“Autorízase a la Agencia de Administración de Bienes del estado (AABE) a disponer, enajenar y/o transferir los inmuebles del Estado Nacional que se detallan en el Anexo 1”, dice un decreto firmado por el presidente Javier Milei, que termina por consumar el primer gran despojo de tierras que sufrió el INTA en esta gestión libertaria. Es que en el anexo mencionado figura un predio de 40 hectáreas del Instituto de Tecnología Agropecuaria en la localidad salteña de Cerrillos, que el gobierno intenta transferir desde fines de 2024.
El listado de terrenos de los cuales puede disponer la AABE con la venia presidencial incluye 15 propiedades. Además del terreno del INTA Salta, curiosamente figura también “Parte del Cuadro de Estación Delta del Parque de la Costa”.

Pero a Bichos de Campo le interesa la historia del INTA Cerrillos. Con este Decreto 765/2025, Milei termina de consumar una decisión política que arrancó de modo más que irregular, rayando lo ilegal, pues el Ministerio de Economía anunció la transferencia de dicho terreno (41 hectáreas ubicadas en la Experimental Cerrillos del INTA), sin haber obtenido nunca la cesión correspondiente desde el organismo.
El mismo procedimiento se repitió en diciembre de 2024 con un inmueble histórico del INTA, el edificio de la Calle Cerviño 3100, donde nació la política de cuidado de los suelos, que la AABE subastó por una cifra millonaria de 18,5 millones de dólares para un desarrollo inmobiliario sin tener la autorización del Consejo Directivo del INTA, máxima autoridad política de ese organismo autárquico. Por ese y otros motivos, meses después el gobierno intentó una degradación institucional -por decreto-, que fue luego revertida por la justicia y el Congreso Nacional.
En el caso del terreno de Cerrillos, la desprolijidad en la que incurrieron las autoridades de Economía fue tan evidente (decidir la transferencia del terreno sin esperar el aval del propio INTA) que en septiembre pasado la AABE emitió una resolución tratando de “emprolijar” ese expediente.
“No hay nada que discutir: Toto quiere vender las tierras”. Ese -de acuerdo a diferentes fuentes- fue el mensaje que transmitió, a pocos meses de que asumiera el gobierno de Milei, el titular de la AABE, Nicolás Pakgpjz, al luego desplazado ex presidente del INTA Juan Cruz Molina.
La anécdota resulta clave para entender por qué la AABE dictó el mes pasado la Resolución 88/2025. Allí se disponía “desafectar” del patrimonio del INTA este campo de 41 hectáreas de Cerrillos, que un años antes el ministro de Economía había cedido sin mediar papeles al gobierno de la Provincia de Salta, para la construcción de viviendas populares.
El campo en Cerrillos, en plena zona tabacalera salteña, fue motivo de una polémica algo más silenciosa que la de Cerviño. En agosto de 2024, el gobernador Gustavo Sáenz firmó un convenio con Pakgojz, el titular de la AABE, porque Caputo había decidido ceder esas 41 hectáreas al Instituto Provincial de la Vivienda (IPV).
El INTA Cerrillos cuenta con un total de 1105 hectáreas, las cuales 148 hectáreas son de vegetación nativa, serranía representativa de la flora y refugio de fauna del valle de Lerma y se está trabajando en su preservación en conjunto con la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Salta. En el predio de la experimental, otras 720 hectáreas son macro parcelas productivas de agricultura, que actualmente se hallan bajo un plan de producción de cultivos extensivos con soja, maíz y poroto. Y otras 172 hectáreas están bajo riego para ensayo macro, con cultivos de otoño invierno (garbanzo, avena, cebada negra y trigo), poroto primavera, frutilla y tabaco. La experimental tiene un tambo de cabras, con corrales y 6 hectáreas de alfalfa y verdeos, además de 10 hectáreas destinadas a hortalizas, montes frutales y forestales.
Actualmente, las 41 hectáreas ahora entregadas por Milei a la AABE -para su paso posterior a la provincia- se encuentran en barbecho, luego de haber sembrado soja y maíz, a la espera de que se resuelva el estado de esas tierras. El INTA sigue haciéndose cargo de su custodia.

El problema era que en el INTA nadie había aprobado formalmente la cesión de esos activos. El órgano que debía hacerlo era el Consejo Directivo Nacional, formado por tres representantes del Ejecutivo, cinco de las organizaciones rurales y dos de las universidades, pero nunca lo hizo. Y a partir de aquella primera negativa a hacerlo fue permanentemente hostigado por los principales funcionarios de Milei, a punto tal que fue eliminado (junto a la autarquía del INTA) en el decreto 462/2025, impulsado por Federico Sturzenegger, luego revertido.
Milei, luego del blanqueo que hizo la AABE de aquella primera decisión, ahora liberó al organismo de hacer lo que desee con dicho terreno, ubicado como dice el anexo publicado hoy entre las rutas nacional 68, y las provinciales 88 y 21.
Por ahora, pese a la cesión de palabra realizada por Caputo, el gobierno de Salta no tomó posesión de las tierras del Instituto Agropecuario ni comenzó con las obras proyectadas. Las tierras permanecen como estaban, bajo un manto de indefinición que se terminó ahora, a partir de este nuevo decreto presidencial.
En definitiva, tanto la venta del edificio de Cerviño como la cesión del campo de Cerrillos se hicieron sin el aval oportuno de la máxima instancia de conducción del INTA y fueron resueltos por decreto de Milei. Y ese fue un punto central objetado por la Procuración de Investigaciones Administrativas (PIA). “La primera actuación -desafectación del inmueble- fue iniciada por un organismo incompetente. No se encuentran informes que den sustento a la tantas veces repetida innecesariedad del inmueble”, señalaron los fiscales que fueron desoídos.





parece mentira que INTA siga en pie, como no la han cerrado aun? estos últimos 2 años demuestran su absoluta inutilidad. se la pasaron boqueando y sin trabajar. y no se nota !!!
Y? Una p presentación judicial para anular este mamarracho. Cautear, cautelar!!!
Quien màs sigue adecuando la historia y rechaza la movida de dueños temporarios de tierras!
40 hectarias para cultivos experimentales o no pueden ser convertidas en viviendas ?.
Esto último suena como razonable!