El Fondo Federal Solidario (FFS), o fondo sojero como se lo conocía, ya no existe por decisión del Gobierno. A través de este fondo, se transfería a las provincias y municipios el 30% de la recaudación obtenida a nivel nacional por las retenciones a la soja y sus subproductos.
Uno de los que se vio afectado por esta decisión, paradojalmente, es además productor agropecuario (lidera el grupo La Redención Sofro) y conceptualmente no comulga con las retenciones. Pero ahora puede llegar a extrañar ese aporte que le llegaba desde la Nación. Se trata de Marcos Rodrigué, ex presidente de AACREA y actualmente intendente de la localidad cordobesa de Inriville.
“Tenemos cerca de 50.000 hectáreas productivas y aportamos al Gobierno, en concepto de retenciones, entre 280 y 320 millones de pesos anuales. Pero recibimos 120.000 pesos por mes, lo que equivaldría a 1,5 millones anuales”, precisó Rodrigué a Bichos de Campo.
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El productor devenido a la política remarcó una cierta descompensación entre ingresos y egresos: “Ese fondo se intentaba destinar a obra pública, pero en realidad, al ser muy poco el dinero que nos llegaba en relación a lo que dábamos, lo usábamos para pagar sueldos. En el interior los municipios no tienen espalda fuerte para hacer cosas. Y consideremos que entre el 50% y 60% se va en sueldos, que por lo general son bajos”.
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En cuanto a la situación de Inriville, una pequeña localidad ubicada en el epicentro maícero de Córdoba, Rodrigué marcó que “nuestros problemas no escapan a lo que pasa en el resto de la Argentina. Tenemos problemas de falta de salario de la parte privada, y ahí es donde el Estado debe generar más fuentes de trabajo para la gente”.
“Es muy difícil moverse en un país que no tiene créditos razonables. No podemos comprar una maquina con una tasa del 40% en pesos, y hay tasas en dólares del 9% o 10% que también son altas”, añadió.