En el documento elaborado por la Mesa Nacional del Trigo los representantes de las entidades del agro solicitaron –entre otros pedidos– poder “comprar insumos al mismo valor del dólar que vendemos”.
Si consultamos al respecto a cualquier funcionario del gobierno nacional, seguramente diría que eso no es cierto porque el tipo de cambio oficial se emplea tanto para importaciones como exportaciones, con lo cual, al final del día, el efecto resulta neutro.
Pero la teoría dista mucho de la realidad de los hechos, porque las propias estadísticas oficiales del Indec muestran que hace tiempo que el tipo de cambio oficial –intervenido por el gobierno– dejó de ser referencia para valorizar bienes e insumos importados.
Este viernes el Indec publicó el último informe mensual de precios mayoristas, donde puede verse que el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) correspondiente a bienes importados ajustó un 111,0% en el último año.
La cuestión es que en el mismo período (enero de 2023 versus mismo mes de 2022) el tipo de cambio oficial de referencia (BCRA Comunicación A3500) ajustó un 75,1%.
El hecho de que el IPIM de bienes importados haya subido 36 puntos más que el tipo de cambio oficial en el último año se explica fundamentalmente porque muchas empresas, al no poder conseguir divisas en el mercado oficial de cambios, deben recurrir al “dólar contado con liquidación” (CCL) para hacerse de divisas con el propósito de gestionar importaciones de insumos.
La brecha entre ambos mercados es gigantesca: mientras que el tipo de cambio oficial mayorista actualmente es de 193 $/u$s, la cotización del dólar CCL se encuentra en torno a los 370 $/u$s.
Así es como el “cepo cambiario”, además de promover “retenciones cambiarias” que castigan a los exportadores, también termina encareciendo por demás los artículos importados o bien los producidos en el país con insumos de origen externo.
El Índice de precios internos al por mayor (IPIM) tiene por objeto medir la evolución promedio de los precios de los productos de origen nacional e importado ofrecidos en el mercado interno. El mismo incluyen IVA, impuestos internos y a los combustibles netos de subsidios explícitos.