El vocero presidencial, Manuel Adonri, confirmó este mediodía en su habitual conferencia de prensa todos y cada uno de los anticipos que realizó Bichos de Campo sobre el inminente ajuste en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), como la venta de tierras y el achicamiento de su planta de personal, al tiempo que intimó al Consejo Directivo del organismo, conformado por las entidades rurales y las universidades, que acepten este plan.
Para vencer las resistencias que existen dentro del propio organismo, que teme un desmantelamiento tal que detenga muchas de sus investigaciones y programas, el encargado de la difusión oficial en el gobierno de Javier Milei prometió que el dinero logrado por la subasta del primer activo del INTA que sale a la venta, el histórico edificio de la Calle Cerviño 3100, en Barrio Norte, será destinado al propio organismo, para financiar investigaciones.
Ese edificio -que debe rematarse antes de Navidad- tiene una base de 6,37 millones de dólares que hasta ahora iban a ser destinados a Rentas Generales, según la convocatoria de la licitación lanzada por la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE). La idea de devolver esos recursos al organismo es una novedad que seguramente el gobierno sacó de la galera para intentar destrabar la discusión y el riesgo de una judicialización del caso, yal t como prometieron los sindicatos. Allí trabajan todavía unas 140 personas que no fueron reubicadas.
Para mi, las entidades del campo, las universidades y la comunidad científica tienen que reclamar al gobierno de Milei que los 6,37 millones de dólares (o más, porque esa es la base) que se obtengan por la subasta del edificio de Cerviño 3101, vuelvan al INTA para investigación.
— Matías Longoni (@matiaslongoni) November 26, 2024
Como sea, con este gesto Adorni dejó muy en claro que el gobierno espera destrabar la resistencia dentro de la máxima autoridad del INTA, que es un organismo autárquico que depende de la Secretaría de Agricultura, al plan de ajuste que fue anticipando este medio, y que incluirá en una segunda etapa la subasta pública de cientos de hectáreas de campos en las experimentales de todo el interior.
Este Consejo Directivo se debe reunir este jueves, en el marco de protestas convocadas por el gremio, para dar su aval al plan de ajuste, que Adorni rebautizó como “un plan para modernizar el INTA”.
El Consejo Directivo está dividido en partes iguales entre privados y públicos. Los cinco del estado son el actual presidente Nicolás Bronzovic, la vicepresidente Pilu Giraudo (ambos provienen de AApresid); el vocal de la Secretaría de Agricultura Carlos Alberto Antonio Vera (designado por esta gestión) y los representantes de las Facultades de Agronomía Jorge Omar Dutto, y de Ciencias Veterinarias, Guillermo Bernardes. Por el lado privado tienen derecho a voto los representantes de AACREA, Alejandro Conci; de Coninagro, Nicolás Carlino; de CRA, Sergio Melgarejo; de la Federación Agraria, Pablo Paillole; y de la Sociedad Rural Argentinas, Juan Manuel Bautista.
La Mesa de Enlace, donde abrevan la mayor parte de estas entidades, se reunió la semana pasada y decidió pedir explicaciones al Ejecutivo sobre este plan de ajuste, ya que la aparición de Adorni es la primera aclaración pública sobre la existencia del mismo. Por este mismo motivo renunció el ex pesidente del INTA, Juan Cruz Molina.
Adorni intentó ahora disfrazar las cosas de otro modo, como un plan de modernización en el que los recursos que se ahorren u obtengan por la venta de activos van a regresar al INTA, para equipamiento e investigación. Pero flaco favor le hizo el vocero al gobierno, al denunciar que los objetivos del INTA “fueron lamentablemente desvirtuados por la gestión anterior”, ya que desde 2007 “el INTA se enfocó en temas que nada tenían que ver con la productividad agrícola, como las cuestioens de género, los falsos mapuches o la agricultura familiar”.
Sin entrar a discutir si las mujeres rurales, la agricultura de comunidades originarias o incluso la agricultura familiar (tan protegida en otros países) son temas de incumbencia del organismo, el vocero no reparó que todos estos asuntos fueron votados y avalados por el Consejo Directivo que ahora debe votar el ajuste.
Y al que Adorni, de modo más que sugerente, reclamó: “Mañana el Consejo Directivo del INTA va a votar este plan. Ojalá que los directivos del INTA opten por aprobar estas medidas que le van a brindar más recursos al organismo para mejorar su equipamiento, modernizarlo y potenciar sus investigaciones. Confiamos en que efectivamente su Consejo Directivo está a favor de tener un INTA que funcione para los objetivos para los que fue creado y no para lo que fue utilizado últimamente”.
“Además el 50% de sus 6.852 empleados ingresó durante los gobiernos de Crrstina Fernández de Kirchner, entre 2007 y 2015”, agregó el vocero, dando por sentado que es algo negativo que un organismo tecnológico haya tomado personal.
Como sea, el funcionario fue el primero en confirmar la existencia de este plan de ajuste, que Bichos de Campo fue desglosando paso a paso.
Por caso, confirmó ahora Adorni:
- Que “el plan de modernización incluye la venta de edificios y tierras subutilizadas, como el inmmueble ubicado en Cervino y Ortiz de Ocampo”, que está valuado en 6 millones de dólares como precio base y actualmente alberga a 140 empleados.
- Que “de las 116 mil hectáreas que tiene el INTA en todas sus propiedades, solo 45 mil de ellas se usan con fines experimentales y productivos”, dando por cierto que muchas de esas extensiones van a ser subastadas también entre 2025 y 2027, tal como informaba un documento de la AABE que marcaba como vendibles en una primera etapa 27.000 hectáreas de campos ubicadas en 22 experimentales.
- Que “como parte de este plan de modernización también se van a dar de baja los 227 ingresos de personal que se hicieron el año pasado y que deberían haberse suspendido en enero”. Esos despidos se sumarán a cerca de 200 renuncias este año, más unas 300 jubilaciones que se están apurando, más otros tantas personas que han decidido acogerse en un retiro voluntario. Así, el INTA perderá este año un total de 1.043 empleados.
- La entrega del predio de Cerrillos, en Salta.
Adorni justificó este ajuste en el hecho de que “de los 250 millones de dólares al año que recibe el INTA, el 90% se usa para pagar sueldos”, omitiendo el hecho de que el INTA (por ley recibe mucho dinero más proveniente de una tasa a las importaciones) es superavitario, pero todos los años el Tesoro se aproia de esos recursos y luego le devuelve migajas.
Además el vocero anticipó una decisión de que cada vez más investigaciones sean financiadas desde el sector privado: “Hoy la participación privada en las investigaciones del INTA es menos del 10% y el objetivo es que esta cifra aumente hasta el 30% para el año 2027”, reveló.