautado con las empresas”.
Para Leiva, la tecnología es clave para levantar a los productores. “Estamos pidiendo compensaciones de $1 por kilo para que el productor pueda acomodarse”. Además, comentó que “están llevando un programa al Ministerio de Agroindustria, con el objetivo de que se puedan incorporar en estos campos cuestiones como el riego por goteo o mallas antigranizo, que estabilicen y aumenten la producción frutícola. Pero la realidad es que muchas industrias se han fundido y eso acota los destinos de la fruta local”, concluyó el presidente de la Sociedad Rural del Valle de Uco.