Raúl Melamed (62) es en su país natal, Paraguay, una figura pública, no sólo porque ha pasado muchos años trabajando como periodista en distintos medios radiales y televisivos, sino además porque en ellos siempre ha sobresalido como una voz profética, denunciando injusticias de todo tipo.
Como nunca ha tenido ningún filtro a la hora de decir sus verdades, algunos lo consideran un loco. Pero otros sostienen que, en todo caso, eso no lo descalificaría, porque cini bien dicen los niños y los locos suelen decir las grandes verdades. Él es eminentemente un ser político y no ha medido las consecuencias al criticar en los medios a gobernantes y funcionarios de alto rango, al punto que hasta lo ha pagado con la cárcel. “Me llevaron preso por 48 horas, pero me mantuvieron durante un mes en la cárcel de Tacumbú, una de las más rigurosas de mi país”, recuerda, con pesar.
“Ahora todos hablan del cannabis, pero cuando yo defendía y promovía sus beneficios medicinales, luchando por su liberación hace unos 30 años, me tildaban de loco”, sentencia Melamed, a quien por este motivo ya todos los paraguayos lo identifican con el cáñamo. La prueba de su talento natural y de sus años ejerciendo el oficio en los medios masivos se nota en el video que hoy circula por las redes, en el cual anuncia el reciente lanzamiento, en su país, de una yerba mate con cannabis, boldo y menta.
“Estoy algo retirado de los medios masivos, y tal vez sea hora de dedicarme de lleno a la industrialización de esta planta que defendí durante tantos años. Y hasta puede ser que ésta me prodigue un buen pasar económico”, aventura Melamed, quien detalla que el producto ha salido al mercado en paquetes de 350 gramos, al valor de unos 50.000 guaraníes en su país, unos 6,87 dólares estadounidenses.
Además señala que fue su amigo, Marcelo Demp (en la foto), presidente de la Cámara de Cáñamo Industrial de Paraguay (CCIP) -vigente desde 2020-, quien le propuso asociarse a su empresa de la cual es CEO, Healthy Grains (Granos Saludables), a través de la cual se fabrica el nuevo paquete de yerba aditivada, y ser, además, la cara visible del producto, el ‘personaje’ que lo difundiera. “Marcelo también aportó el capital de inversión. Una empresa importadora, especializada en herboristería, aporta la menta y el boldo”, aclara Raúl.
Vale decir que en su país, Raúl Melamed es reconocido por su nombre artístico, “El Padrino”, que en lengua jopará o yopará (especie de guarañol, mezcla de guaraní con español) los paraguayos pronuncian como “Paíno” (porque Paí significa Padre, en guaraní). Su socio, Demp, pensó en ponerle Paíno, como marca, al paquete de yerba, pero como piensan exportarlo, prefirieron ponerle “El Padrino”, que consiste en un preparado a base de yerba mate, con el adtitivo de unos gramos de cannabidiol, cuya sigla es CBD –substancia del cáñamo que no es psicoactiva-, además de unos gramos de boldo y menta.
“Esta yerba que acabamos de lanzar al mercado es propiamente para preparar Tereré, que es el mate cebado con agua fría, masivamente bebido en nuestro país a razón de nuestro clima con tantos meses de intensos calores en el año –expresa-. Porque aquí, se comercializa una yerba mate exclusiva para tereré y otra para mate caliente. Pronto, pensamos sacar al mercado yerba mate con cannabis, pero para mate caliente. La diferencia entre ambas, consiste en que la destinada a preparar Tereré es de molienda más gruesa, tirando a ‘canchada’”, explica Raúl.
“Yo soy la figura del producto”, explica Melamed, y aclara que su nombre artístico no tiene nada que ver el personaje mafioso de la película de Francis Ford Coppola, sino todo lo contrario, que se lo endilgaron los medios por su respetada figura en la cultura de Paraguay. Señala que la figura del padrino, en su país, es un pilar cultural, porque los mismos son quienes han remplazado históricamente a los padres ausentes, a causa de la trágica y repudiable Guerra del Paraguay.
