“Necesitamos con urgencia ser escuchados, y que comience a regularse las transacciones del productor de uva con las bodegas. Somos rehenes de la posición dominante de la industria, el productor no puede dejar la uva en la planta, tampoco seguir produciendo en esas condiciones”, reclamaron esta martes los productores de uva del Valle de Uco, en el oasis central de Mendoza, ante la pespectiva de que esta Vendimia vuelva a repetirse un escenario de precios que se ubiquen por debajo de los costos y los obliguen a trabajar a pérdida.
“Se acerca la vendimia y nadie habla cuál será el precio de la uva. Es el trabajo del productor de todo un año. Aún hay bodegas que no han liquidado la producción del año pasado”, dijeron los viñateros mendocinos en un comunicado.
El reclamo a las autoridades para que intermedie en este asunto fue respaldado por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), entidad que ha bregado por la conformación de mercados institucionalizados para la leche y para varias economías regionales. Sin mucho resultado, queda claro.
En el caso de la vid, el principal frutal implantado en la Argentina, desde la Sociedad Rural del Valle de Uco se recordó que “desde hace casi dos años, venimos desarrollando un trabajo para lograr generar una pizarra de precios de nuestra producción. Nos han visitado economistas, referentes de otras economías regionales, y hasta hemos trabajado en conjunto con la Universidad Nacional de Cuyo, en busca de tener una herramienta que nos defienda ante la posición dominante de la industria. Consideramos que nuestra actividad productiva se ordena a través del precio”.
Pero por ahora no ha habido avances: no se conoce precio y parece ser que el escenario de incertidumbre será el que dominará también la Vendimia 2020. “Nuestros productores no solamente están trabajando con rentabilidad negativa, sino que además, si bien existe un contrato obligatorio con las bodegas que estipula el precio y la forma de pago antes de entregar la uva, aún con esta herramienta no tenemos modelo de contrato en donde estén estas variables bien claras y en donde esté especificado una sanción por no cumplir el precio”, se quejó la entidad.
La Rural del centro mendocino dijo que en el Valle de Uco se produce una uva de “alto nivel”, pues o bien son plantaciones nuevas o bien se han reconvertido a varietales nuevos. Una hectárea en dicha región produce unos 80 quintales de uva Malbec de altura.
En un rápido análisis de los costos, se estableció que el viñatero debe gastar 219.870 pesos de costos operativos por hectárea, y sumar otros 109.135 pesos de impuestos. “Ambos costos suman más de 300 mil pesos de cotos por hectárea”, se enfatizó.
“Si la uva se pagara a un dólar oficial, (63 pesos) deberíamos tener una venta en bruto de 504.000 pesos, restándole los más de 300.000 de gastos y presión impositiva nos queda por hectárea 183.195 pesos. Si a esto le restamos los gastos varios que tenemos más la inflación que soporta el productor, debemos restarle 25% más de gastos. Recibimos 137.000 pesos por hectárea. Si tomamos 10 hectáreas tipo del Valle de Uco, tenemos más de un millón de pesos de rentabilidad en un año”, siguió el ejemplo.
Esa renta, dividida entre doce meses, da un ingreso promedio de aproximadamente 114.000 por mes. “Es el sueldo que tendría un productor, dueño de una finca que se encuentra en las mejores tierras del Valle de Uco para este cultivo, sosteniendo una familia después de años de inversión y sacrificio. Y por sobre todas las cosas, habiendo tenido una buena cosecha, algo que muchas veces no sucede”, describió el informe.
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Los ruralistas consideraron que el precio de 1 dólar por kilo de uva (o 63 pesos) es perfectamente pagable por las bodehas, que en las últoimas semanas lograban colocar una botella de ese mismo vino Malbec a 3,50 dólares. Además sostuvieron el reclamo argumentando que “el mercado del vino estaría considerando que del total del precio un tercio sería para el productor, un tercio para la bodega, y un tercio para la logística y comercialización”.
Pero los productores del Malbec mendocino etsán muy lejos de ese dólar que reclaman.
“Lo enunciado está muy lejos de la realidad: el gasto es el mismo (más de 320.000 pesos) pero la bodega paga en promedio 15,6 pesos el kilo de uva a 23 pesos. Esto nos da 124.800 pesos. Es decir que si restamos costo operativo y presión impositiva, tenemos una renta negativa de 195.285 o 145.000 pesos, según el precio que se tome. Para peor, hay productores que aún no cobran la totalidad de lo que entregó el año anterior”.
“Consideramos de suma gravedad esta situación, dado que el 65% de las viñas del Valle de Uco están en el rango de 0 a 25 hectáreas”, advirtió el trabajo de los productores, que ya comenzaron a mostrar los dientes.