Han pasado muchos meses desde el inicio del conflicto, son casi ocho desde que la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) comenzó el bloqueo de SanCor Cooperativas Unidas Limitada, situación que en todas las plantas se extendió hasta el inicio de este año, pero que puntualmente en la central de Sunchales aún continúa.
Han ocurrido todo tipo de aprietes, situaciones de violencia, difamaciones, productos lácteos que se tuvieron que descartar, denuncias, exposiciones ante escribanos, ante los diferentes órganos de Trabajo de la Nación y de Santa Fe, una novela completa es la que parece que llega a cerrar un capítulo cruel.
Las pérdidas han sido por miles de millones, el daño a los trabajadores fue impensado por parte de un sindicato y para los tamberos socios de la Cooperativa la historia también fue trágica, con muchos meses sin cobrar y dando pelea en un contexto lechero que es tremendo en lo político y económico, pero por supuesto en lo productivo.
Ya sin paciencia de los trabajadores que aún sostenían la retención de tareas, es que este jueves por la tarde sale Atilra a convocar a una asamblea, sólo con quienes estaban en esa condición, para poder evaluar un acuerdo con SanCor.
Dicen en el texto que “el Consejo Directivo Nacional nunca abandona su permanente vocación de diálogo y la busqueda de consensos y alternativas para resolver los problemas que cotidianamente se presentan en el mundo del trabajo”. Esto podría debatirse con un centenar de ejemplos recientes en cuanto a las acciones del gremio, pero claramente el rebaje ya no se puede esconder.
Aluden a un “esfuerzo” y también “arduo trabajo técnico conjunto”, para acceder a una propuesta enviada por la Cooperativa para superar el “conflicto colectivo de trabajo”.
Se convoca así para mañana viernes a las 18:30 horas en el CET de Atilra en Sunchales, sólo a los “compañeros afiliados que actualmente mantienen retención de tareas”, para el “debido tratamiento y eventual aprobación e inmediata puesta en marcha de tareas, sujeta esta a garatías del efectivo cumplimiento de la propuesta recibida”.
Parece que el músculo del conflicto está agotado y no queda otra alterantiva que acordar con la Cooperativa a la que han querido doblegar desde hace más de dos años y puntualmente desde octubre pasado. Funcionarios que intentaron presionar con dineros públicos, empresarios ajenos al sector que incluso hasta el domingo pasado operaron con versiones mediáticas sobre una hipotética quiebra de la láctea, todo eso habrá sido en vano, sin contar la angustia de casi 1.500 trabajadores que vivieron algunos de los tiempos más complejos de sus vidas transitando esta disputa.
Dice la convocatoria que la asamblea “resolverá respecto a la devolución de las ayudas económicas brindadas por Atilra”, reconociendo así esos pagos en negro que se hicieron durante meses a quienes pararon, como método de presión, además de las intimidaciones personales que nunca se detuvieron.
Con la firma de Etín Ponce, el secretario general del gremio y adalid de esta causa perdida, se expone que la herida de esta derrota, después de acciones una y otra vez caprichosas, sigue siendo grande. No resultó lo planeado y por eso aclara, “lo expuesto echa por tierra las constantes e innumerables difamaciones pseudo periodísticas referidas a que el sindicato supuestamente pretendía quedarse con la empresa o destruirla negándose a dialogar”.
Cerca de ocho meses de negar acuerdos antes las autoridades laborales, el procesamiento de seis delegados con un curso judicial cada vez más nutrido; y un poder debilitado a nivel nacional lo hacen llegar a este punto, pedirle a quienes utilizó para sostener el conflicto que levanten la mano y acepten lo que propone SanCor, que pasará de enemigo a redentor.
Dejen de mentir bichos de campo SanCor aflojó por qué está por ir todos presos por las malas acciones y toda la plata que nos descontaron y no fueron a las cajas que tenian que ir no mientan más
Tenemos una justicia de mierda… En un país medianamente normal, todo ATILRA sería declarado asociación ilícita y los sindicalistas y los delegados estarían todos presos por ser delincuentes comunes. Son el cáncer de nuestra industria láctea