“¿Y quién no tiene un padrino en su familia y un paquete de yerba en su casa?”, pregunta Raúl, que lo da por descontado y agrega: “Pero también tenemos intención de exportarlo, de modo que dudamos de llamar así al producto, porque sólo en Paraguay se entiende así esta palabra”.
“Nosotros compramos la yerba mate, base de nuestro producto, a grandes acopiadores”, continúa explicando el periodista devenido en empresario y ahora asociado con Marcelo Demp, una empresa líder en agroexportaciones de superalimentos. En Paraguay se destina al cultivo de la yerba mate una superficie aproximada de 30.000 hectáreas, de las cuales el 80 % se halla en Itapúa, Guairá, Alto Paraná y Canindeyú.
Mediante el decreto 2725/19, el gobierno paraguayo ha establecido el marco regulatorio para la industrialización del cáñamo (cannabis sativa l.) en su país. Y desde 2020 se han abierto muchas oportunidades para diversificar la matriz productiva de esta planta, cuyas potencialidades son innumerables. En este ámbito se ha involucrado al Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), al de Industria y Comercio (MIC), a la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) y al Ministerio de Salud Pública.
Esta variedad no psicoactiva de la planta del cannabis, es sumamente versátil y sirve como materia prima de una diversidad de productos, tanto fibras, como semillas y flores, para elaborar productos como champús, acondicionadores, cremas capilares y corporales, perfumes, salsas, mantequillas, pestos, barras de cereal, infusiones, etc. Con las flores se pueden producir Pods, cigarrillos, tés, esencias para vapeadores, gummies, chocolates, yerbas para mates y tererés, además de productos orientados al bienestar como aceites para masajes, pomadas antinflamatorias, aceites sublinguales y se acaba de lanzar la primera cerveza con cáñamo industrial de Paraguay y Sudamérica, bajo la marca Metatrón. “El jean de marca Levi’s, originalmente, se hacía con la fibra vegetal del cáñamo”, asegura Raúl.
La producción del cáñamo industrial se ha convertido en una fuente de ingresos para cientos de pequeños productores, distribuidos en 14 de los 17 departamentos, y de manera legal, sin tener que recurrir al cultivo de la marihuana. Es el caso de las comunidades aborígenes Aché Kuetuvy y Arroyo Mokói, del Departamento de Canindeyú, lográndose integrar en poco tiempo a la agricultura familiar campesina. “Acá podemos fortalecer al campesino paraguayo, de modo similar a como se ha intentado hacerlo con la coca en Bolivia”, afirma Melamed.
Los productos elaborados a base del cannabis sativa se exportan hoy a más de 10 países, incluyendo a Estados Unidos, Canadá, Costa Rica, Países Bajos, Australia y Reino Unido, entre otros. Toda esta información ha sido proporcionada por la CCIP, la que aglutina, asesora y acompaña a diversos productores y empresas locales que han decidido incursionar en esta planta para la fabricación de productos derivados del cáñamo.
La primera producción de yerba mate con cannabis fue de 1000 paquetes y una cadena de locales que comercializa productos con derivados del cáñamo, se los compró a todos. Los vendieron por completo antes de salir al mercado, debido a que el video que anunciaba el nuevo producto se viralizó inesperadamente. Se lanzó el viernes 25 de agosto próximo pasado, pero sin disponer de stock. Cuenta Raúl que a la semana triplicaron la cantidad elaborada de yerba mate con cannabis, menta y boldo “El Padrino”, y saben que tendrán que seguir aumentando el volumen de producción porque felizmente hay una gran demanda.
En nuestro país, la Comisión Nacional de Alimentos (CONAL) acaba de incorporar al Código Alimentario Argentino, el uso de la semilla del cannabis, además de sus derivados, el aceite y la harina de cáñamo. Cabe destacar que el cannabis ya había sido legal en la Argentina, hasta que las Naciones Unidas lo prohibió mundialmente en 1961. Esto abre un abanico de posibilidades agrícolas e industriales en el mundo alimenticio, medicinal, cosmético y demás sectores en nuestro país.
Le dedicamos a Raúl Melamed, a modo de despedida, la canción “Creceremos” o “No lo van a impedir”, del cubano Amaury Pérez, por el histórico trío paraguayo, Ñamandú.