Mucho se ha dicho estos meses, especialmente después de la irrupción de los activistas veganos a la pista central de Palermo, que la ganadería es una de las actividades con mayor responsabilidad en las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). De todos modos, rascando fino en esta discusión, las bibliotecas están bastante divididas. Luis Villa, asesor de empresas agropecuarias y sobre todo un estudioso de los temas ganaderos, dice directamente que esta acusación es falsa, porque la medición presentada por la Argentina estuvo mal hecha y está siendo revisada.
“La acusación (sobre la alta participación de la ganadería en las emisiones de GEI) es falsa, porque se basa en un trabajo que publicó la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación) en 2006, el cual se tituló ´La larga sombra del ganado´y el cual es por cierto, interesante y hay mucho para aprender. Pero hay también allí fragmentos que parten de una falsedad cuando sostienen que las vacas contaminan más que el transporte”, declaró Villa en Bichos de Campo.
El agrónomo agregó que “la medición en ese caso estuvo mal hecha, porque se hizo con dos criterios distintos. En el caso de la ganadería midieron todo el ciclo de vida. Es decir, las emisiones necesarias para elaborar los insumos y bienes de capital de la ganadería. Mientras que en el caso del transporte midieron solamente el combustible que se consume al desplazar el vehículo, pero no contaron todo lo que se emitió para fabricar las cubiertas, las chapas, el plástico y la electrónica que compone al vehículo. De hecho, ese punto era tan intrínsecamente errado, que la propia FAO tuvo que admitir el error”.
Escuchá la entrevista completa realizada a Luis Villa:
A partir de este dato de la FAO, falso, en palabras del ingeniero agrónomo, a la ganadería se le endilga ser responsable del 20% de los GEI en el Inventario Mundial, debido a las emisiones de metano de los rumiantes, a los que se les achacan mayores culpas que a todos los medios de transporte. Para Villa no se trató solamente de un error. “Realmente la política se coló sobre el final de un trabajo que era interesante desde lo técnico, y generó un alarmismo que, en estos tiempos de la pos verdad, es útil para quien quiere tener información que confirme lo que sólo quiere escuchar”, explicó el experto.
Pero tan grave fue el error que finalmente la FAO emitió un nuevo informe en 2013, desdiciendo aquello que había dicho en 2006, aunque Villa se lamentó porque “muchos siguen recurriendo a esa fuente original para decir algo que es falso”.
“Con esto no quiero decir que no haya impacto ambiental causado por la ganadería. Es sólo que no en esos niveles, sino que es responsable de aproximadamente el 4% y el 7% del total de emisiones de GEI de todas las actividades. Además, al igual que toda actividad agropecuaria, lo hace con una actividad decreciente. Todas esas mediciones se hacen bajo un esquema de inventario de gases que cada país presenta sobre sus actividades”.
Ver: Gran dilema gran: ¿Cómo medimos los gases de los bovinos?
Respecto de la propuesta del rabino Sergio Bergman para reducir las emisiones dejando de comer carne un día a la semana -el funcionario propuso “los lunes sin carne”-, Villa enunció que “si nuestro secretario de Ambiente tiene una real preocupación sobre el inventario de GEI, tendría que ocuparse de otras actividades que emiten mucho más que la ganadería, la cual, dentro de una década, terminará emitiendo entre 2% y 3% del total de GEI”, evaluó.
-¿Y por qué decrecen las emisiones GEI de parte de la ganadería, si es una actividad cada vez más importante y el stock de bovinos está en recuperación?- le preguntamos a Villa.
-La ganadería y la agricultura se están volviendo actividades más eficientes, por ende son las únicas que están bajando los valores absolutos de emisiones. Hoy todo el agro emite el 24% del total emitido por la actividad humana, pero ese nivel decrece cada vez más, y no lo digo yo, sino los informes del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, por sus siglas en inglés)- respondió.